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Kate Middleton ha reaparecido este domingo. A la princesa de Gales no se la veía en público desde que participó, junto al resto de los miembros de la Familia Real, en el Desfile Trooping the Colour, el pasado julio, gran celebración nacional en el Reino Unido que sirve para festejar de forma oficial el cumpleaños del monarca, en este caso de Carlos III, y protagonizó después un acto durante la entrega de premios en Wimbledon.
La Princesa, de 42 años, ha sido fotografiada asistiendo a un servicio religioso en la Iglesia de Crathie Kirk, una pequeña iglesia parroquial de la Iglesia de Escocia en el pueblo escocés de Crathie, junto a Balmoral, a donde ha acudido junto a su esposo, el príncipe Guillermo, y su hijo mayor, George.
Kate lucía un aspecto radiante y ha llegado al templo en el asiento del copiloto de su Range Rover Defender junto al príncipe de Gales, que iba al volante. Llevaba un atuendo marrón claro complementado con un sombrero de plumas de faisán, mientras que Guillermo había elegido un traje azul marino, según las fotos adelantadas por The Sun.
La reaparición confirma, tal como se creía, que los Gales han pasado los últimos días, junto a sus hijos, en Balmoral, la residencia de verano de los Windsor, a donde llegó hace semanas Carlos III.
El rey Carlos y la reina Camila también han acudido al servicio religioso, el monarca con su tradicional kilt escocés y Camila con un conjunto de tartán rojo y verde. El príncipe Eduardo, benjamín de la añorada Isabel II, llegó a la iglesia junto al marido de la princesa Ana, Timothy Lawrence, y a su esposa Sofía, duquesa consorte de Edimburgo, y su hijo Jaime, conde de Wessex.
Crathie Kirk ha sido durante mucho tiempo un lugar de culto favorito para la familia real durante sus estancias en Balmoral. Fue sede de un servicio privado para los miembros de la dinastía en septiembre de 2022 tras la muerte de la reina Isabel II y también, sin ir más lejos, de un servicio dominical en 1997 tras el fallecimiento de la princesa Diana.
En las últimas semanas, no se había visto a Kate Middleton, a pesar de que se llegó a especular con la posibilidad de que la princesa, el miembro más popular de la familia real británica, acudiera a París para asistir a alguna jornada de los Juegos Olímpicos. Al término de la competición global, los Gales sí participaron en un vídeo en el que felicitaron a los deportistas del Reino Unido que habían competido.
Desde que el 22 de marzo explicó en un video totalmente inédito que padece cáncer y que había comenzado a recibir un tratamiento de quimioterapia preventiva, algo con lo que la propia nuera del monarca puso fin a semanas de rumorología y a una delicada crisis de credibilidad de la Corona -a la que había contribuido su imagen trucada con Photoshop-, la princesa ha permanecido prácticamente ajena al foco público, volcada en su recuperación y en su familia, en medio de un gran respeto por parte de los medios británicos que han asumido su necesidad de privacidad máxima en estas circunstancias.