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Los correos de Economía que evidencian el bloqueo comercial con Argelia dos años después del giro de Sánchez: "Aduanas paraliza las mercancías con indicios de origen español"

Mientras Exteriores destaca avances en el plano diplomático un año tras el retorno del embajador argelino a Madrid, las comunicaciones entre la Oficina Comercial de España en el país y las empresas afectadas prueban el alcance de la ruptura

Los correos de Economía que evidencian el bloqueo comercial con Argelia dos años después del giro de Sánchez:  "Aduanas paraliza las mercancías con indicios de origen español"
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Hay una fase común a cualquier separación que consiste en resistirse a asumir lo que se ha perdido, cuando, pasado el shock inicial, alguno de los involucrados toma conciencia de lo ocurrido, pero se niega a aceptarlo o le resta importancia. Las relaciones diplomáticas no son ajenas a este proceso. Más de dos años después de que el giro de Moncloa sobre el Sáhara Occidental dinamitase el Tratado de Amistad entre España y Argelia, la Oficina Económica y Comercial de la embajada de nuestro país en Argel continúa alertando a las empresas patrias del férreo bloqueo a los productos que "presentan indicios de origen español", mientras Pedro Sánchez ensalza la "amistad" del país magrebí y Exteriores habla de "plena normalidad" diplomática.

Correos electrónicos que la oficina dependiente del Ministerio de Economía y compañías españolas afectadas por la ruptura han intercambiado en los últimos meses, a los que ha tenido acceso EL MUNDO, evidencian el alcance de la crisis.

El primer mensaje está fechado el pasado 22 de enero, poco después de que Argelia designase a un nuevo embajador en Madrid, el diplomático Abdelfetah Daghmoum, tras 19 meses de vacío en la plaza diplomática como represalia por el acercamiento del Gobierno a Marruecos. Asunto: Posibilidad de reanudar relación comercial con cliente en Argelia. En su respuesta, la oficina confiaba en que el citado nombramiento diese paso a una "paulatina normalización" de las relaciones, pero advertía de que, salvo contadas excepciones, Argel mantenía el veto comercial a España y recomendaba "máxima prudencia a la hora de emprender operaciones comerciales" con el país.

Diez días antes de este correo, desde Madrid, Pedro Sánchez destacaba los "estrechos vínculos" hispanoargelinos en la tradicional Conferencia de Embajadores. "Siempre he reivindicado que es un país amigo y que debemos y podemos contar con esa amistad. Vamos a seguir trabajando para mantener las mejores relaciones con este socio estratégico y, en este sentido, celebramos la llegada de su nuevo embajador a nuestro país", aplaudía el presidente del Ejecutivo. Pero el aterrizaje del diplomático argelino no ha tenido el efecto esperado.

La siguiente comunicación es del 14 de mayo. "Las autoridades aduaneras están paralizando el despacho de mercancías que presenten indicios de origen español", actualizaban desde la oficina. Desde etiquetado o marcas visibles con referencias a nuestro país, hasta su procedencia de cualquier puerto español. El organismo también desaconsejó operar a aquellas compañías que se planteaban ejecutar las exportaciones a través de alguna filial ubicada fuera de España, indicando que dichos productos están siendo bloqueados, incluso, cuando el exportador no es español: "No podemos garantizar que una operación así se vaya a poder realizar sin incidencias".

Esta última vía la estudió una compañía textil que desde hace dos años mantiene suspendida la relación comercial con el que era uno de sus principales clientes, un importante grupo argelino del mismo sector. "En nuestro caso, la ruptura de las relaciones nos ha obligado a cancelar un negocio cuya facturación ascendía a, aproximadamente, dos millones de euros anuales, sin recibir ninguna respuesta gubernamental", relata en una llamada con este diario uno de sus directivos, que prefiere mantener su nombre y el de la empresa en el anonimato. La cifra supone en torno al 10% de los ingresos anuales de la compañía. "Tenemos capital extranjero, cuando explicamos que no podemos retomar este negocio por una cuestión diplomática después de tanto tiempo alucinan", asevera.

Lo cierto es que a nivel diplomático se han dado avances. "A la embajada española la han vuelto a invitar a ciertos actos institucionales de los que había quedado totalmente excluida", señala otra fuente empresarial con visibilidad en territorio argelino. "Se han recuperado varios sectores de exportación y se sigue desde el principio trabajando con la Comisión Europea, que tiene activos los canales de negociación comercial con Argelia", aseguran a este diario fuentes oficiales del Ministerio de Exteriores, que enfatizan que el embajador argelino en Madrid "trabaja con total normalidad" y que se ha recuperado la conectividad aérea y marítima entre ambos países.

España no está sola en este pulso diplomático. Bruselas abrió el pasado junio una disputa formal contra Argelia por sus represalias a nuestro país. Un mes después, Argel repitió su operativa y retiró a su embajador en París como reacción a unas informaciones sobre un posible apoyo del Gobierno francés a la autonomía marroquí sobre el Sáhara Occidental.

En cualquier caso, el acercamiento al que alude Exteriores, no han calado aún en el plano económico, como refleja el último de los correos, del pasado 16 de octubre. "Desafortunadamente, la situación comercial con Argelia sigue sin cambios. Las restricciones vigentes continúan afectando las operaciones de comercio exterior, y no se vislumbra un marco claro que garantice una relación comercial estable por el momento". ¿La receta? "Le recomendamos máxima prudencia a la hora de iniciar cualquier operación con Argelia". Días antes de la publicación de este artículo, este diario intentó contactar con la institución dependiente de Economía, sin éxito.

"No podemos ni pagar a las empresas españolas a las que les habíamos encargado algún pedido antes de que Argelia dictase el bloqueo", relata el responsable de compras de una multinacional española. "El problema es enorme, desde procesos de fabricación de producto ya lanzados y que están parados, con los gastos que eso supone para las compañías, hasta producto que ha sido entregado y que no podemos pagar por el bloqueo bancario. Ahora mismo, y desde hace muchos meses, ya no podemos encargar ningún pedido a proveedores españoles", relata. Una tercera fuente apunta a que el peor impacto lo están sufriendo las pymes, sobre todo, proveedores industriales o de materiales de construcción, como los azulejos.

Si bien, entre enero y marzo, Argelia levantó el veto a ciertos productos españoles del ámbito alimentario, como recuerdan desde Exteriores, varias fuentes coinciden en que este alivio respondió a una situación de desabastecimiento de producto cárnico en el país magrebí. En definitiva, fue una reacción de Argelia a sus propias necesidades, y no al acercamiento de las autoridades españolas. En la misma línea, el ministerio que dirige José Manuel Albares destaca que Argelia ha pedido que se reactive el programa de conversión de deuda, "y España ha accedido", de nuevo, una medida que beneficia a los intereses de Argel, pues supone condonar parte de la deuda contraída con nuestro país, a cambio de que su Gobierno invierta en proyectos que impulsen el desarrollo de su territorio.

La foto del flujo comercial en 2024 se anticipa mejor que la de año pasado, cuando las exportaciones nacionales hacia Argelia cayeron un 67%. El recorte fue especialmente agudo en productos agro y pesqueros, con un desplome del 96% en valor frente a 2022. "El comercio en 2024 se ha incrementado en relación al ejercicio previo. En términos agregados, en lo que va de año (hasta agosto, según las últimas cifras disponibles), las exportaciones desde España ascienden a 471 millones de euros frente a los 332 millones de todo 2023", enfatizan desde el ministerio, donde aseguran que los sectores más activos están siendo el automovilístico, el cárnico y el avícola.

En cualquier caso, las exportaciones de este año seguirán estando muy lejos de la serie histórica, pues en los cuatro años previos al conflicto, la media de exportaciones rondaba los 2.000 millones de euros al año. Por el momento, las empresas afectadas están tratando de buscar otros mercados que suplan la cuota de ingresos que, históricamente, les reportaba el territorio magrebí. Argelia no le ha pedido un tiempo a España, ni la relación entre ambos está pasando por una mala racha. Es un caso claro de divorcio y la reconciliación no va a ser sencilla ni mucho menos rápida.