El Ayuntamiento de Villanueva de Sijena ha decidido recurrir ante el Tribunal Supremo la absolución de Lluís Puig, establecida por sentencia del Tribunal Superior de Justicia de Cataluña (TSJC), del delito de desobediencia que se le imputaba por su implicación en la devolución, desde Lérida, de 44 obras de arte pertenecientes al Monasterio de la localidad.
Según lo expresado por su abogado, Jorge Español, el consistorio, pese a que respeta el fallo, considera que esta decisión supone "desacreditar las sentencias alcanzadas por el Alto Tribunal de Conflictos de Jurisdicción y por el Tribunal Constitucional, en las que se establecía que era el Juzgado de Huesca y no la Generalitat de Cataluña quien debía impartir las órdenes para el retorno del tesoro artístico del Real Monasterio de Sijena, por lo que desobedecer a la audiencia de Huesca suponía inaplicar lo ya dispuesto y reiterado por los más altos tribunales del Estado".
Así, ha apuntado que el ex conseller de Cultura de la Generalitat, nada más ser nombrado, ordenó comunicar al Juzgado de Huesca "una resolución secreta que se había autodictado su predecesor en el cargo, Santi Vila (también imputado en el caso), y que denegaba entregar estas piezas".
En ese sentido, ha sentenciado que "carece de la más mínima credibilidad tanto jurídica, política como también social pretender sostener que Lluís Puig, significado independentista huido en Bélgica con Puigdemont, quería cumplir la sentencia que ordenaba la devolución de dichas obras al Real Monasterio de Sijena, algo que nadie que haya seguido este asunto en absoluto se cree". Por todo ello, Español se reserva el derecho a denunciar por falso testimonio a varios testigos que aseguraron que Puig no tuvo intención de desobedecer.
Por su parte, la Fiscalía, que pedía para Puig casi 6.000 euros de multa, dos años de inhabilitación para empleo o cargo público y el pago de una indemnización al Gobierno de Aragón, todavía está estudiando si recurrirá.
Mientras, Puig, que hoy es diputado de Junts en el Parlament, ha expresado en una entrevista en RAC1 su felicidad porque "se haya hecho justicia", al tiempo que ha lamentado el estado actual de las obras, las cuales "retiraron de un museo público, abierto a todo el mundo, para ponerlas a cien kilómetros de distancia, en un espacio cerrado en manos de una asociación privada".
Ante eso, ha indicado que el ministro de Cultura, Ernest Urtasun, "tome cartas en el asunto" pese a que "está perfectamente al corriente del tema". "El problema no es que haya ganado yo o haya perdido otro, es que haciendo las cosas de esta manera no ha ganado nadie", ha concluido.