- Polémica Bruselas ratifica los aranceles a los coches eléctricos chinos con la abstención de España
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Aunque la votación de ayer confirma los aranceles a los automóviles chinos eléctricos, sean fabricados por compañías locales u occidentales, Bruselas y Pekín seguirán negociando durante este mes para minimizar el riesgo de un enfrentamiento comercial. La posición adoptada por los distintos Estados miembros, de hecho, responde a esos temores.
¿Cuál ha sido el planteamiento de España?
En una primera votación en julio, se mostró a favor de las nuevas tasas. Luego, a comienzos de septiembre y durante un viaje a China, Pedro Sánchez pidió a la UE que las reconsiderase. Ayer, nuestro país se abstuvo en la votación definitiva.
¿Qué se juega nuestro país en esta pelea?
China es el primer cliente para el sector porcino español, con un 30% de sus ventas mundiales. Y, en represalia a los aranceles a sus eléctricos, el gigante asiático ya anunció una investigación a esos productos. En cuanto a la industria del motor, nuestro país ya se ha asegurado importantes proyectos de empresas chinas, como la fábrica de baterías de Envision en Extremadura; o el ensamblado de coches de Chery en Barcelona, aunque este proyecto ha sido retrasaso en algunos puntos. Además, estamos muy cerca de hacernos con la primera fábrica de coches de MG en Europa y otro tanto ocurre con la gigafactoría de baterías que Stellantis planea para Zaragoza y que construirá a medias con el lider mundial de este sector, la china CATL. Xpeng o Donfgfeng, otros dos grupos de aquel país, también han dicho que fabricarán en Europa y ambos han alabado las capacidades de nuestro país.
¿Qué ganamos con la abstención?
China no podrá decir que hemos jugado en su contra y tampoco la UE, cuya intención siempre ha sido sacar los aranceles adelante y ya dio un tirón de orejas a Sánchez por sus declaraciones de septiembre. Algo similar ocurre con Francia. Esta siempre se ha mostrado favorable a las nuevas tasas y dos de sus fabricantes -Renault y Stellantis, por la parte que le toca- han dado una gran carga de trabajo a sus plantas españolas.
¿Y que perdemos con ella?
El grupo de los contrarios lo encabeza Alemania. Sus fabricantes y el Gobierno, siempre han dicho que los aranceles son una pésima decisión y traerán más problemas. Razón no les falta: Mercedes, BMW o Volkswagen tienen una gran dependencia de China y allí, las marcas locales cada vez tienen más fuerza. Si hubiera nuevas represalias, sería la peor de las noticias para ellos, cuando algunos de esos fabricantes (caso del Grupo VW) están buscando o ya tienen en marcha proyectos para beneficiarse de la superioridad tecnológica china en los eléctricos. Alemania, también muy presente industrialmente en nuestro país, podría echarnos en cara que la abstención ha jugado, finalmente, en favor de los aranceles.