La reestructuración territorial llevada a cabo en el PSOE en los últimos meses, que ha supuesto la renovación de siete liderazgos autonómicos, también ha implicado un aumento en el número de miembros de la Ejecutiva Federal que han duplicado responsabilidades orgánicas en el partido. En este proceso cuatro integrantes de los 54 que componen la cúpula de Ferraz se han incorporado al grupo de los otros cuatro que ya estaban en dicha situación, superando así el máximo del 10% al que se permite de forma excepcional la acumulación de cargos.
Se han sumado a esa lista María Jesús Montero -vicesecretaria general de los socialistas-, Francisco Lucas -secretario de Reforma Constitucional y Nuevos Derechos- y Pilar Alegría -vocal-, quienes tras los cambios se han puesto al frente, respectivamente, de las federaciones de Andalucía, Murcia y Aragón. En el organigrama de esta última comunidad también ha entrado como secretaria de Organización Manuela Berges -responsable de Políticas Sociales, Mayores y Movimientos Sociales en la dirección nacional-.
Según consta en los Estatutos del PSOE, "será incompatible simultanear un cargo en las comisiones ejecutivas provinciales, insulares, regionales, de nacionalidad o autonómicas con ser miembro de la Comisión Ejecutiva Federal". La diferencia introducida en las dos últimas versiones de este código de funcionamiento interno -2024 y 2021- frente a la primera que se elaboró ya bajo el liderazgo de Pedro Sánchez en el partido es que "se podrá excepcionar el cumplimiento del presente artículo hasta en un 10% de sus miembros".
Preguntados por la superación de esa cuota máxima permitida en la acumulación de responsabilidades, en la dirección de Ferraz se limitan a apuntar que "los procesos orgánicos no han terminado todavía". Fuentes de la federación de Aragón sí adelantan que la intención es que Manuela Berges renunciará a su cargo, aunque no de forma inmediata, y que será en el Comité Federal que se convoque cuando culmine el proceso de renovación del partido -previsto o para antes de las vacaciones de verano o en septiembre- cuando se designe a su sustituto.
Aun así, la Ejecutiva del partido, que aprueba los documentos políticos, realiza el seguimiento de la acción de gobierno y coordina la actividad cotidiana, seguiría estando integrada por otros siete miembros que, sobre el papel, compaginarían su puesto en la cúpula nacional con responsabilidades autonómicas o provinciales. Según la propia norma del 10% establecida en los en los estatutos, la excepcionalidad se le podría aplicar sólo a 5,4 de ellos.
Tras la remodelación orgánica realizada por Sánchez en el 41º Congreso Federal, celebrado a final del año pasado en Sevilla, había cinco personas en esta situación de simultaneidad de cargos: Óscar Puente, Esther Peña y Javier Alfonso Cendón, secretarios generales de los socialistas en Valladolid, Burgos y León, respectivamente, todos reelegidos ya por otros cuatro años; Sabrina Moh, secretaria de Organización de Melilla y desde el mes de marzo secretaria general; y Alejandro Soler, presidente en la Comunidad Valenciana y líder en la provincia de Alicante, puestos que tras los cambios territoriales ya no ostenta.
A los cuatro nombres de los que sí siguen haciendo doblete se han sumado ahora los de Montero, Lucas, Alegría y Berges tras la finalización de la renovación territorial con los congresos de Baleares y Navarra. A falta de que concluyan los procesos congresuales provinciales y municipales que faltan por celebrarse para completar la puesta a punto del partido, el régimen de incompatibilidades no afectaría a quienes renueven o pudieran ser elegidos líderes locales, ya que en este ámbito no se aplica.
En los primeros estatutos elaborados por Sánchez en 2017 tras su vuelta a la secretaria general del PSOE después de las traumáticas primarias en las que se impuso a la candidata del aparato, Susana Díaz, se mantuvo la disposición de que los afiliados "no podrán desempeñar simultáneamente más de un cargo institucional o público de elección directa". A esto se añadió que "sólo podrán tener un cargo orgánico ejecutivo, salvo que sean inherentes o derivados del cargo o función principal o uno de ellos sea formar parte de la Comisión Ejecutiva municipal o de distrito", y que "en todo caso será incompatible simultanear un cargo en las comisiones ejecutivas provinciales, insulares, regionales o de nacionalidad con ser miembro de la Comisión Ejecutiva Federal".
Fue ya en las versiones posteriores en las que se incluyó la excepcionalidad del 10% que ahora se ha quedado pequeña tras la estrategia de mandar a cinco de ministros a la reconquista del poder autonómico del partido en 2027, dos de ellas -Montero y Alegría- parte de la cúpula de Ferraz. Hay pocos precedentes en los que se hayan solapado un cargo nacional con un liderazgo autonómico aunque hay casos como el de Marcelino Iglesias, que siendo presidente de Aragón y responsable del partido en su región fue nombrado secretario de Organización del PSOE por José Luis Rodríguez Zapatero.