Juan Carlos Monedero no conoce ni límites ni fronteras en su apoyo a la revolución bolivariana, la misma que le hizo famoso antes de fundar Podemos y la misma que le ha rescatado en la cuesta abajo de su carrera política. Su «conferencia magistral»,como la definió la Policía Nacional Bolivariana (PNB), en el corazón de las torturas del chavismo, ha provocado una oleada de indignación sólo comparable a su interés (devoción y trabajo a partes iguales) por blanquear a Nicolás Maduro.
Sus amores revolucionarios empujaron a Monedero a componer una oda lacrimógena, aquella en la que en 2013 hizo llorar al Río Orinoco tras la muerte de Hugo Chávez, el primero en sacarle del ostracismo para la exportación mundial de su revolución fallida. Si entonces veía al comandante supremo en «la mujer que limpia» o en «el hombre que vende helados», ahora ha descubierto a Maduro convertido en el «policía humanista, resultado de la integración de las profundas raíces venezolanas» al que se dirigió en tono magisterial en su charla en la siniestra cárcel del Helicoide, administrada por la policía política del chavismo, donde los derechos humanos se vulneran todos los días.
«Hoy les planteo la necesidad de que en la policía haya filósofos policiales, quienes se destaquen en la sociedad por su grado de compromiso radical con la Constitución y los derechos humanos. Desde su mirada y experiencia, ellos pueden hacer valer esos derechos fundamentales», disertó Monedero, recuperado para la causa como uno de los asesores electorales de Maduro en las presidenciales de 2024.
La charla se llevó a cabo en las instalaciones del Salón Hugo Chávez, dentro del Helicoide, considerada por la ONU y por la Fiscalía de la Corte Penal Internacional (CPI) como uno de los mayores centros de tortura del continente, cuyos carceleros reciben a los nuevos presos políticos con la sentencia «Bienvenidos al infierno». Y eso sólo es el comienzo.
«Ahora que se abre en el país un proyecto constituyente sería de gran relevancia que los policías formen parte de esta escuela de ciudadanía, porque una policía humanista es una de las máximas señales de democracia en país», aseguró risueño Monedero. Según el parte policial, 160 miembros de la PNB prestaron atención a la «conferencia magistral del politólogo español», quien se encontraba en Caracas tras participar en los fastos de la coronación revolucionaria y fraudulenta de su amigo.
Una constante que se ha multiplicado en los últimos meses, ya sea en el programa de televisión Con Maduro+, en los podcasts presidenciales, en sus colaboraciones con el canal chavista TeleSur y en cualquier formato propagandístico. «Es un funcionario solapado del gobierno, un instrumento para el adoctrinamiento y la propaganda del régimen venezolano», desveló a este suplemento Óscar Murillo, director de la prestigiosa ong Provea, que junto a centenares de asociaciones, activistas y miembros de la diáspora han suscrito esta semana un comunicado «de enérgica repulsa y profundo rechazo por las acciones de Monedero en el Helicoide, una flagrante violación de los principios éticos que deben regir la conducción de un profesor universitario».
«El Helicoide es una herida abierta para los venezolanos», prosigue el comunicado, que concluye solicitando a la Universidad Complutense de Madrid que tome las acciones pertinentes contra este profesor titular de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociología.
El Estado venezolano es el único en la historia de América Latina que ha pasado a la segunda fase de investigación ante la Corte Penal Internacional por los crímenes de lesa humanidad cometidos por el chavismo, entre los que destacan las torturas, las ejecuciones extrasumariales, las violaciones sexuales, las desapariciones forzadas y las detenciones ilegales. Todas ellas se han practicado en el Helicoide.
«Licenciatura en Humanidades Policiales puede ser una nueva carrera auspiciada por el profesor Monedero. A lo mejor se anima la Complutense, su alma mater», criticó Elías Pino Iturrieta, ex presidente de la Academia de Historia.
«Si Monedero hubiera nacido antes, habría dado una charla en (el campo de concentración nazi de) Auschwitz o en el Gulag (soviético) acerca de los campos de concentración humanistas», disparó el filósofo chileno Fernando Mires, detractor de la dictadura de Augusto Pinochet. «O en la Escuela de la Marina (centro de torturas de la dictadura argentina en el siglo pasado», añadió Rafael Uzcátegui, presidente del Laboratorio de Paz.
El aluvión de críticas contra Monedero, que defiende con entusiasmo las dictaduras latinoamericanas en sus redes sociales, encontró pronta respuesta del asesor de Maduro, un agitador 2.0 capaz por igual de bailar en los bastidores de un mitin chavista como marioneta atiborrada de fentanilo y de aplaudir a su jefe en supuestos congresos antifascistas como se si tratara del groupie más entusiasta y no de un asalariado del poder dictatorial.
«Le preguntaría a Monedero si se tomó 10 minutos para visitar a las víctimas del Helicoide, como la activista hispanovenezolana Rocío San Miguel (a punto de cumplir un año de cárcel por falsas acusaciones) y como tantos otros. El mismo lugar donde intenta lavar la cara a un régimen que comete crímenes de lesa humanidad. Es una muestra flagrante de insensibilidad para todos aquellos que hemos sufrido en carne propia las atrocidades que allí se viven, una burla a las cicatrices que llevamos y al centenar de detenidos. Monedero trivializa el sufrimiento de las víctimas e ignora la memoria de los que ya no pueden hablar, como el general Baduel (el Navalni venezolano), que murió en el Helicoide en manos del régimen», asegura a Crónica el ex prisionero político Víctor Navarro, uno de los muchos torturados en el Helicoide.
En medio de la polémica, la periodista Ibéyise Pacheco ha desvelado que obtuvo información de fuentes del Centro Nacional de Inteligencia (CNI) sobre el informe que Maduro encargó a Monedero acerca del famoso Delcygate, que involucró a la vicepresidenta chavista a su paso por el aeropuerto de Barajas. El informe causó sorpresa: «Pueril y básico, la mitad un plagio de historiadores españoles del siglo XX y el resto narrativa rosa para seducir el ego de Maduro».
Siempre en busca de la provocación, Monedero respondió en sus redes, en las que recibe sonoras ovaciones de funcionarios chavistas, «a los disociados de la dirigencia opositora venezolana». En su tuit, el asesor de Maduro aseguró que ha dado múltiples conferencias de derechos humanos en España, pero en Venezuela quienes las daban antes eran «los generales gringos de la Escuela de las Américas para torturar y eliminar subversivos».
Monedero en estado puro, al que aseguran haber visto el miércoles en Malasaña (Madrid) tomando un vermut. Sería para pasar el trago del Helicoide.