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Los casos de párkinson alcanzarán la cifra de 25 millones en 2050 impulsados por el envejecimiento: "Supone un gran desafío de salud pública"

La enfermedad neurodegenerativa crecerá a escala global un 112% en 2050 con respecto a 2021, según las últimas estimaciones publicadas en 'The BMJ'

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En el año 2050 vivirán en el mundo 25,2 millones de personas con la enfermedad de párkinson, más del doble de las que lo hacían en 2021. Así lo estima una investigación que prevé un incremento global en la prevalencia de la enfermedad debido, fundamentalmente, al envejecimiento de la población.

El párkinson es una enfermedad neurodegenerativa que provoca la muerte de neuronas en una parte del cerebro, lo que limita la disponibilidad cerebral de la dopamina, un neurotransmisor clave para el control del movimiento. Se trata de la segunda enfermedad neurodegenerativa más frecuente, solo por detrás del alzhéimer, y a día de hoy no tiene cura.

Un equipo de investigadores dirigidos por Tao Feng, del Hospital Tiantan de Pekín (China), ha llevado a cabo, mediante diferentes modelos de estimaciones, una proyección de lo que ocurrirá en las próximas décadas con la enfermedad, teniendo en cuenta los datos de 195 países. Según sus previsiones, en 2050 la carga de la enfermedad crecerá significativamente en todas las regiones estudiadas, alcanzando una cifra global de 267 casos por 100.000 habitantes en 2050, si bien hay importantes diferencias geográficas a tener en cuenta.

Los detalles publicados en el último número de la revista British Medical Journal muestran que el envejecimiento será la principal causa (89%) del aumento de la prevalencia de la enfermedad, seguido del crecimiento de la población (20%) y que los mayores incrementos en el número de casos se producirán en los países de Asia Oriental, en varones y en naciones de medianos ingresos.

De cualquier forma, se prevé que el top 10 de países con más casos en 2050 lo conformen China, La India, EEUU, Alemania, Brasil, Indonesia, Francia, España, México y Reino Unido, un elenco en el que figuran varios países -como España- del llamado primer mundo. Según los daos del trabajo, en España en 2050 habrá 351.000 casos de la enfermedad, lo que coloca al país en el octavo puesto a nivel global, debido, fundamentalmente, al aumento de la esperanza de vida y al envejecimiento de la población.

Para saber más

"Aunque estas estimaciones son nuevas, sí era conocido que se va a producir un aumento de la enfermedad debido al envejecimiento de la población y al aumento en la esperanza de vida", apunta Álvaro Sánchez Ferro, coordinador del Grupo de Estudio de Trastornos del Movimiento de la Sociedad Española de Neurología (SEN). El envejecimiento es un factor clave relacionado con el párkinson, pero no es el único, recuerda el especialista, quien aclara que otros factores ambientales como la exposición a pesticidas y otros tóxicos se ha relacionado también con un mayor riesgo de padecer el trastorno.

El párkinson "se va a convertir en un gran desafío de salud pública", subrayan los investigadores en la revista científica, que hacen un llamamiento para que se lleven a cabo "acciones urgentes" para hacer frente "las crecientes demandas sanitarias de los pacientes con enfermedad de párkinson".

"Dado el inevitable crecimiento de la población, el crecimiento poblacional y la discapacidad que experimentan las personas con enfermedad de párkinson debido a la naturaleza crónica del trastorno, hay una necesidad urgente para que la investigación del futuro se centre en el desarrollo de nuevos fármacos, tecnologías de ingeniería genética o terapias celulares dirigidas a modificar el curso de la enfermedad y mejorar la calidad de vida de los pacientes", reclaman.

Una de los cuestiones en las que los investigadores hacen hincapié es en la importancia del ejercicio como medio para reducir el impacto de la enfermedad. "A día de hoy una recomendación fundamental es el ejercicio, porque está demostrado que la actividad física ayuda a que el paciente esté mejor controlado, tiene un efecto protector", coincide Sánchez Ferro.

Actualmente, señala el especialista, el tratamiento de la enfermedad se centra en el manejo de los síntomas, principalmente con fármacos diseñados para intentar suplir la falta de dopamina. La enfermedad se diagnostica más frecuentemente en personas de edad avanzada, aunque hasta un 20% de los casos se producen en personas de menos de 50 años, advierte el neurólogo.

"Es un problema importante que requiere un impulso en la investigación", reclama.

De la misma opinión es José A. Morales-García, investigador científico en enfermedad de Parkinson de la Universidad Complutense de Madrid, que en declaraciones a SMC España ha señalado que "este estudio aporta información clave para la planificación de los sistemas de salud y refuerza la importancia de la investigación y la prevención en la lucha contra el párkinson. En definitiva, lo que nos están indicando es que, de cara al futuro y con respecto al párkinson, el que avisa no es traidor y sin investigación científica no hay futuro".

"El estudio se basa en datos del Global Burden of Disease Study 2021, una fuente reconocida en el ámbito de la investigación epidemiológica, ampliamente respaldada por la comunidad científica. Gracias a una metodología estadística avanzada, que incluye modelización bayesiana y el uso de varios modelos predictivos, los investigadores han logrado estimar la incidencia futura de la enfermedad. Esto resulta clave para que los sistemas de salud de todo el mundo puedan anticiparse a los desafíos que supondrá el creciente número de casos", señala el investigador, quien recuerda que los autores, no obstante, "reconocen ciertas limitaciones en su investigación, como la falta de datos robustos sobre factores de riesgo adicionales más allá del tabaquismo y la actividad física, que sí fueron considerados".

Además, continúa, "el modelo de proyección no incorpora otras variables de riesgo potencialmente relevantes, lo que podría subestimar algunos factores determinantes en la progresión de la enfermedad. También se destaca la escasez de datos en ciertas zonas rurales poco accesibles, lo que podría introducir un sesgo en las estimaciones. Asimismo, y dado que el diagnóstico del párkinson no es sencillo y no existe una prueba específica que confirme la enfermedad, los criterios clínicos considerados podrían generar variaciones en las tasas de prevalencia reportadas. Con el avance de la investigación y el desarrollo de biomarcadores más precisos es probable que las estimaciones futuras se ajusten para reflejar con mayor exactitud la realidad epidemiológica".

"Las conclusiones del trabajo confirman la evidencia científica existente: el párkinson es más prevalente en hombres de edad avanzada y su desarrollo está estrechamente vinculado al envejecimiento de la población. Sin embargo, el estudio también resalta la importancia de otros factores de riesgo, como la exposición a pesticidas, un aspecto que la comunidad científica lleva años señalando. Una de las principales alertas de este estudio es que los países deben prepararse para un aumento en la demanda de atención médica y servicios especializados en párkinson. Esto implicará una mayor inversión en recursos humanos e infraestructuras, así como un aumento en la financiación de la investigación científica para desarrollar mejores estrategias de prevención y tratamiento", concluye.