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Tribunales

El fiscal general justificó su reacción con el novio de Ayuso por una noticia previa de EL MUNDO que "negó tajantemente" y admite ahora que era cierta

Álvaro García Ortiz calificó ante el juez el registro de su despacho de "inimaginable"

El fiscal general del Estado, Álvaro García Ortiz.
El fiscal general del Estado, Álvaro García Ortiz.Alberto di Lolli
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El fiscal general del Estado justificó en el Tribunal Supremo haber solicitado todos los correos intercambiados entre la defensa del novio de Isabel Díaz Ayuso y la Fiscalía con máxima urgencia porque quería publicar una nota de prensa aclaratoria y consideraba necesario disponer de «absolutamente toda la información». «Se estaba instalando una controversia en la que se estaba faltando a la verdad y la idea de hacer [la nota] a esas horas era para que al día siguiente en las tertulias, en todos los debates de televisión (...) ya hubiera una información oficial veraz de la Fiscalía», sostuvo Álvaro García Ortiz en su declaración como imputado por un delito de revelación de secretos el pasado 29 de enero.

Además, el fiscal general explicó que su comportamiento también estuvo condicionado por un episodio que había ocurrido «un mes antes» -febrero de 2024- cuando EL MUNDO publicó que el fiscal del caso Tsunami Democratic había redactados dos informes distintos sobre el mismo asunto (el primero apreciando terrorismo para Carles Puigdemont y el segundo donde sólo vio desórdenes públicos), comunicando éste el cambio de opinión a sus compañeros de la Junta de Fiscales después de haber mantenido una reunión previa con García Ortiz.

Antes de publicar esa información este periódico contactó con la Fiscalía General del Estado para recabar la versión del fiscal general sobre lo sucedido y éste aseguró a este medio que era «rotundamente falso» que existieran dos informes. Al día siguiente, EL MUNDO publicó de forma detallada el contenido de ambos dictámenes elaborados por el fiscal Álvaro Redondo.

En su declaración en el TS, el fiscal general manifestó que «habíamos tenido un problema muy importante, muy importante, un problema que había convulsionado a la propia Fiscalía con relación al llamado caso Tsunami». «Yo negué tajantemente la existencia de los dos borradores. Yo pensaba que solamente había uno y EL MUNDO sacó la existencia de un borrador que yo desconocía con entrecomillados», admitió.

Portada del 'caso Tsunami', del 6 de febrero de 2024.
Portada del 'caso Tsunami', del 6 de febrero de 2024.

Por otra parte, en su interrogatorio -donde solo respondió a preguntas de su defensa-, el imputado también se pronunció sobre la noticia publicada a las 21.29 horas del 13 de marzo de 2024 por este periódico: «La Fiscalía ofrece a la pareja de Ayuso un pacto para que admita dos delitos fiscales mientras judicializa el caso». Ese fue el primer momento en que tuvo «conocimiento de que hay un cruce de correos entre la Fiscalía y el investigado». «Sitúo esa información como una información verosímil, porque es una información trabajada», sostuvo el fiscal general en el Supremo.

El fiscal general dice que los datos de su móvil eran «ultrasensibles»

García Ortiz calificó la noticia de este periódico de «importante» y «relevante por varios motivos», entre ellos porque recogía la propuesta que la pareja de Ayuso había realizado a la Agencia Tributaria meses antes. «La propuesta está escrita no en términos generales sino hace una mención a dos delitos fiscales, a una pena, a imponer de multa y a una suspensión de la condena privativa de libertad. Es un hecho, un dato, no es la elucubración de un medio», agregó.

Fue tras conocer esa noticia cuando decidió recopilar todas las comunicaciones entre la Fiscalía y la defensa del novio de Ayuso para elaborar una nota de prensa aclaratoria. A las 21.59 recibió, en su dirección de Gmail personal, el correo clave con la confesión del abogado del empresario González Amador: «Ciertamente se ha cometido dos delitos contra la Hacienda Pública».

Le preocupó la opinión en «las tertulias» de televisión

Por otro lado, sobre el borrado de los mensajes de su teléfono y el cambio de dispositivo «no tiene nada que ver» con la causa abierta contra él, pese a que se produjo sólo una semana después de que el Alto Tribunal lo imputara el pasado 16 de octubre. «Se ha hecho una inferencia ilógica de cómo ocurre ese cambio».

García Ortiz cambió de móvil el pasado 23 de octubre. Por ello, cuando la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil registró su despacho siete días más tarde, en su dispositivo telefónico se encontraron «cero mensajes» de los días en los que produjo la filtración investigada.

El fiscal general defendió que el borrado y el cambio de terminal no se produjeron porque quisiera «ocultar datos». «La inferencia que se hace es que [el cambio de móvil] es con motivo de esta causa, que lo hago por esta causa», señaló ante el magistrado instructor Ángel Hurtado. «Me parece un razonamiento sostenible desde una perspectiva futura, pero en el momento si yo hubiera querido ocultar datos hubiera cambiado el 30 de julio, que es cuando se eleva a la exposición razonada del Tribunal Superior de Justicia, o el 15-16 de octubre que es cuando el Tribunal Supremo acepta esa exposición razonada», argumentó. «No iba a exponer mis datos durante seis días a la ligera», remachó. Así, García Ortiz dijo que elimina «todo [los mensajes y el contenido de sus dispositivos] de manera regular», pues los datos que contienen «son ultrasensibles». «Borro todo, pero no sólo porque ejerzo mi libre derecho a manejar mi terminal como quiera, borro todo porque es una imposición legal», sostuvo.