JUEGOS OLÍMPICOS

Juegos Olímpicos

El sexto aro

Ocho oros y siete banderas

Marileidy Paulino, tras su oro en la final de los 400 metros.
Marileidy Paulino, tras su oro en la final de los 400 metros.AFP
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No estaba Jamaica en los dos relevos 4x100. Bueno, en el femenino sí. Pero como si no. Quinta, asistió, impotente y lejana, a cómo Estados Unidos (41.78) se imponía a Gran Bretaña y Alemania. Gabby Thomas sumó su segundo oro, acompañada de Melissa Jefferson, Twanisha Terry, Melissa Jefferson y Sha'Carri Richardson.

Enfermo o abatido, no figuraba Noah Lyles en el team masculino. Y por enésima vez los americanos estuvieron desastrosos. Ya en el primer cambio, se salieron de zona. Descalificados. Una y otra vez, fiados a su velocidad individual, no entrenan los cambios de testigo y hacen un pan como unas tortas y, de paso, el ridículo. Ganó Canadá (37.50), con Sudáfrica y Gran Bretaña en los restantes puestos de podio.

Los dos únicos vigentes récords del mundo femeninos logrados en el tardío octubre tienen que ver con los 400 metros. El 6 de octubre de 1985, en Canberra, en la extinta Copa del Mundo, la alemana oriental Marita Koch corría los 400 lisos en 47.60. Y el 1 de octubre de 1988, en los Juegos de Seúl, el equipo de la Unión Soviética de relevos 4x400 realizaba 3:15.17. Ni la RDA ni la URSS existen ya, ejemplos de los cambios geopolíticos y, al tiempo, deportivos experimentados a finales del siglo XX.

Sólo otra mujer de otro país desaparecido, la checa Jarmila Kratochvilova, y por los pelos, con 47.99, ha bajado de los 48 segundos. Pero de 49 han bajado unas cuantas. Y algunas estaban en la pista. Y una de ellas, Marileidy Paulino, la perla dominicana, se llevó el oro con 48.17, récord olímpico. Y otra, regresando de las profundidades de una larga sanción por saltarse tres controles antidopaje, Salwa Eid Naser (Bárein), agarró la plata (48.53). Y una tercera, la polaca Natalia Kaczmarek, el bronce (48.98).

Naser nació en Nigeria hace 26 años. Su madre se desposó con un ciudadano de Baréin y se trasladó allá en 2013, cuando Salwa tenía 15 años. Esa adolescente fue más adelante plata en el Mundial de Londres 2017 y oro en el de Doha 2019. Y mantiene, desde 2019, con 48.14, la tercera mejor marca de todos los tiempos. Probablemente se unirá a Koch y Kratochvilova en el selecto club sub-48.

Los 400 vallas masculinos no gozaron del esplendor de los femeninos del jueves. Pero es una de las pruebas que, en los últimos años, han enriquecido el atletismo. Y los tres hombres más rápidos de la historia, y también del año, estaban igualmente en la pista. Y coparon las medallas. Rai Benjamin (USA, 46.46), Karsten Warholm (Noruega) y Alison Dos Santos (Brasil).

En su último intento, la alemana Yemisi Ogunleye, con aspecto de especialista en combinadas, alejada de las opulencias carnosas y musculares de las lanzadoras, se apuntó el peso con 20 metros. Y la reina de las combineras, la belga Nafissatou Thiam, el heptatlón (6.880 puntos). Y los 10.000, la keniana, ya oro en los 5.000, Beatrice Chebet (30:43.25).

Ocho finales, incluida la de triple salto masculino y siete oros de diferentes banderas. ¿Habíamos dicho alguna vez que el atletismo es el más universal de los deportes?