- Política Montero anuncia más margen para el gasto en Defensa al haber cumplido el objetivo de déficit
La necesidad de aumentar el gasto en defensa también llega a las despensas de los cuarteles. El Ejército de Tierra ha visto cómo 16 de los lotes del contrato de casi 20 millones de euros anuales para suministrarle alimentos han quedado desiertos, ya que ninguna empresa estaba interesada en proveer ese servicio en la condiciones propuestas por las Fuerzas Armadas.
La situación es especialmente complicada en Fuerteventura y Lanzarote, donde nadie se ha presentado a ninguna de las diez categorías de la puja, que va desde el suministro de carne o embutidos a harina y leche. La otra región afectada es Cataluña, ya que ninguna compañía ha presentado una oferta para cuatro lotes relevantes como el de carne y embutidos (80.000 euros), pescados y mariscos (25.000 euros), productos lácteos (28.000 euros) y varios. Tampoco hay postulaciones para hacerse cargo del suministro de harinas y pan en Gran Canaria y la región Oeste (que engloba Castilla y León, Galicia, País Vasco, Asturias y Cantabria).
En el caso de Fuerteventura y Lanzarote, su relevancia para el ejército no viene solo de que sean la sede de los acuartelamientos de regimientos de infantería, sino que en Fuerteventura por ejemplo el Campo Nacional de Maniobras y Tiro de Pájara, declarado zona de interés para la Defensa Nacional el año pasado y con una superficie de 4.205 hectáreas.
El contrato busca suministrar de productos de distinto tipo a las bases militares que cuentan con cocinas propias, así como a las unidades que harán "ejercicios tácticos" tanto en los campos de maniobra y tiro o fuera de este perímetro alrededor de todo el territorio español. Sin embargo los precios ofrecidos por el Ejército han resultado demasiado bajos en varias latitudes, lo que evidencia la tensión presupuestaria que viven las Fuerzas Armadas en el país. El proceso además comprende la necesidad de contar con varias certificaciones de seguridad y firmar estrictos protocolos de confidencialidad y actuación a la hora de entregar los alimentos, por lo que también reduce la cantidad de posibles ofertantes. En el contrato, también cabe la opción de prórrogas que elevarían a casi 60 millones de euros el montante final destinado a las empresas.
Además, se trata de la primera vez que el conjunto del suministro del Ejército de Tierra se licita en un único acuerdo marco. Anteriormente, era responsabilidad de las distintas áreas geográficas de encargarse de su abastecimiento particular, sin embargo, esto suponía "una sobrecarga de trabajo para la Administración y las empresas adjudicatarias, por la cantidad y diversidad de contratos a formalizar", según la Junta de Contratación, lo que fue una de las razones para cambiar el método de realizar ofertas. La otra fue que al crearse múltiples contratos, las exigencias de calidad y condiciones de prestación del servicio variaban de una base a otra, lo que genera también descontento entre la tropa.
Para evitar que esto ocurra, las instrucciones de Defensa son extremadamente precisas, estableciendo tamaños y pesos mínimos para cada alimento, como las pechugas de pollo, que tienen que pesar entre 350 y 400 gramos, e incluso limitaciones en los platos preparados: la leche solo puede ir envasada tetabrik de un litro o en polvo y las croquetas congeladas solo pueden ser de tres sabores: bacalao, jamón y pollo.
Sanciones a cárteles
La decisión de Defensa de centralizar las compras llegó también después de que la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) denunciara el pasado julio la existencia de tres supuestos cárteles que se repartían licitaciones de forma ilegal en contratos de alimentación al Ejército del Aire, instituciones penitenciarias, hospitales y residencias de mayores. En total, el regulador multó a siete distribuidoras de alimentos con 3,13 millones de euros, así como a varios directivos, si bien todas las sanciones están recurridas en este momento.
De los 3,13 millones, 2,4 millones de euros de sanción fueron a Plataforma Femar, una compañía que se encuentra entre las admitidas para disputarse esta licitación en los lotes que sí ha habido concurrencia (más de 60), según la documentación consultada por EL MUNDO.