Golpe de mano del Gobierno de Emmanuel Macron en EDF, la eléctrica estatal. El Ejecutivo francés ha decidido cesar al consejero delegado de la compañía energética, Luc Remont, sin esperar al final de su mandato, que expiraba en julio. La causa del volantazo en la cúpula del grupo energético han sido el fuerte desacuerdo entre Remont y el Elíseo por la intención del ejecutivo de vender parte de la producción nuclear a un precio superior al que actualmente paga la demanda nacional a través de subastas europeas.
El Elíseo ha anunciado este viernes que el propio Macron, a propuesta del primer ministro, François Bayrou, tiene previsto nombrar como sustituto de Remont a Bernard Fontana, quien desde hace casi diez años capitanea Framatome, filial de la eléctrica estatal.
Hace justo un mes, la compañía hizo públicos sus resultados anuales de 2024, ejercicio en el que registró un beneficio de 11.406 millones de euros, un 13,9% más que el año previo. La buena marcha del negocio no ha sido óbice para el giro estratégico que ha ejecutado el Gobierno de Macron tras mes.
En su comunicado, el Elíseo ha precisado que el nombramiento de Fontana no es firme aún, pues todavía debe someterse a las comisiones competentes de las dos cámaras parlamentarias, tal y como fija la Constitución del país.
Antes de que el Gobierno confirmase el cese de Remont, varios medios de comunicación locales, como Le Figaro, ya habían filtrado que el directivo había sido convocado esta misma mañana en el Ministerio de Economía para comunicarle su salida. Su mandato tenía vigencia hasta el próximo mes de julio, cuando tenía posibilidad de renovar en el cargo.
Lo que subyace tras el repentino cese de Remont ha sido el propósito del todavía consejero delegado de comercializar la electricidad de los reactores nucleares de EDF (que aportan casi tres cuartas partes de la corriente generada en Francia) en un sistema de subastas europeo para obtener precios más altos.
Esa iniciativa, que fue comunicada la semana pasada, soliviantó a la Unión de Industrias Usuarias de Energía (Uniden), asociación que reúne a empresas que electrointensivas del país, es decir, aquellas grandes industrias para las que el recibo eléctrico es una parte sustancial de los costes. Uniden se quejó de que la eléctrica estatal "prefiere vender al mejor postor que a los que lo necesitan realmente".
Algunos ex altos cargos de Macron también han mostrado su preocupación estos días por el impacto del plan de Remont en la competitividad de las industrias implantadas en Francia, que eventualmente dejarían de beneficiarse de unos precios más asequibles que los de otros países europeos, lo que, a su entender, podría conducir a la deslocalización de actividad fuera del territorio francés.
"EDF, una empresa 100% pública , debe proporcionar electricidad al precio más competitivo posible a todos los industriales. El proyecto de subasta europea no responde a esta vocación y debilitaría la industria francesa", aseveró Bruno le Maire, ex ministro de Economía, en su perfil de X a principios de marzo.