PREMIOS OSCAR 2025
Premios Oscar 2025

La revancha de Demi Moore, favorita al Oscar tras décadas de fracasos, dramas personales y el desdén de Hollywood

Su papel salvaje en La sustancia le ha valido a Demi Moore su primera nominación al Oscar: "La de Elisabeth es la historia de una mujer a la que le han dicho que ya no sirve. Eso lo he sentido en mi propia piel", ha afirmado

Demi Moore, a su llegada a los premios Spirit en Santa Mónica.
Demi Moore, a su llegada a los premios Spirit en Santa Mónica.Matt WinkelmeyerMUNDO
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Hubo un tiempo en que Demi Moore (Nuevo México, 1962) lo era todo en Hollywood. La estrella de Ghost y Una proposición indecente no solo reinaba en la taquilla de los 90, sino que también marcaba tendencia con su corte de pelo tazón y su romance de portada con Bruce Willis. Su luz era inmensa, extraordinaria... hasta que algo (o alguien) accionó el interruptor y la apagó. Entre fiascos cinematográficos -Striptease, La teniente O'Nei, Pasión por vivir-, dramas personales y una industria que no perdona el paso del tiempo para ciertas actrices, la carrera de Moore entró en hibernación. Hasta ahora.

En 2024 y lo que llevamos de 2025, Demi Moore ha protagonizado un paseíllo triunfal por las alfombras rojas gracias a su impactante papel en La sustancia, la perturbadora cinta de body horror dirigida por Coralie Fargeat que ha conquistado festivales y ceremonias. En la película, Moore interpreta a Elisabeth Sparkle, una celebridad televisiva que, tras ser despedida de un programa de fitness por ser "demasiado vieja", decide someterse a un tratamiento experimental procedente del mercado negro que la transforma en una versión más joven de sí misma.

Muy aplaudida por la crítica, su actuación en La sustancia le valió el Globo de Oro a la Mejor Actriz de Comedia o Musical, su primer galardón en casi 45 años de trayectoria. Un momento histórico que la propia actriz resumió con una frase demoledora: "Llevo décadas intentando demostrar que valgo la pena. Hoy no necesito demostrarlo más". Eternamente encasillada como una "actriz de palomitas", Moore está nominada al Oscar por primera vez en su carrera. Gane o no, ese reconocimiento ya representa un éxito personal.

Para saber más

Y es que lo suyo en la temporada de premios es un no parar: Critics Choice, Satellite Awards, Irish Film and Television Awards, CinEuphoria Awards... y el último, el premio SAG a Mejor actriz, que tiene el doble valor de que lo concede el sindicato de actores: es decir, es el premio de sus colegas de profesión. Así las cosas, la conquista de la estatuilla dorada parece bastante plausible: con Karla Sofía Gascón (Emilia Pérez) aparentemente fuera de juego tras la polémica campaña de desprestigio por unos tuits racistas que publicó hace años, es Mikey Madison (Anora) quien se postula ahora como su principal rival en la categoría, tras ganar el BAFTA a Mejor actriz.

Con su regreso, Moore no solo ha roto con el estigma de la edad en Hollywood, sino que ha demostrado que el talento no caduca: "La de Elisabeth es la historia de una mujer a la que le han dicho que ya no sirve. Que ya no es válida. Y eso lo he sentido en mi propia piel", confesaba Moore en una entrevista reciente.

Porque este no es solo el resurgir de una actriz sesentona, sino una lección sobre la resiliencia y las segundas oportunidades. Moore no ha vuelto con un papel fácil ni complaciente, sino con una sátira social sobre la violencia estética, que cuestiona los demenciales estándares de belleza y el valor que la sociedad otorga a las mujeres según su aspecto. ¿No hay, acaso, más verdad femenina en una ficción así que en cualquier reality show actual?

Un rol donde los bodies ajustados y los kilos de maquillaje lo son todo, pero donde Moore no se sentía atractiva frente a la cámara. Tampoco especialmente glamurosa. ¿Magnética? Sí, quizá sea esa la palabra. Seamos sinceros: la propia Demi Moore ha sucumbido en más de una ocasión a las bondades del liftingfacial y la cirujía rejuvenecedora con tal de lucir palmito con estilismos imposibles. Aunque La sustancia habla más de la tiranía de la televisión que de las redes sociales, el mensaje tiene mucho que ver con la cosmeticorexia y el fenómeno de las "niñas Sephora" de TikTok.

En este momento de plenitud tras el barbecho, Demi Moore parece estar disfrutando de su renacer sin la presión de antes. "Cuando era joven, me preocupaba demasiado gustar. Ahora, solo quiero hacer lo que amo y contar historias que me importen", reconocía hace unas semanas.

En un Hollywood que aún lucha por dar roles de peso a las actrices maduras, su triunfo es un mensaje poderoso: no importa cuánto tiempo hayas pasado fuera del foco, que este siempre puede volver a encenderse para ti si tocas el interruptor adecuado... y no temes electrocutarte si saltan chispas. Independientemente de lo que pase este domingo, gane o pierda el Oscar, su regreso al cine ya es una victoria. Y, esta vez, nadie podrá decir que no se lo merece.