Un Real Madrid ahorcado por un Ancelotti vergonzoso hizo bueno al modesto Lille, que ni en sus mejores sueños podía pensar en ganar y dejar en ridículo al campeón de la Champions. El equipo blanco equipo está hundido y abocado a la falta de credibilidad. Porque no juega al fútbol. La soberbia del club no ha querido fichar dos centrales imprescindibles y dos medios que puedan genera calidad en el centro del campo.
A Ancelotti ya le pueden fichar a los mejores del mundo, pero los convierte en unos increíbles demonios de la mediocridad. Ya me he cansado de escribir que con Ancelotti el Madrid va a caer en los infiernos.
Es un entrenador caduco, que no trabaja el conjunto del equipo. No sabe crear juego, porque sólo tiene un futbolista de 39 años (Modric) para salir jugando y ofreciendo algo de organización. Ni sabe presionar, por supuesto. Está empeñado u obligado por el ser superior a que Tchouaméni y Camavinga sean dos genios del centro del campo. Ni saben organizar, ni saben crear, ni defienden con cierto sentido de practicidad.
A Ancelotti le salvan algunos jugadores de mucha calidad para seguir en el puesto. Esta agarrado al pasado. No tiene talento ni imaginación para crear una manera de jugar. Se escuda en que el Madrid tiene muchos estilos. Es un mediocre.
Ha coincidido también que Vinicius ha sido enterrado por Simón del desierto, amén de la bajada a las catacumbas de jugadores como Carvajal, Rudiger, Mendy y hasta Bellingham, que no se parece nada al de la temporada anterior. Parece que es un clon. Todos ello están en malos partidos.
Y el sistema que no existe los ha metido en una baja fórmula sepulcral. No veo destino al Madrid, salvación o recuperación si sigue Ancelotti. Pero el presidente tiene que agarrase a la falta de títulos para poder expulsarle del supuesto paraíso.
Un Lille humilde, pero con un sistema rápido, con velocidad de balón, se bastó para devorar al Madrid e incluso mejorar el resultado. Si no hubiera sido por Lunin, que se agiganta cuando se ve titular, quizá el resultado hubiera sido más escandaloso. Hizo dos paradas portentosas en una misma jugada.
El enigma es Mbappé. No sé de quién es la idea de que juegue de delantero centro. No sé si el presidente o Ancelotti. Me inclino más por el presidente. Porque para él Vinicius es una estrella, a pesar de que lleva sólo tres goles marcados y está jugando francamente mal.
Seguro que tanto Ancelotti como Simeone, que piensan casi lo mismo, se escudarán en que el derbi resultó criminal para sus equipos, que ahora mismo son casi víctimas de la inutilidad.