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Un equipo liderado por el CNIO demuestra que una dieta alta en grasas favorece la metástasis del cáncer de mama más agresivo

Los investigadores han comprobado en ratones este tipo de alimentación eleva las metástasis del tumor de mama triple negativo, el de peor pronóstico

Sara Sánchez-Redondo, Héctor Peinado y Marta Hergueta, los investigadores responsables del estudio.
Sara Sánchez-Redondo, Héctor Peinado y Marta Hergueta, los investigadores responsables del estudio.Pilar GilCNIO
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Un equipo liderado por el Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas (CNIO) ha comprobado en ratones que una dieta rica en grasas aumenta las metástasis del cáncer de mama triple negativo, el de peor pronóstico. Además, ha identificado varios de los mecanismos que lo explicarían, como la activación de las plaquetas y de la coagulación, lo que serviría para que el tumor se oculte de las defensas y prepare el llamado nicho premetástasico.

Este tipo tumor engloba aproximadamente el 15% de los diagnósticos de cáncer de mama. Su pronóstico negativo es tan malo, como el de un cáncer de pulmón o de estómago. La mitad de los pacientes cuenta con una supervivencia de más de siete meses y la mitad menos de ese tiempo. Desde la Sociedad Española para el Estudio de la Obesidad (SEEDO) se apunta que el 48,4% de las mujeres de nuestro país presentan exceso de peso y 18% obesidad.

La obesidad se asocia a un mayor riesgo de desarrollar cáncer de mama, y a más propensión a que el cáncer se disemine a otros órganos (haga metástasis). Pero las causas de esta asociación todavía no se entienden bien. Esta investigación aporta ahora nuevos datos, al descubrir que una dieta rica en grasas activa mecanismos que facilitan la metástasis.

Se trata de un estudio dirigido por Héctor Peinado, jefe del Grupo de Microambiente y Metástasis del CNIO. Los autores aseguran que "este mecanismo podría ser extrapolado a otros tipos tumorales y otros órganos". Los resultados sugieren que "la intervención dietética, junto con el control de la actividad plaquetaria, pueden aumentar la eficiencia de ciertos tratamientos antitumorales".

Para que el cáncer se disemine a otros órganos hace falta que muchas células tumorales salgan del tumor primario, viajen por el torrente sanguíneo, aniden y proliferen en otro órgano. A veces el tumor primario envía previamente moléculas que modifican el órgano de destino, y preparan el equivalente a un nido que acoge las células tumorales: el llamado nicho premetastásico, en el que la célula tumoral podrá arraigar y desarrollar metástasis.

El grupo del CNIO muestra en su nuevo trabajo que, en ratones obesos por comer muchas grasas, se producen cambios que facilitan la creación del nicho premetastásico, en este caso en los pulmones. En concreto, aumentan la activación plaquetaria y la capacidad de coagulación de la sangre; además, se activa la fibronectina, la proteína que conecta las células del tejido pulmonar.

Cómo construyen una coraza para las células tumorales

La obesidad fomenta la coagulación sanguínea, un proceso que depende de las células de la sangre llamadas plaquetas. En efecto, según observó la investigadora del CNIO y primera autora del trabajo Marta Hergueta, en los animales alimentados con muchas grasas las células que se desprenden del tumor primario están rodeadas, durante su viaje por la sangre, por más plaquetas que en los ratones con dieta normal.

Una hipótesis es que las plaquetas podrían estar dificultando a las defensas del organismo la detección de las células de cáncer: las plaquetas formarían "una coraza alrededor de las células tumorales, evitando que el sistema inmunitario las reconozca y elimine", explica Peinado.

Además de influir en las plaquetas, el grupo del CNIO detectó que la dieta alta en grasas aumenta la expresión de la proteína fibronectina en el tejido pulmonar donde metastatizan las células tumorales.

La fibronectina construye el tejido que conecta las células de los pulmones, con lo que facilita la creación del nicho premetastásico que acoge a la célula tumoral. También propicia que la célula tumoral interaccione más eficientemente con las plaquetas. "Hemos visto que la interacción de la célula tumoral tanto con el endotelio del pulmón como con la plaqueta está regulada por la fibronectina", dice Peinado.

La conjunción de ambos factores por la dieta grasa (mayor activación de plaquetas y más expresión de fibronectina) eleva el número de posibles metástasis y facilita su progresión. Aunque el trabajo se ha centrado en cáncer de mama triple negativo, Peinado considera que "este mecanismo podría ser extrapolado a otros tipos tumorales y otros órganos".

De ratones a pacientes: qué resultados hay

Para estudiar las implicaciones de estos resultados para pacientes humanas participó en el estudio la Unidad de Investigación Clínica de Cáncer de Mamadel CNIO, dirigida por Miguel Ángel Quintela. Tras analizar muestras de sangre de pacientes de cáncer de mama triple negativo, obtenidas antes de su operación y tras haber pasado por quimioterapia, no pudo verificarse que la obesidad supusiera un riesgo adicional para la generación de metástasis. Sin embargo, sí se comprobó que las pacientes que presentaban aumentada la coagulación de la sangre -con menor tiempo de protombina- tenían un mayor riesgo de recaída a cinco años.

Estos hallazgos "podrían ayudar a identificar factores adicionales de riesgo en pacientes de cáncer de mama en tratamiento, contribuyendo a un mejor manejo clínico de la enfermedad", señala Peinado.

Reacciones de la comunidad médica e investigadora

De este trabajo, Alberto J. Schuhmacher, investigador ARAID y jefe del Grupo de Oncología Molecular en el Instituto de Investigación Sanitaria de Aragón (IIS Aragón), destaca a SMC que "el equipo de Héctor Peinado muestra con elegancia y mucha evidencia cómo, en ratones obesos alimentados con una dieta muy grasa, se forman agregados de plaquetas que pueden rodear a las células que se escapan del tumor y servirles de "traje de invisibilidad" para que las defensas no las reconozcan".

J. Schuhmacher indica que la vigilancia de "los nichos premetastásicos especiales en el pulmón, estos adipo-nichos" serán de gran utilidad "para identificar factores de riesgo adicionales y permite analizar formas de intervención dietética o de control de actividad plaquetaria".

La "paradoja de la obesidad" observada en ciertos tipos de cáncer, como el cáncer de pulmón, el carcinoma de células renales y el melanoma, donde la obesidad se asocia con una mejor supervivencia, "resalta la necesidad de una comprensión más detallada de estas relaciones", asegura a SMC, Ramón Salazar, jefe del Servicio de Oncología Médica del Instituto Catalán de Oncología en l'Hospitalet (ICO).