- Crónica El SuperMadrid vive su Big Bang en Varsovia: Bellingham, Vinicius y Mbappé pasan por encima del Atalanta
- Opinión Bellingham echa el agua en la pila bautismal a Mbappé
Impresionantes exhibiciones de las tres estrellas rutilantes del Real Madrid. Por supuesto, Bellingham, Vinicius y Mbappé, que se habrá dado cuenta de que ha perdido muchos títulos por tragar con los millones de petrodólares de un estado corrupto como el de Qatar
Los tres fabulosos, los tres fenómenos, resolvieron un partido que se apostó imprevisiblemente como peligroso. Es el sexto título, récord absoluto, que cuenta con el gen invencible en las finales del Real Madrid.
No fue fácil, porque Ancelotti le dio un repaso táctico su alumno Gasperini. Cada vez ese apellido me acuerdo rápidamente al tenor Gasparine de los hermanos Marx, en la fenomenal Una noche en la Ópera.
La superioridad estratégica del Atalanta fue tan escandalosa, que insisto que cualquier buen técnico, aunque tenga unos jugadores de segundo pelo, le vuelven loco a un Real Madrid de Ancelotti. El equipo no sabe hacer la presión, ni tiene trabajadas las estrategias. Pero cada vez creo aún más que los grandes jugadores, los tres maravillosos, siempre salvan un ridículo, a cualquier entrenador como Ancelotti, que acaba de superar los títulos de Miguel Muñoz.
Recuerdo que se decía que Muñoz tenía "una flor en el culo", por eso ganaba tanto. Siempre contaba con soberbios juzgadores. Podemos decír que Ancelotti es el mismo caso. "La Flor en el Culo de Ancelotti".
Que se lo digan a Carlo, que en pleno meneo táctico de Gaspeerini, una gran parada de Courtois le salvo de la horca. Pero mientras que tenga el cuarto poder a su favor y le rían las gracias, siempre será el perfecto entrenador para el Real Madrid.
A partir de ese increíble despeje de Courtois, el Madrid se aprovechó del cansancio del Atalanta, tras un prodigio táctico, aunque ese sistema de marcaje individual te lleva, simplemente, a la extenuación.
En ese momento aparecieron Los tres Fenómenos. Primero individualmente con un malabarista como Vivi, que le puso el pase para marcar a placer a Valverde. Luego, el prodigioso Bellingham, el mejor jugador del equipo en esta final, le puso un balón y ahí estuvo la suprema calidad del mejor jugador del mundo, Mbappé, que uso la escuadra en un remate muy difícil.
Está claro que Mbappé se tiene que acostumbrar al equipo, pero es evidente que todavía no sabe jugar en la punta, pero está Vini y él acaba de llegar. Y se adsptó como pudo, porque el difícil segundo gol, lo incrustó en la escuadra, como un prodigioso delantero centro. Pero Mbappé es tán fenómeno que puede hacer eso y más.
Mientras tanto crece la leyenda de un Real Madrid imparable, conquistador. Y ahora, cuenta con tres fenómenos absolutamente imparables, supinos, fabulosos, maravillosos. Y no hay más que escribir.