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Francia

El juicio de Gisèle Pélicot entra en su fase final: "Señora, soy su violador, su verdugo. Se pueden perdonar cosas, una violación no"

Esta semana declaran los últimos seis implicados, antes de que los abogados pidan penas para su marido y los 50 hombres acusados de violarla cuando estaba inconsciente

Gisèle Pélicot saliendo del tribunal de Aviñón.
Gisèle Pélicot saliendo del tribunal de Aviñón.AFP
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A Romain V., 63 años, el psiquiatra Laurent Layet le describe así ante el tribunal que le va a juzgar: "Tiene una personalidad tan egocéntrica que es absolutamente incapaz de ver al otro como víctima. La víctima es siempre él, no el otro (...) Le es imposible descentrarse de sí mismo". Incapaz de expresar emociones, con un problema patológico de desapego, "lo que se desprende de su vida es el vacío".

Es seropositivo y tiene sífilis, dos enfermedades de transmisión sexual, pero por todo lo mencionado anteriormente (ausencia de empatía), violó sin preservativo y en seis ocasiones a Gisèle Pélicot, la mujer de 72 años a la que su marido, Dominique Pélicot (de 72) drogaba para que otros hombres abusaran de ella mientras estaba inconsciente. También lo hacía él en presencia de ellos. Lo grababa todo. Esto pasó durante 10 años en su casa de Mazan, cerca de Aviñón.

Romain V. compareció la semana pasada, junto con otros seis hombres, en el proceso que juzga en Aviñón a Pélicot y a otros 50 acusados. Empezó en septiembre y esta semana entra en su fase final, pues declaran los últimos seis implicados. Después, los abogados de las partes (parte civil, defensa de Pélicot y defensa de los acusados) harán sus alegaciones, igual que la Fiscalía, antes de que se dicte sentencia: la semana del 16 de diciembre.

Romain V. es uno de los perfiles más inquietantes del casi medio centenar de acusados que ya ha hablado. En los vídeos se logró identificar a 50, aunque se estima que los violadores fueron cerca de 80. Barba blanca, gafas y aspecto de hombre frágil, este sexagenario compareció desde la sala acristalada donde están los aún detenidos, porque cumplen pena por otros delitos o porque no han finalizado aún los dos años de prisión preventiva.

"Pido disculpas, si he hecho alguna tontería", se excusó ante Gisèle Pélicot, la mujer a la que violó seis veces, entre 2019 y 2020. "Yo buscaba relaciones sociales, ir al teatro, al cine, a pasear... Habría preferido eso que encontrarme con esa pareja", dijo, para justificar por qué se había inscrito en la web libertina (coco.fr) donde Pélicot reclutó a todos estos hombres.

Su declaración fue casi tan sorprendente como la de Cédric G., el que probablemente más atónita ha dejado a la sala de audiencia. 50 años, violó a Gisèle Pélicot en 2017. Él mismo ha reconocido los hechos, a diferencia de la mayoría, y admite que su nivel de perversión sexual está al nivel de Dominique Pélicot. "Un perverso sabe reconocer a un perverso", dijo. "En realidad él me supera en perversidad. Me queda mucho para llegar a su nivel", declaró el propio Pélicot, tras escuchar al acusado.

"Si me excusara, sería como no entender lo que usted ha vivido, señora. Sería un fracaso por mi parte. Señora Pélicot, yo soy su violador. Voilà. Necesito que esto quede dicho. Yo he sido su verdugo", declaró el viernes ante el tribunal. "Se pueden perdonar muchas cosas. Una violación es imposible. El tribunal le hará justicia, es su deber y su trabajo. La vergüenza tiene que cambiar de bando. La que usted soporta, yo la asumo", le dijo a la víctima. Es la primera vez que ella mira a uno de los acusados a la cara cuando estos se dirigen a ella.

Por primera vez, un acusado, de los 45 que han declarado, se reconoce como violador y pronuncia la palabra. Todos los demás admiten los hechos (hay vídeos que lo muestran), pero no la intención, y ninguno ha dicho dicho "soy un violador", a pesar de los intentos de los abogados de Gisèle para arrancarles esta declaración. Cédric G. dijo que pensó en drogar a su pareja, como hizo Pélicot, "por curiosidad".

Esta semana declara el último grupo de implicados: hay un bombero (Christian L., que comparece detenido), un periodista (Nicolas F., en libertad). Otro de ellos (Joseph C.) acudió con otro de los acusados a violar a Gisèle Pélicot. Está Nizar H., que ya había sido condenado por violencias conyugales en dos ocasiones, o Charly A., uno de los que, según los psiquiatras, tiene un mejor diagnóstico de cara a una posible reinserción: de los pocos que revela empatía.

Tras la declaración de estos seis individuos, Gisèle Pélicot y Dominique Pélicot volverán a tomar la palabra, antes de los alegatos finales. Llevamos 42 jornadas de audiencia y ella ha ido todos los días al juicio y, salvo un par de días en los que ha estado ausente, ha estado en las declaraciones de los hombres que la violaron cuando estaba inconsciente, en el visionado de los vídeos de las violaciones a las que la sometieron: escuchando sus argumentos, sus excusas, sus alegatos victimistas y su negación.

Ha escuchado barbaridades del tipo "no fui a esa casa a hacer collares", "ella es víctima, pero yo soy víctima también", o "si de verdad fuera un violador habría buscado otra más joven", por citar algunas. Las no excusas de Cédric G ("Si le pidiera perdón sería no entender por lo que ha pasado") han sido casi de lo más liviano que se ha escuchado durante estas semanas en la sala de audiencia de Tribunal de Aviñón.

De perla en perla, Gisèle Pélicot, convertida en icono feminista al decidir que su juicio fuera abierto, y no cerrado al público, ha aguantado esta recta final. La pena máxima por violación agravada es de 20 años y se valorarán los casos de manera individual, uno por uno. A finales de la semana se ausentará Dominique Pélicot, pues va a someterse a una operación. Está previsto que la sentencia de este juicio, el más importante en materia de violencia sexual que ha habido en Europa, se dicte la semana del 16 de diciembre.