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América Latina

Daniel Ortega destierra a 135 presos políticos a Guatemala tras la mediación de EEUU

Vacía las cárceles en medio de una nueva embestida contra la Iglesia católica y la sociedad civil

El preso político desterrado de Nicaragua Isaias Ruiz, en el autobús tras aterrizar en Guatemala.
El preso político desterrado de Nicaragua Isaias Ruiz, en el autobús tras aterrizar en Guatemala.Moises CastilloAP
Actualizado

"¡Bienvenidos, hermanos nicaragüenses! Damos de vuelta la solidaridad que tantas veces hemos recibido", se congratuló este jueves el presidente guatemalteco, Bernardo Arévalo, tras el destierro de 135 presos políticos del país vecino, producto de la negociación encabezada por la Administración de Joe Biden y de la acogida solidaria del mandatario centroamericano.

De esta forma, EEUU ha conseguido vaciar, de nuevo y por sorpresa, las cárceles políticas de Nicaragua en plena embestida sandinista contra la Iglesia Católica y contra la sociedad civil. La excarcelación masiva se produce año y medio después del histórico destierro de 222 prisioneros políticos a Washington, entre los que se encontraban varios de los candidatos presidenciales apresados por Ortega y figuras muy destacadas de la oposición y de la sociedad civil.

En esta ocasión, se trata de disidentes detenidos entre 2023 y 2024 en su mayoría, "personas que han mostrado su perfil de opositoras a las barbaries cometidas por la dictadura no solamente en lo político. También son críticos con las últimas medidas penales, las desapariciones y la cada vez mayor pobreza", precisó para EL MUNDO la periodista Patricia Orozco, refugiada en Granada después de que la dictadura le arrebatara su nacionalidad y sus propiedades.

Líderes religiosos, los 13 pastores evangélicos y abogados de la organización texana Puerta de la Montaña, activistas de la sociedad civil, defensores de derechos humanos, periodistas y las 25 mujeres que estaban prisioneras forman parte del segundo gran contingente condenado al exilio por este traslado forzoso, que también está considerado un delito de lesa humanidad.

Colectivos de derechos humanos y activistas en el exilio facilitaron las primeras identidades de los liberados, entre quienes se encuentran los periodistas Víctor Ticay y Fabiola Tercero, el dirigente estudiantil Jasson Salazar y los artistas Kevin Laguna y Óscar Parrilla, encarcelados por pintar un mural en Estelí para celebrar la victoria de la nica Sheynnis Palacios en el Miss Universo. "Pese a toda la represión, dentro de Nicaragua hay gente que sigue oponiéndose y muchas de las detenciones se producen por la paranoia del régimen. Detienen a cualquiera que consideren una amenaza", explicó a EL MUNDO la dirigente opositora Alexa Zamora.

Una de las grandes incógnitas es saber si Jaime Navarrete forma parte de la lista de los 135, ya que debería haber volado el año pasado a EEUU. Navarrete participó en primera línea en la rebelión popular de 2018, por lo que fue detenido y acusado de tenencia ilícita de armas. Un año más tarde fue amnistiado pero pronto cayó de nuevo en las garras de los sandinistas, acusado entonces de tráfico de drogas. Pese a que cumplió en prisión la segunda condena, sus carceleros se negaban a liberarle.

En un comunicado conjunto con Guatemala, las dos administraciones reconocieron su esfuerzo conjunto para lograr la libertad de quienes fueron detenidos "injustamente". Washington aportó el transporte, al igual que el año pasado, pero en esta ocasión será Guatemala la encargada de darles acogida en principio, en conjunto "con nuestros socios humanitarios". El gobierno de Madrid ha proporcionado desde 2023 la nacionalidad española a 134 "apátridas" nicas, como los denomina el régimen de Ortega y Rosario Murillo.

"Entre tantas situaciones complejas y difíciles que vive Nicaragua es una buena noticia para 135 familias, aunque la práctica de la dictadura es expulsar gente para llenar nuevamente las cárceles. No lo dudo, sobre todo porque la represión no ha bajado de intensidad y sí ha subido la cantidad de reos comunes. No es que la dictadura se ha tornado magnánima, su modelo sigue siendo el control y la represión", desveló Orozco para este periódico. Antes de este destierro masivo se calculaba que 151 presos políticos permanecían en las mazmorras de Ortega.

Nicaragua aplica con mayor énfasis el mismo modelo represivo de Venezuela, con unas puertas giratorias en las prisiones, que se abren o cierran a conveniencia política de sus mandatarios. En la carrera de las tres dictaduras americanas por situarse a la cabeza del ránking de los encarcelados por motivaciones políticos se ha distanciado Venezuela en plena represión postelectoral: según el Foro Penal, son ya 1.780 presos políticos en el país petrolero. A Venezuela le sigue Cuba, con 1.119 prisioneros políticos.

Mientras en Nicaragua y en Cuba las estadísticas se dispararon tras los estallidos sociales de 2018 y 2021, en Venezuela ha sido el megafraude orquestado el 28J por el chavismo lo que ha pulverizado sus cifras. Antes de las elecciones, los detenidos políticos eran 305.