Los hutíes proiraníes lanzan misiles desde Yemen, que aparentemente van dirigidos a Israel. Un barco estadounidense en la zona sirve como escudo y los intercepta. Esta escena -confirmada anoche por el Pentágono- es evidencia de la amenaza que supone este frente periférico.
Estos guerrilleros yemeníes forman parte de una alianza de milicias respaldada por Teherán: involucrados en conflictos locales pero dispuestos a unirse a crisis regionales, incluso globales, teniendo en cuenta que el país se encuentra en el Mar Rojo, una de las principales rutas del comercio internacional.
Los milicianos chiitas están luchando contra una coalición sunita heterogénea, compuesta por tropas "gubernamentales", saudíes y de Emiratos Árabes. Cada componente tiene su propia agenda, un panorama en el que hay espacio para lo que queda de Al Qaeda en la península arábiga, la organización preferida de Osama bin Laden.
La guerra civil, que ha causado enormes pérdidas entre la población, ha brindado la oportunidad de probar armas. Los hutíes, con la ayuda fundamental de Irán, han desafiado a sus oponentes infligiendo importantes derrotas y, con el tiempo, han acumulado un arsenal a tener muy en cuenta con la asistencia de los Pasdarán.
En los últimos años, han golpeado con éxito a Arabia Saudí y a Emiratos Árabes Unidos, superando defensas en teoría sofisticadas, causando daños a instalaciones petroleras con armas de gran alcance, desde drones hasta misiles.
Los combatientes cuentan con el Toophan, una copia del Ghadr iraní, un misil guiado antitanque con un alcance de 1.300-1.950 kilómetros, capaz de "cubrir" una parte del territorio israelí.
Otros sistemas son utilizados para distancias más cortas, de hasta 700 kilómetros, tanto modelos antiguos como nuevos, que cuentan con modificaciones proporcionadas por los iraníes.
Ataques por mar y aire
Los vehículos aéreos no tripulados equipados con cargas explosivas contribuyen a comprometer el escudo enemigo y, a menudo, han tenido éxito en hacerlo. De hecho, sus experiencias han sido aprovechadas por Teherán para mejorar los medios vendidos a Rusia en la invasión de Ucrania. Otro signo de unión en el campo de batalla.
La seguridad marítima también es motivo de preocupación. Los hutíes tienen misiles antinavíos con los que pueden atacar objetivos a distancias de hasta 300 kilómetros, y posiblemente más, mediante el uso de sistemas de diseño chino. Tienen un amplio inventario de minas navales, flotantes y de fondo, producidas localmente y suministradas, probablemente, por proveedores externos.
Estos equipos son efectivos si se desea obstaculizar el tránsito en una ruta estrecha y transitada como la del Mar Rojo. Junto con las tácticas convencionales, también hay sorpresas: han construido y utilizado barcazas explosivas controladas por control remoto, una amenaza para cargueros o petroleros que ahora también están expuestos a ataques de drones.
En octubre de 2000, los extremistas de Al Qaeda atacaron con éxito el destructor americano USS Cole, provocando la muerte de 17 marineros. Esta acción se llevó a cabo utilizando un barco dirigido por un suicida. Un ejemplo alarmante de terrorismo en el mar.
Mayor vigilancia de EEUU
Las tensiones y los intereses estratégicos han llevado a una mayor vigilancia. Estados Unidos, junto con sus aliados, patrullan el Mar Rojo y tienen puntos de apoyo en Yibuti, un pequeño país que alberga bases de numerosos países, incluidos China e Italia. En el pasado, se han interceptado barcos mercantes cargados de armas destinadas a los hutíes, mercancías que partieron de Irán.
El Pentágono ha entregado recientemente equipos de combate a los ucranianos. Por otro lado, los Emiratos han establecido una base en la isla de Socotra, cerca del estrecho de Bab el Mandeb, puerta sur de la vía marítima. Los iraníes, a su vez, han dejado a menudo un barco anclado en una zona comprendida entre la costa saudí y las islas Dahlak.
Se sospecha que esta nave realiza misiones de inteligencia a favor de los hutíes. Inicialmente, estaba la Saviz, que fue reemplazada en 2021 por la Behshad, después de que sufriera un más que probable sabotaje.
Desde hace un tiempo se ha prestado más atención a los hutíes en la región gracias a sus relaciones con algunos países africanos. Este hilo nos lleva de vuelta a la gran movilización en apoyo a los palestinos. Teherán puede alentar a los "aliados" y amigos a mostrar su solidaridad lanzando ataques contra Israel, presentados como "actos de resistencia".
Los ayatolás han invertido los recursos de Irán con visión de futuro y paciencia, han proporcionado herramientas militares y coordinado movimientos con diversas milicias. La alianza con los hutíes, Hizbulá en Líbano, Hamas y milicianos iraquíes se ha convertido en parte importante de la lucha contra los enemigos de la República Islámica.