INTERNACIONAL
Francia

La Asamblea Nacional francesa tumba al Gobierno de Barnier con los votos de la izquierda y de la extrema derecha

La moción de censura se aprueba por 331 votos a favor

MOCIÓN DE CENSURA | El Gobierno de Barnier cae con los votos de la izquierda y de la extrema derechaEL MUNDO (Vídeo) / AFP (Foto)
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La Asamblea francesa, con los votos de la izquierda y la extrema derecha, ha tumbado esta tarde al Gobierno galo, liderado por el conservador Michel Barnier y formado sólo hace tres meses, al salir adelante la moción de censura presentada por el bloque de izquierda, que ha apoyado el partido de Marine Le Pen. Ha sido aprobada con 331 votos a favor. La mayoría necesaria era de 289 votos. No ocurre algo así desde 1962, cuando cayó el Ejecutivo de Georges Pompidou, con Charles de Gaulle como presidente.

"La moción ha sido aprobada (...) El primer ministro tendrá que presentar su dimisión al presidente de la República", dijo la presidenta de la Cámara, Yaël Braun Pivet, tras conocerse el voto. Los diputados de izquierda recibieron la sentencia con aplausos.

El país, ya en mitad de una gran inestabilidad política, añade más incertidumbre, a sólo tres días de la reapertura de la catedral de Notre Dame de París, a la que acudirán jefes de Estado y de Gobierno, entre ellos el presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump.

"Llega el momento de la verdad, inédito desde 1962, el del fin de un Gobierno efímero, de circunstancias, de apariencias", afirmó Marine Le Pen, la segunda en intervenir, en torno a las cinco de la tarde, nada más arrancar el debate. Esperaba su turno de pie, fuera de su escaño, con los folios en la mano. Traje negro, cuando subió a la tribuna los diputados de su partido se pusieron en pie para aplaudirle, mientras los del lado macronista la abucheaban.

"En algunos minutos vamos a acabar con esa ilusión óptica, lo que es sorprendente de esto es la sorpresa de este primer ministro, cuyo sectarismo le ha impedido hacer la mínima concesión que habría evitado esto", sentenció.

Fue tres horas después, tras un largo debate, cuando Le Pen unió sus votos a los del bloque de izquierda, que engloba a socialistas, ecologistas y comunistas pero también incluye el ala más radical, la de la Francia Insumisa. Es, de hecho, el partido con más peso en el bando. A estos últimos advirtió Le Pen: "Nunca los veremos como aliados".

En los escaños se ha roto algo que hasta ahora funcionaba en las urnas: la unión de los partidos para frenar el avance de la extrema derecha, el llamado cordón sanitario. La moción de hoy lo que ha revelado es la creación de un nuevo cordón, también inédito en Francia: el del voto común de los extremos parlamentarios contra Macron.

Gabriel Attal, el predecesor de Barnier, condenó esa alianza entre extrema izquierda y extrema derecha para hacer caer al Gobierno. "El primer ministro no ha salido de nuestra familia política, pero, a pesar de ello, hemos tomado la decisión de apoyarlo porque es por el interés del país", defendió. Apenas le dejaron acabar, entre abucheos de la izquierda y la derecha.

Lo insólito de la jornada de hoy lo ilustra el hecho de que Jean-Luc Mélenchon, líder de La Francia Insumisa, estaba en la Asamblea, aunque no tiene escaño de diputado. También el hecho de que, mientras se debatía la censura, el presidente francés, Emmanuel Macron, estaba aterrizando en el país, tras su viaje de dos días a Arabia Saudí.

La sesión en el Parlamento galo arrancó tensa, centrada sobre todo en la situación económica del país, que tiene el déficit y la deuda disparados. "El caos no es la censura, el caos ya está aquí", clamó el diputado de izquierda Eric Coquerel, el primero en intervenir.

Barnier, que fue el último en intervenir, salió entre aplausos de su partido y los macronistas. "Es un momento de verdad y un momento de responsabilidad", dijo, entre constantes interrupciones en los escaños de la oposición. "He intentado afrontar la realidad, presentando un texto financiero difícil (...) Esta realidad no desaparecerá por un cambio de Gobierno". "Los franceses no perdonarán el inmovilismo", dijo. "La desestabilización institucional no puede ser el objeto que una a los diputados".

Las palabras "caos" e "inestabilidad" han sido las más pronunciadas durante el debate, por unos y otros. La situación económica del país está en el origen de las mociones presentadas por el Nuevo Frente Popular y Reagrupamiento Nacional (esta última no ha llegado a votarse). Rechazan los presupuestos (los más austeros en décadas) que el Barnier aprobó el lunes usando el artículo 49.3 de la Constitución, que permite hacerlo sin voto del Parlamento. No tenía mayoría en los escaños para sacarla adelante de otra manera.

Ya costó meses formar este fugaz Gobierno, tras las elecciones legislativas de julio que dejaron la Asamblea fragmentada y sin mayoría para ningún bando. Se hizo, de hecho, gracias a que Marine Le Pen aceptó no censurarlo. La escena de hoy revela la evidencia: es la líder de Reagrupamiento Nacional, la formación más votada en Francia, de la que depende la supervivencia del Ejecutivo, éste o el que se pueda formar.

Macron podría nombrar relevo en las próximas horas. Mañana se dirige a los franceses a las ocho de la tarde en una intervención desde el Elíseo. No está claro si será para anunciar nuevo jefe de Gobierno. Otra opción es designar un equipo de tecnócratas que se encargue de los asuntos corrientes del país. Eso sí, con pocas opciones de sacar reformas de calado adelante. Ninguno de estos escenarios garantiza estabilidad ni que no vaya a ser censurado de nuevo.

En el contexto actual, la que se hace fuerte es Marine Le Pen mientras que Emmanuel Macron acude al final de la secuencia cada vez más debilitado. La decisión de anticipar las legislativas ya fue muy cuestionada, incluso dentro de sus filas, y su popularidad, bajo mínimos en el último año, ha caído en picado.

En la situación actual, hay una cosa que puede salirle mal a Marine Le Pen: que se la condene finalmente por el juicio que se celebra contra ella y otros miembros de su partido por haber desviado los fondos de la UE asignados a pagar asesores en Bruselas, para uso del partido. Si es condenada será inhabilitada, y no podrá presentarse a las elecciones presidenciales de 2027.