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Ferrari se da tremendo homenaje

El F80 se llama así por los años que cumple la firma. Sólo habrá 799, vendidos ya a 3,6 millones la pieza.

Ferrari se da tremendo homenaje
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Sabes que es algo más que un producto. Es una creación que, dentro de unos años, estará en un museo» contaba uno de los ingenieros de Ferrari el día que se desvelaba la última criatura ideada en Maranello: el F80. El nombre es casi obvio, F por Ferrari, 80 por los años que cumple la legendaria marca.

De modo que no es un coche más. Al contrario, forma parte de un Olimpo de superdeportivos que se estrenó en 1984 con el 288 GTO y al que luego siguieron los F40, F50, Enzo y LaFerrari. Cualquiera de ellos cuesta hoy una fortuna y resulta imposible saber por cuánto multiplicarán su inversión los afortunados que ya tienen asegurada una de las 799 unidades que se fabricarán del nuevo modelo, a expensas de que más adelante llegue la variante Aperta (por descapotable).

Del Enzo se hicieron 399 coches y 499 del LaFerrari, pero es que «el número de coleccionistas en el mundo crece e, incluso con aquella cifra, estaremos muy por debajo de la demanda» aseguran en Ferrari. Clientes que, con gusto supremo, desembolsarán 3,6 millones de euros por cada unidad y sin extras.

Flavio Manzoni, su diseñador, admite que se inspiró en las naves espaciales para darle forma. No es exagerado: las cifras dinámicas apuntan al hiperespacio. Especialmente, los 1.200 CV de su sistema híbrido que le convierten en el Ferrari de serie más potente de la historia. Consta de un propulsor gasolina V6 y tres motores eléctricos, dos en las ruedas delanteras.

¿Y por qué no un bloque con muchos más cilindros? Pues porque aquella configuración es la misma que llevan los F1 de la Scuderia o su exitoso coche de Resistencia con el que ha ganado los dos últimos años en Le Mans.

¿Y por qué híbrido a secas y no enchufable? Porque lo que podría aportar no compensa en términos de peso añadido. El del F80 se queda en 1.515 kilos, lo que representa más o menos lo mismo que un SUV pequeño hibridado como el Renault Captur.

Aerodinámica

En pos de esa misión, se usan a espuertas materiales como la fibra de carbono, el aluminio y el titanio. También se ha diseñado un nuevo chasis más ligero y rígido, con el fondo plano como el de los monoplazas de la Fórmula 1. Y a todo ello se suma un ejército de ayudantes que permitan mantener bajo control ese poderío, ya que cada CV solo tiene que mover 1,2 kilos de peso.

A la vista está el enorme alerón trasero, automático para evitar errores del conductor. Junto con el 'spoiler' delantero, son capaces de generar una fuerza de casi 1.500 pilos que 'sueldan' el F80 al asfalto. Y, aunque oculta, la suspensión activa, con correcciones continuas a intervalos de milisegundos, tiene como misión crucial que la carrocería esté siempre lo más sujeta posible. Por cierto, algunos de sus componentes, como los triángulos, están impresos en 3D para hacerlos más livianos.