MACROECONOMÍA
Aranceles

Trump vuelve a cambiar de opinión y exime a México y Canadá de algunos aranceles

Elogia a la presidenta Sheinbaum tras hablar con ella, pero arremete contra Trudeau, acusándole de intentar aferrarse al poder con la guerra comercial

Donald Trump durante un acto el pasado enero
Donald Trump durante un acto el pasado eneroAFP
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Los días pares, Donald Trump y su administración elogian los aranceles y dicen que son la palabra más hermosa en lengua inglesa, el mejor invento económico para fortalecer a un país y una fuente extraordinaria de ingresos que permitirán financiar una nueva edad dorada y bajar los impuestos a los ciudadanos. Los días impares, Trump anuncia prórrogas, exenciones o la suspensión de los aranceles, y su equipo se apresura a presentar como una prueba definitiva de su talento superior como negociador y maestro en el arte de los acuerdos.

Este jueves, después de que las Bolsas hayan destruido 3,3 billones de dólares en unas pocas semanas, ha sido día impar. En un mensaje en su red social, el presidente de Estados Unidos ha dado un nuevo giro en su política comercial anunciando que los aranceles a México, que aplicó nada más jurar el cargo, suspendió temporalmente dos días después, volvió a introducir esta semana y matizó dejando fuera a los coches ayer, volverán a suspenderse para todos los productos amparados por el tratado de libre comercio de América del Norte. Suspendidos al menos hasta el 2 de abril, la fecha en la que se supone que entrarán en vigor los llamados "aranceles recíprocos" para productos de todo el planeta.

"Después de hablar con la presidenta de México, Claudia Sheinbaum, acordamos que México no tendrá que pagar aranceles sobre nada que esté incluido en el Acuerdo USMCA. Este acuerdo es válido hasta el 2 de abril. Lo hice como una forma de acomodarme [a sus peticiones] y por respeto a la presidenta Sheinbaum. Nuestra relación ha sido muy buena y estamos trabajando duro, juntos, en la frontera, tanto en términos de impedir que los inmigrantes ilegales ingresen a los Estados Unidos como, asimismo, de detener el fentanilo. ¡Gracias, presidenta Sheinbaum, por su arduo trabajo y cooperación!", ha dicho en Truth Social.

La medida, de inicio, parecía no afectar a Canadá, a pesar de que esta misma mañana el secretario de Comercio, Howard Lutnick, había dicho que esperaba que así fuera. El anuncio sólo fue sobre México, pero horas después, respondiendo preguntas, el presidente reconoció que sería para ambos países, pero sólo para una serie de productos, lo que complica todavía más el esquema y confunde a los inversores. Y tan sólo unas semanas.

Así, por ejemplo, aproximadamente la mitad de los productos que llegan a Estados Unidos desde México quedarían incluidos en la exención y alrededor del 38% de los productos de Canadá. En las listas elaboradas no se incluyen los productos energéticos canadienses, que sin embargo ya tenían una categoría propia con un arancel del 10%. Todos los demás productos, incluidos por ejemplo ordenadores, seguirán estando sujetos al arancel del 25%, según ha explicado un alto funcionario del gobierno. Pero todo hasta el 2 de abril, cuando las reglas volverán a cambiar. Por eso el mensaje desde Canadá es que para ellos la guerra comercial sigue en marcha, que sólo son parches para las empresas estadounidenses y que, por tanto, no cambian su respuesta y las represalias anunciadas.

La razón en el diferente trato de Trump a ambos países no tiene que ver con la realidad sobre el terreno. No es por la cantidad de fentanilo que entra por la frontera norte de Estados Unidos, puesto que es mínima, apenas unas decenas de kilos incautados el año pasando. Y lo mismo ocurre con la inmigración ilegal, que por razones geográficas obvias entra por el sur de EEUU. Tampoco es cierto el argumento, repetido esta semana, de que Canadá no permite operar en su territorio a entidades financieras estadounidenses.

El problema es que Canadá ha optado por el choque, sin aguantar en silencio. México se ha decantado por una vía más cauta, también porque se juega muchísimo más. Trump habla de que Canadá sea el 51º estado de EEUU en breve, e incluso falta constantemente al respeto a Trudeau, llamándolo "gobernador" y no primer ministro. Pero al menos su vecino no juega con la posibilidad de usar a las fuerzas especiales para atacar en su territorio, como hace ahora la Casa Blanca con los cárteles de la droga, tras designarlos organizaciones terroristas.

"Lo crean o no, a pesar del terrible trabajo que ha hecho por Canadá, creo que Justin Trudeau está utilizando el problema de los aranceles, que en gran medida él mismo ha provocado, para postularse nuevamente a primer ministro. ¡Es muy divertido verlo!", ha escrito Trump este jueves. Hace apenas 24 horas, sin embargo, dando cuenta de una llamada entre ambos, Trump dijo que había concluido de una manera "más o menos amistosa", pero enseguida metió leña diciendo: "No pudo decirme cuándo se celebrarán las elecciones canadienses, lo que me hizo sentir curiosidad, pensando: ¿Qué está pasando aquí? Entonces me di cuenta de que está tratando de usar este problema para mantenerse en el poder. ¡Buena suerte, Justin!", afirmó.

El tono ha vuelto a cambiar entre ambos países mientras sus equipos técnicos negocian. Esta semana, ante la inevitabilidad de la guerra comercial, Trudeau tuvo una de las intervenciones más duras que se recuerdan contra Trump. Trudeau: "Ahora quiero hablar directamente con un estadounidense en particular. Donald... no es mi costumbre estar de acuerdo con el Wall Street Journal, pero Donald, ellos señalan que, aunque eres un tipo muy inteligente, esta guerra comercial es algo muy estúpidos. Dos amigos peleándonos es exactamente lo que nuestros oponentes en todo el mundo quieren ver", dijo en una rueda de prensa en la que recalcó que Canadá nunca se unirá a EEUU y lamentó que los ataques "injustificados". Cuando se le preguntó sobre las motivaciones de Trump para imponer aranceles, Trudeau dijo que el presidente estadounidense "quiere ver un colapso de la economía canadiense porque eso facilitaría su anexión (...) Los canadienses somos razonables. Somos educados. No nos echaremos atrás en una pelea", aseguró. Y hay pelea.

"Muchas gracias al presidente Donald Trump. Tuvimos una excelente y respetuosa llamada en la que coincidimos en que nuestro trabajo y colaboración han dado resultados sin precedentes, en el marco de respeto a nuestras soberanías. Continuaremos trabajando juntos, particularmente en temas de migración y seguridad, que incluyen reducción del cruce ilegal de fentanilo hacia los Estados Unidos, así como de armas hacia México. Como lo menciona el presidente Trump, no se requerirá que México pague aranceles en todos aquellos productos dentro del T-MEC. Este acuerdo es hasta el 2 de abril, cuando Estados Unidos anunciará aranceles recíprocos para todos los países", ha dicho en su cuenta de X la presidenta mexicana.