ESPAÑA
Política

El enfado del PP que precipitó la ruptura de la negociación con el Gobierno sobre inmigración

Los 'populares' rechazaban la propuesta de distribución de los menores que hizo el Ejecutivo y denuncian la filtración del contenido de las reuniones

Un cayuco con 65 personas a bordo, dos de ellas menores, llega al puerto de Los Cristianos (Tenerife)
Un cayuco con 65 personas a bordo, dos de ellas menores, llega al puerto de Los Cristianos (Tenerife)Alberto ValdésEFE
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No habrá más reuniones, más conversaciones, más propuestas ni más avances en la resolución de la crisis migratoria "hasta que el Gobierno recapacite". El PP se levanta de la mesa de negociación con los ejecutivos nacional y el canario y ayer canceló el encuentro previsto para mañana entre el ministro de Política Territorial, Ángel Víctor Torres, y el portavoz de los populares en el Congreso, Miguel Tellado. "Que España ha renunciado a pedir apoyo a la Unión Europea" es el motivo que esgrimen en el PP para romper los contactos, aunque en el Gobierno lo ven una "excusa" porque "en ningún caso el Gobierno ha rechazado ayuda de la UE".

Ayer el cruce de acusaciones se produjo a colación de si España está o no recurriendo a la colaboración comunitaria en la máxima medida posible. Sin embargo, detrás de la repentina ruptura de las negociaciones hay mucho más allá: el enfado del PP tras publicarse en EL MUNDO la última propuesta hecha por el Gobierno como solución a la emergencia migratoria que vive Canarias y el rechazo interno de Génova a dicha oferta.

El pasado lunes, el Ejecutivo y el Partido Popular volvieron a sentarse a la mesa. Torres y la ministra de Juventud e Infancia, Sira Rego, plantearon una nueva fórmula para abordar la distribución de los menores migrantes que Canarias no puede acoger. Una fórmula basada esta vez únicamente en el criterio poblacional: cuantos más habitantes tenga una comunidad autónoma, más niños deberá recibir.

Bajo esta premisa, el Ministerio de Hacienda sí desbloquearía fondos para que las CCAA hiciesen frente a la situación, una cofinanciación de hasta 180 millones de euros que venían exigiendo tanto el PP como el presidente del archipiélago, Fernando Clavijo. Así, Gobierno y oposición parecían haber acercado posturas, con la reforma de la Ley de Extranjería como horizonte pendiente.

Sin embargo, que los avances abordados en esa reunión trascendieran causó recelo en Génova. Fuentes del PP acusan al Ejecutivo de haber "incumplido su palabra" al filtrar el contenido de dicha reunión, "pese a que se manifestó expresamente el deseo de que las conversaciones fueran discretas". Desde La Moncloa desmienten esta acusación, que tachan de "falsedad". Creen que es otra "excusa" para paralizar los avances en materia migratoria y la enmarcan "en su estrategia de desgaste al Gobierno".

Además, la nueva fórmula que plantearon Torres y Rego para distribuir a los menores migrantes llegados a Canarias tampoco fue bien recibida en la cúpula de los populares. El pasado miércoles, la vicesecretaria de Políticas Sociales del partido, Ana Alós, envió un mensaje a los consejeros autonómicos del PP en el que se desmarcaba claramente de la nueva propuesta salida de La Moncloa. "Buenos días. Hoy sale información de una reunión que se ha celebrado con el Gobierno para el reparto de los menores", comienza el texto, al que ha tenido acceso EL MUNDO.

En el comunicado, Alós asegura a los consejeros, de forma muy asertiva, que la dirección nacional del PP no apoya la propuesta: "Nosotros estamos en el cumplimiento del acuerdo de Canarias [el suscrito entre Clavijo y Alberto Núñez Feijóo] y no nos vamos a salir de allí". "Y ellos", proseguía, en referencia al Gobierno, "no están por la labor, están planteando algo totalmente distinto y además sólo hablan del posible reparto sin hablar de nada de política migratoria, como siempre".

Antes de anunciar la suspensión de las negociaciones, el PP ya veía insuficiente la propuesta del Gobierno. Entre otras medidas, pedía que el Estado asuma el pago de los menores no acompañados cuando se saturen los centros autonómicos y solicitaba el "traslado de migrantes" a otros países de la Unión Europea. Este último fue el argumento que esgrimieron ayer como justificación para paralizar las conversaciones: "Busque el apoyo comunitario para la resolución de un conflicto que no es solo de Canarias ni de España", exigen al Gobierno desde Génova.

Los socialistas se defendieron alegando que sí están haciendo uso del apoyo europeo, pero que este está "reglamentado" y no les permite mayor margen de maniobra. Hasta que en 2026 entre en vigor el Pacto de Asilo y Migraciones, los Estados miembros no tienen obligación de recibir a los migrantes derivados de otros territorios -por ahora, esta acogida es "voluntaria"-. Torres añadió a los medios que el protocolo exige que "antes de acudir a Europa, se activen los mecanismos de inmigración dentro del país". "¿Cómo vas a solicitar a otros Estados que te ayuden para derivar migrantes si tú no lo has hecho en tu propio territorio?".

A partir de ahí, un cruce de acusaciones de cúpula a cúpula. En el PP culparon al Gobierno de "delegar" la respuesta al problema en las CCAA, y el Ejecutivo respondió que no se puede pedir ayuda a Europa sin antes demandar la colaboración de las regiones. En Génova consideran que esto responde al "interés político" del Gobierno y a su "obsesión por torpedear" a Clavijo, mientras que en La Moncloa acusan al principal partido de la oposición de "fabricar excusas" para alejar un posible acuerdo.

El PP tildó de "inaceptable" la política del Ejecutivo en materia migratoria, y los ministros reaccionaron calificando de "irresponsable" su decisión de abandonar las negociaciones. Todo cuando, según el Ministerio del Interior, en la segunda quincena de septiembre llegaron a Canarias 270 migrantes al día. Este 2024 lo han hecho 30.808, más del doble que el año pasado.