El 'premier' Keir Starmer está de visita en Roma para recibir "lecciones" de primera mano de la primera ministra Georgia Meloni sobre cómo combatir y controlar la inmigración irregular. En su viaje a Italia, Starmer se ha hecho acompañar del ex jefe de policía Martin Hewitt, al frente del recién creado Comando de Seguridad de Fronteras.
"Italia ha logrado una drástica reducción de la inmigración ilegal y quiero entender cómo ha ocurrido", ha declarado Starmer en su primer encuentro con Giorgia Meloni, con quien ha intercambiado risas delante de los fotógrafos.
"Parece que han hecho un trabajo en origen, con los países de donde proviene la gente", ha añadido el premier. "Siempre he pensado que la prevención y evitar que esta gente viaje desde sus países de origen es la mejor forma de tratar este asunto".
"Estoy interesado en conocer más detalles sobre el trabajo que han hecho y de eso queremos tratar en nuestro encuentro bilateral", dijo Starmer antes de verse con Meloni. "Compartimos la intención de acabar con este vil negocio que empuja a la gente a través de las fronteras".
Starmer y Hewitt visitarán el llamado Centro Nacional de Coordinación de la Inmigración y conocerán de primera mano la estrategia de refuerzo de la seguridad y cooperación internacional (especialmente con Albania) que ha permitido reducir hasta un 60% la inmigración irregular en Italia en el último año.
Starmer ha ido aún más allá al cerrar su encuentro con Meloni y ha proclamado el inicio de "una nueva era" en las relaciones con Italia, recogiendo el testigo de su predecesor Rishi Sunak. Starmer ha agradecido personalmente a Meloni "el liderazgo mostrado en el apoyo a Ucrania en su lucha contra Rusia".
¿Emular la estrategia de Meloni?
Starmer aseguró antes del encuentro con la primera ministra italiana que el Gobierno italiano tiene "fuertes ideas que estamos dispuestos a debatir". A la pregunta de sobre si está dispuesto a emular la estrategia de Meloni, después de haber renunciado al plan Ruanda de su predecesor Rishi Sunak, el premier respondió con evasivas: "Veremos... Es aún muy pronto para saberlo".
Su visita a Italia se produce un día después de las ocho nuevas víctimas mortales en el Canal de la Mancha que elevan a 20 la luctuosa cuenta de septiembre. El trágico incidente, cuando se hundió un bote con más 50 personas a bordo, se produjo en la madrugada del domingo al norte de Boulogne-sur-mer.
Más de 21.000 inmigrantes han logrado llegar a las costas británicas este año, en un repunte desde el 2023, aunque lejos del récord de 45.755 travesías que se registró en el 2022.
Starmer aseguró que no habrá más "trucos" como el plan Ruanda para deportar inmigrantes al país africano. "Este Gobierno hará frente a las bandas de tráfico humano que negocian con las vidas de hombres, mujeres y niños a través de nuestras fronteras".
El premier ha destacado el nombramiento de Martin Hewitt como "un experto con una experiencia única que liderará una nueva era de implementación internacional para desmantelar estas redes, proteger nuestras costas y poner en orden el sistema de asilo".
"No me hago ilusiones sobre los retos que tenemos por delante, pero los haremos frente", ha declarado Hewitt en el momento de ponerse al frente del Comando de Seguridad de Fronteras. "Durante demasiado tiempo, las bandas organizadas han sido capacees de enviar gente a Europa para sacar beneficios y so responsables de las muertes de gente inocente y vulnerable. Vamos a desmantelarlas y a llevarlas ante la justicia".
Críticas a la visita
Entre tanto, grupos como Amnistía Internacional y el UK Refugee Council han levantado la voz de alarma ante el encuentro entre Starmer y Meloni y han advertido al premier que no trate de emular en el Reino Unido los drásticos métodos de la ultraderecha.
El encuentro con Giorgia Meloni ha provocado críticas internas dentro del Partido Laborista. Varios diputados han cuestionado si Starmer "está buscando recibir lecciones de un Gobierno neofascista".
Las declaraciones del secretario de Exteriores David Lammy, alegando que el Gobierno británico va estudiar propuestas como "el procesamiento de las solicitudes de asilo a través de un tercer país como Albania" ha provocado un considerable revuelo en las filas laboristas.