Desde ayer, todos los contratos de alquiler que se firmaron a partir del 25 de mayo de 2023, cuando entró en vigor la ley de vivienda, y que tengan que ser revisados este mes, no podrán subir más de un 2,2%. Así lo estipula el nuevo índice de referencia que ha publicado por primera vez el Instituto Nacional de Estadística (INE) para determinar las revalorizaciones anuales de los contratos de arrendamiento y que fijó en el 2,20% el pasado mes de noviembre, dos décimas por debajo del IPC, que en ese mes cerró en el 2,4%. Hasta ahora los contratos de alquiler se actualizaban cada año en función de la inflación, aunque desde 2022 estuvieron limitadas al 2% en 2022 y 2023, y al 3% durante 2024 como medida para paliar los efectos de la pandemia y de la guerra de Ucrania.
Este nuevo índice, que se difundirá cada mes, tiene como objetivo «evitar incrementos desproporcionados en la renta de los contratos de arrendamiento», tal como reza el artículo 18 de la ley. Una revisión de la que no se beneficiarán todos pues se aplicará únicamente sobre los que ya están vigentes y que se firmaron bajo el paraguas de la nueva ley, es decir, desde el 25 de mayo del año pasado, por lo que para el resto de inquilinos, su renta anual se seguirá revalorizando con el dato del Índice de Precios al Consumo, que tras subir cuatro décimas en diciembre, cerró el año en el 2,8%, por lo que serán más caras.
«El encarecimiento del alquiler sigue siendo la tónica desde hace dos años consecutivos y vuelve a marcar un nuevo precio máximo», explica María Matos, directora de Estudios de Fotocasa. De acuerdo al portal inmobiliario, a día de hoy, el precio medio del arrendamiento en nuestro país se sitúa en los 13,13 euros el metro cuadrado, un 14,7% más con respecto al último año. Se trata del «incremento anual más alto detectado en los últimos seis años», confirma Matos y advierte que seguirá subiendo por encima del 10% este año. La misma proyección que hace la Unión de Créditos Inmobiliarios (UCI), que fija en el 10% lo que pueda llegar a subir el alquiler, especialmente en «en áreas de alta demanda como grandes ciudades y regiones costeras», señala José Manuel Fernández, subdirector general de la entidad.
Además, ninguna provincia se salvó del encarecimiento de sus alquileres, tal como reflejan los últimos datos de Idealista. De esta manera, alquilar una vivienda en Barcelona -es la provincia con los arrendamientos más caros- ronda al mes los 23 euros el metro cuadrado, un 13,9% más que hace un año. También en Madrid, donde el metro cuadrado se sitúa en los 20,7 euros mensuales, es un 15,3% más caro que en 2023, o en Málaga, donde el inquilino paga un 11,4%más de renta (15,1 euros por metro cuadrado) que hace un año. Aunque los mayores incrementos se han registrado en Cáceres (22,1%), Segovia (21,1%) o Ávila (17,2%).
Para Francisco Iñareta, «2024 solo ha confirmado la crisis del mercado, reduciendo aún más la escasa oferta y disparando los precios». «Las previsiones no son buenas», continúa el experto. «Las políticas que nos han llevado a este punto no sólo se mantienen, sino que amenazan con endurecerse con mercados más intervenidos» y concluye que «la reducción de la oferta disponible además de incrementar los precios y generar una enorme ansiedad en las familias, convierte el alquiler en coto exclusivo de aquellos perfiles con mejores salarios, más ahorros, mayor apoyo familiar o gran seguridad laboral».
Es precisamente este problema el que se quiere atajar con el nuevo índice, especialmente en las grandes ciudades y zonas tensionadas.