Era el día previo al pesaje de la pelea ante Max Holloway e Ilia Topuria no podía dormir. No porque el campeón del peso pluma estuviera preocupado por la pelea o por dar los 65,8 kilos pertinentes en la báscula. "Las peleas se ganan en los entrenamientos", le dice siempre a su equipo y los suyos, esos seis meses intensos de training camp, habían sido espectaculares. Estaba preparado tanto física como mentalmente.
Así que, para volver a conciliar el sueño o para entretenerse, decidió echar una partida con los miembros de su equipo al EA Sports FC, el antiguo FIFA. Tras vapulearlos, se dio por satisfecho y ya pudo descansar antes de afrontar la pelea con la que El Matador haría historia de nuevo.
Ya en el careo oficial ante Holloway, siguió con esa confianza en sí mismo, sonrisa en ristre, que le ha convertido en el cuarto peleador libra por libra de la UFC antes de la derrota del hawaiano. Es probable que esta última victoria que le sitúa 16-0 con seis combates por KO, le aúpe aún más en el ránking global de esta liga de artes marciales mixtas. "Soy el mejor", le repetía a su rival una y otra vez ante los asistentes del Etihad Arena.
24 horas después, entraba Ilia de nuevo en el mismo estadio vestido de riguroso negro junto a su mujer y escoltado por su inseparable Aldo Martínez, el Doctor Aldo, y el resto de su equipo. En la solapa, una rosa roja, su decimosexta, una por cada victoria. La flor que muestra el respeto que el luchador tiene por sus rivales y que, después del 3:28 del tercer round, se quedaría en el tapiz del octógono junto a su sangre, la de Holloway y la del resto de peleadores que conformaron la noche 308 de la UFC.
En los momentos previos a su pelea, Ilia, con guantillas doradas al ser un combate por el título, guanteaba un poco con Javi Climent, su entrenador de boxeo. Soltaba los músculos y repasaba en su cabeza las numerosas combinaciones que habían practicado y repetido hasta la extenuación para noquear al luchador 'innoqueable'. Climent le dijo que el crochet de izquierda lo iniciaría todo. Se equivocó.
No fue ese golpe el que lo inició sino un directo de derechas que ya hizo temblar las piernas de Holloway. Sí fue, sin embargo, el que lo finalizó. "Se habló muchísimo de ese crochet de izquierdas y finalmente se cumplió", comentó tras la pelea ante el hawaiano con su cinturón de campeón de peso pluma en el hombro derecho.
En el izquierdo, sin embargo, tenía uno similar al que aún ostenta Holloway, el de BMF (Bad Mother Fucker). Ese cinturón de 'Hijo de puta malo' lo sigue manteniendo el hawaiano ya que no quiso ponerlo en liza en esta pelea. "Con qué cara vas a caminar con el cinturón de BMF si te acaban de noquear", espetaba Ilia tras el combate.
El hispanogeorgiano se hizo con una réplica que ya lució en la entrevista previa a la pelea y, a juzgar por la suerte del luchador que lo ostenta, es mejor que no lo hubiera querido. Cada peleador que ha portado ese emblema honorífico ha sido noqueado en su siguiente pelea. Holloway no es más que el último de esta saga.
Caía Max en el octógono e Ilia saltaba la reja para abrazar a su equipo y seguidores. Entre ellos estaba Sergio Ramos, que le acompañó desde los días previos al combate, pero también el Rey Emérito. Antes de deshacer el abrazo con el futbolista, un guardaespaldas del ex monarca cogía del brazo a Ilia para llevarle con Juan Carlos. El hispano georgiano que es "muy espontáneo" según su equipo, le agradecía la presencia al Rey con un beso en la cabeza. "Lo haría con cualquiera, si fuera el presidente, también", cuentan desde su equipo.
Aunque Ilia, una persona muy creyente, tenía muy claro para quién iba el primer agradecimiento tras noquear a Holloway. "Lo primero que quiero decir es gracias a Dios, todo le pertenece, él me da todo lo que tengo en mi vida", declaraba el hispanogeorgiano desde el octógono. Para luego tener unas bonitas palabras para su rival y también para Alexander Volkanosvki, el luchador al que venció para obtener el título de peso pluma, y que fue de los que más se exaltó con su victoria ante el hawaiano.
Revancha y ganancias
"Vamos a hacerlo, hermano", le retó a Volk en el octógono por una revancha y recordó que él había defendido su título en varias ocasiones. "Lo mereces", concluyó. No obstante, ahora Ilia se tomará un par de semanas de vacaciones, según apuntan desde su equipo, y esas palabras no se refrendan aún con ningún hecho. "No se ha hablado nada todavía", cuentan fuentes cercanas.
Toca disfrutar a Topuria de su familia y de su hija nacida en julio. Pese a que nunca hay confirmaciones oficiales de la bolsa de la pelea, webs especializadas hablan de unas ganancias iniciales de 750.000 dólares para el hispanogeorgiano (400.000 dólares más de lo que ganó ante Volkanovski) que podrían elevarse a una cantidad entre 1 y tres millones según los bonuses y el payperview. Lo que sí está confirmado es que Connor McGregor perdió medio millón de dólares por apostar contra Topuria. El problema de apostar contra quien es ya una leyenda.