Aston Martin rompe la banca

Bueno, quizá el nuevo Aston Martin Vanquish no sea el monstruoso Valkyrie, casi un Formula 1 con carrocería y matrícula, con el que ya juguetea Fernando Alonso. Pero habría que ser muy necio para 'hacerle ascos' a la tercera generación de este GT biplaza considerado el nuevo buque insignia de la marca. Las primeras unidades se entregarán antes de que acabe el año, con precios por confirmar, pero que no deberían bajar de los 300.000 euros. La idea es fabricar menos de 1.000 unidades al año.

No deja de ser una (gran) joya sobre ruedas. En su afilada carrocería de 4,85 metros de largo sobresalen detalles como la zaga, con la abrupta cola Kamm -con alerón incorporado- en la que acaba el coche; o las llantas de 21 pulgadas con neumáticos Pirelli P Zero desarrollados específicamente para este modelo.

Aunque nada como su morro casi infinito. Porque bajo él se esconde un propulsor de nada menos que 5,2 litros, doble turbo y 12 cilindros en V. "Era inconcebible que el nuevo Vanquish llevase otro tipo de motor" apuntan en la marca, que lo puso a punto "siguiendo las preferencias" de sus clientes. Pues abróchese el cinturón ante sus cifras brutales: 835 CV y 324 km/h de velocidad punta que le convierten en el Aston Martin de serie más rápido y potente de los 111 años de historia del fabricante británico.

Poco bueno saldría de esas prestaciones si no acompañasen otras cosas. Por ejemplo, la carrocería de fibra de carbono que reduce el peso; un chasis con una rigidez lateral hasta un 75% superior; frenos carbonocerámicos como los de la competición (y 27 kilos más ligeros) y cambio automático ZF de ocho marchas asociado a un diferencial electrónico y ultrarrápido en el eje posterior. Pero, sobre todo, la suspensión adaptativa puesta a punto por el especialista Bilstein y que cuenta, aparte del modo automático, con otros tres seleccionables por el conductor.

Junto a este, solo hay sitio para un afortunado pasajero, abrazados por un habitáculo completamente forrado en cuero y que estrena un gran techo panorámico de delante a atrás. Dos enormes pantallas digitales de 10,25 pulgadas mandan en el salpicadero y se benefician del sistema de infoentretenimiento más avanzado en la casa. Aunque Aston Martin sabe a lo que juega y ha dejado un buen número de botones y mandos de acceso físico a la vista para que las distracciones sean mínimas. No es para menos.