El centro de cualquier ciudad suele representar el punto de encuentro poblacional en el que confluyen las zonas de ocio, los lugares históricos y los espacios culturales. Sin embargo, hay casos en los que los cascos urbanos también representan profundas cicatrices que dificultan el desarrollo de la localidad.
Es lo que ocurría en Huesca, la segunda ciudad más poblada de Aragón, donde durante 30 años el boquete provocado por el polígono de Harineras ha estancado el aumento de la oferta de vivienda, provocando una fuerte congestión en la llegada de nuevos vecinos. Sin embargo, tras un largo litigio y una vez resuelta la falta de entendimiento entre propietarios y administración local, los trabajos para hacer realidad un sólido complejo habitacional han comenzado.
La Urbanización de Harineras representa un proyecto sin precedentes en la provincia y de características únicas en toda España, ya que constará de más de 1.300 nuevos hogares, lo que permitirá que se produzca un crecimiento poblacional en la localidad de casi el 10% (9,09) y se logre superar los 60.000 habitantes.
«Es un proyecto importantísimo para nosotros, porque es la solución a la enorme demanda de vivienda que existía en la ciudad. Una promoción así desatasca el flujo demográfico y abre la posibilidad de aumentar la oferta del número de pisos en alquiler. Sentíamos que teníamos que resolver esta cuenta pendiente con la ciudad y ahora podremos empezar a ver cómo las empresas crecerán alrededor del complejo y atraerán un talento que podrá echar raíces en nuestras calles», explica la alcaldesa de Huesca, Lorena Orduna, en declaraciones para EL MUNDO.
El coste de su construcción será de 13,3 millones de euros, el cual asumirán los 22 propietarios del suelo. Por otro lado, la ejecución correrá a cargo de la UTE (Unión Temporal de Empresas) formada por Vialex y Giral, dos compañías oscenses que fueron seleccionadas en concurso de licitación debido a que, según explica Luis Villamayor, vicepresidente de la Junta de Compensación, «era necesario contar con una comunicación fluida con la constructora, además de que el conocimiento del terreno es esencial por el impacto que el proyecto va a tener en la ciudad».
Un impacto que se hará especialmente notable en el aumento de la fluidez del tráfico en los puntos de acceso a la ciudad, ya que el descampado actual separa la entrada desde Zaragoza con la zona centro de Huesca. Su urbanización permitirá conectar las principales arterias de tránsito urbanístico y crear recorridos alternativos para mejorar la circulación. Además, se renovará todo el sistema de saneamiento y se habilitarán nuevas zonas verdes.
La joya de la corona será la Torre Harineras, que con 12 plantas dominará los cielos altoaragoneses. Se convertirá en una de las más altas de la provincia y albergará un total de 92 viviendas, con precios entre 270.000 y 400.000 euros. «Es una oferta destinada a personas con un nivel adquisitivo medio-alto, ya que una torre de este tamaño requiere de unas altas medidas de seguridad, lo que hace que el precio suba. El perfil dominante en los compradores es de parejas de una cierta edad que tienen un gran interés en vivir cerca del centro», expone Villamayor.
La expansión de Huesca también formará parte del Plan Aragón Más Vivienda, con el que el Gobierno de Jorge Azcón pretende distender el precio de los alquileres. Así el Ayuntamiento pondrá a disposición del Ejecutivo un total de 77 viviendas de protección oficial. Además, existe otro terreno dentro del entramado cuya propiedad también es pública.
Aragón es una comunidad en claro crecimiento, por lo que proyectos como el de Huesca encuentran réplica en otras localidades de la región. Es el caso de Cuarte de Huerva, la mayor urbe del área metropolitana de Zaragoza, donde también se ha dado el pistoletazo de salida a un proyecto destinado a la urbanización de un terreno donde cabrán unas 300 viviendas que traerán otro millar de vecinos en un futuro próximo.
Este desarrollo urbanístico supone un paso más en el crecimiento de la localidad, que ha pasado de tener apenas 1.800 habitantes en el año 2000 a los más de 15.000 con los que cuenta actualmente. «La labor del anterior alcalde, Jesús Pérez (PAR), durante los 36 años que estuvo en el cargo, fue encomiable en este aspecto», explica la actual regidora, Elena Lacalle (PP), a EL MUNDO y analiza que «supo aprovechar que durante los primeros años del siglo la gestión urbanística de Zaragoza no fue la mejor y posicionarse como principal alternativa para toda esa gente que trabaja en la capital».
Asimismo, además de esta increíble expansión, Cuarte de Huerva es el municipio de los récords en Aragón, ya que es la localidad con mayor renta per cápita de la comunidad, con 35.426 euros, por delante de Villanueva de Gállego (33.048 €) o incluso Zaragoza (31.519 €). Además, tiene, junto con Utebo (Zaragoza), la media de edad más joven de la región, con apenas 34 años, y posee, según el INE, la tasa de empleabilidad más alta de España en los municipios de más de 10.000 habitantes, con un 77,7%.
Sin embargo, el auge de Cuarte no se ha visto acompañado de una mejoría en los accesos al pueblo, que se mantienen tal y como estaban hace más de 20 años. Por ello, Elena Lacalle demanda al Gobierno central una mejora en este aspecto, ya que se producen constantes atascos y, en caso de una inundación como la que vivieron en 2023, toda la población puede quedar incomunicada. «Es de vergüenza, solicitamos una reunión con Óscar Puente, pero no ha habido manera. Estamos dispuestos a afrontar el pago nosotros mismos, porque es algo fundamental», expresa.
La mejoría en el tránsito de la localidad, por el momento, se verá a través del proyecto urbanístico de La Florida, con el que la alcaldesa explica que «se cerrará una importante brecha entre el norte y el sur de Cuarte y se dará un paso más en el desarrollo del entorno y en cubrir las demandas de los nuevos vecinos».