En agosto de 2022, un cromo de béisbol de 1952 se vendió en EEUU por 12,6 millones de dólares. Era del jugador de béisbol de los Yanquis de Nueva York Mickey Mantle, y el precio nos da una idea del fervor que provoca este tipo de afición que, en España, se da sobre todo en las colecciones dedicadas al fútbol o al baloncesto, pero que abarcan muchas otras temáticas, como pueden ser películas, series de televisión, anime, etc. EL MUNDO ha asistido a la primera edición del Iberian Trading Card Show, la convención que reunió hace unos días en Madrid a más de mil coleccionistas y que pretende convertirse en la principal referencia del sector en nuestro país.
Uno de los organizadores del evento fue Carles Urpí, gerente de SuperCollectors, una tienda española especializada que en febrero cumplirá 10 años. Trading cards es como se conoce a este tipo de cartas coleccionables, las más valiosas firmadas por los propios jugadores o que incorporan trozos de camisetas usadas en determinados partidos. Algunas cuestan miles de euros porque solo existe una o porque pertenece a series muy limitadas de, por ejemplo, 10 ó 50 unidades. "Hemos trabajado mucho junto a mis compañeros de Sport Cards Center y de Euro Soccer Cards para conseguir hacer esta jornada a la que han acudido unos 60 vendedores y alrededor de 110 stands", dice Urpí, que nos muestra uno de los productos que han traído a su puesto, Inception, cajas de gama exclusiva de la Champions League de fútbol que, por 310 euros, incluye un sobre con siete cartas, una de las cuales está firmada por el propio jugador de su puño y letra. "La firma está certificada por Topps, que es el fabricante", explica Urpí, que ha podido cambiar impresiones con muchos de los visitantes que han acudido a la cita, como el conocido periodista especializado en la NBA Sergio Andrés, del canal de YouTube Drafteados, que se enamoró de este hobby hace unos cuatro años, "por culpa en parte de esta gente de SuperCollectors", dice con socarronería. "Desde entonces vivo pegado al hobby", nos explica mientras muestra algunas de sus joyas, como una carta firmada por Kobe Bryant u otra de Carmelo Anthony, ya que lo suyo son las trading cards de la NBA, especialmente las de los jugadores que le gustan. "El que tiene la licencia, como Panini o Topps, saca muchísimas colecciones de cada deporte", nos aclara Andrés, cuyo próximo objetivo es una carta coleccionable de Michael Jordan, aunque dice que para eso necesita ahorrar mucho dinero. "La que yo quiero cuesta más de 5.000 euros", confiesa.
Muchos de los coleccionistas se especializan en un segmento determinado, como pueden ser cartas antiguas, de un jugador en concreto, o de un equipo determinado. El youtuber Zabalive, que tiene un canal especializado en fútbol con más de un millón de suscriptores, lleva colgado un cromo de Alfredo Di Stéfano firmado por el astro argentino. "Colecciono cromos vintage desde hace 12 años. Hay gente que no sabe quién es Paulino Alcántara, de 1922, pero lo mío es todo lo que huele a antiguo", afirma este youtuber que tiene cromos de Bernabéu cuando era jugador, Gento, Puskás o Kubala, entre otros. En el mundo de los cromos antiguos priman aspectos a la hora de valorarlos como que no hayan sido pegados, nos explica Zabalive. En cuanto al precio, nos dice que "si alguno está certificado y con firma, hablamos de cinco cifras mínimo, porque no es lo mismo en cromo, que es un producto oficial, que en una foto impresa que hubiesen firmado los jugadores". Uno de los vendedores especializados en este tipo de cromos es Guillermo Camarasa, de Card Showcase, que nos enseña una rareza extrema, la ficha original de Kubala firmada por él con su foto cuando fue entrenador del Elche. "Es especial porque no llegó a debutar, ya que dimitió antes de empezar la liga".
Jaime Saldías ha venido al certamen porque "disfruta con este ambiente" y es un apasionado del Real Madrid y de jugadores como Drazen Petrovic. Arnau Badia, de Premium Cards 10, explica que su próximo objetivo es certificar algunas de sus trading cards, que consiste en enviarlas a unas empresas, como PSA (Professional Sports Authenticator), "que analiza el estado de los cromos y les pone una nota del 1 al 10, con lo cual tienen un valor u otro", relata Badia. También se determina el número de cartas que existen con esa misma puntuación.
Otra de las empresas que acudió al Iberian Trading Card Show fue Insinum, que a partir de diciembre permitirá a los coleccionistas de cromos de fútbol intercambiarlos a través de su web. "El que necesite terminar sus colecciones comprando también podrá hacerlo con un botón de inteligencia artificial que hallará la forma más barata de que los cromos lleguen a su casa", comenta Unai Santano, miembro de Insinum, quien añade que solo en España hay unas 1.500 colecciones de cromos de fútbol.