ESPAÑA
Política

Podemos se adelanta a Sumar con la candidatura de Montero y ya compite por los socios: "La lista no debe ser sólo morada"

La ex ministra de Igualdad asegura que empezará a trabajar de inmediato en un proyecto de "izquierda fuerte" que ilusione a la ciudadanía

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Podemos ha lanzado ya a Irene Montero como líder de la candidatura para disputar desde la izquierda de la izquierda las próximas elecciones generales. Lo hizo sorpresivamente ayer, coincidiendo con el momento de máximo enfrentamiento de la formación morada con el Gobierno de coalición PSOE-Sumar. La secretaria general del partido y diputada, Ione Belarra, aprovechó un acto de partido en contra de los planes armamentísticos de la UE, y a sólo unos días de coronar su V Asamblea Ciudadana, para anunciar que la ex ministra de Igualdad y actual eurodiputada, Irene Montero, será el rostro del cartel electoral.

Una candidatura que, en palabras de Belarra, debe ser "no sólo de Podemos" sino que tienda la mano a la sociedad civil y a los "desencantados" con la gestión del actual Gobierno. Fue una manera sencilla de tratar de promocionar la unidad de diferentes corrientes y fuerzas de izquierda pero dejando al margen a Movimiento Sumar, la formación encabezada por la vicepresidenta segunda Yolanda Díaz que, en opinión de Pablo Iglesias, referente en la sombra indiscutible de Podemos, está acabada, "políticamente muerta".

La propuesta de Belarra evidentemente estaba atada de antemano. "Sé que es pedirte mucho, pero creo que estamos en un momento crítico de la historia y sólo una mujer pacifista y valiente, una verdadera patriota, va a poder hacer la tarea que tenemos por delante". Lo que parecía una propuesta se convirtió en realidad porque Montero aceptó de inmediato -seguirá como eurodiputada, en tanto llegan las generales-. "Dispuesta", afirmó, a impulsar un proyecto que suponga "una izquierda fuerte" capaz de representar la paz e ilusionar y dar esperanzas a la ciudadanía.

La mención a que la candidatura no sea "sólo de Podemos" resulta clave. Los morados pretenden acercar a formaciones autonómicas, como Chunta (Aragón) o Mès (Baleares), ahora distanciadas en diferente grado de Sumar, y también mira bien Podemos a IU. De hecho, el coordinador federal de esta formación, Antonio Maíllo, auguró que debería haber una unidad de la izquierda para las andaluzas, que serían la primera gran cita del próximo ciclo electoral, después de los comicios en Castilla y León.

Con el anuncio de la candidatura de Montero, Podemos se adelanta a Sumar, el conglomerado del que formó parte hasta que, tras el 23-J y al no tener sillón en el nuevo Gobierno, optó por volar en solitario.

Sumar ha adelantado su intención de celebrar primarias, al contrario del 23-J, para designar a la persona -se da por hecho que avalarían a Yolanda Díaz- que encabezará su candidatura y optará a la presidencia del Gobierno. Y en su último congreso aterrizó la propuesta de reunificación en su espacio político ofreciendo a Podemos confluir nuevamente, con primarias. Sin embargo, esta oferta se recibió con desdén en las filas moradas. Ayer, el rechazo se hizo patente con el anuncio de la candidatura de Montero. En Podemos insisten en que fue la formación de Díaz -pese a que esta lo niega- la que impidió que Montero formara parte de las listas conjuntas con la que ambas fuerzas concurrieron el 23-J. Díaz y Montero podrían llegar a medirse en primarias para una futura candidatura.

El anuncio de la candidatura de Montero se produjo en el acto Por la paz y contra el régimen de guerra que organizaron los morados como arranque de su movilización en contra del incremento del gasto militar en la UE, del que recelan los ministros de Sumar, aunque acaban aceptándolo dentro del Gobierno, situación que favorece la diferenciación del proyecto de Belarra-Montero-Iglesias. También IU ha planteado salir a las calles contra el gasto en Defensa y este sábado ya se produjeron marchas unitarias por la vivienda impulsadas desde la izquierda del PSOE.

Podemos, con su campaña, pretende denunciar la supuesta intención del Ejecutivo de embarcar a España en un régimen de guerra y el rearme a costa de las partidas sociales, algo que hasta ahora han desmentido tanto Sánchez como Díaz. Además, piden "valentía suficiente" para golpear a la Administración de Donald Trump "donde más le duele": los fondos buitre y los millonarios estadounidenses, según Podemos, tendrían que ser expropiados en España.