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Escenarios ante la enfermedad del Papa Francisco: la recuperación, la renuncia o el fallecimiento

El secretario de la Conferencia Episcopal Española, Francisco César García Magán, asegura que la Iglesia no está en "momento precónclave" y pide "intensificar la oración" por el Pontífice.

Varias personas se reflejan en un charco mientras caminan frente a la Plaza de San Pedro en el Vaticano.
Varias personas se reflejan en un charco mientras caminan frente a la Plaza de San Pedro en el Vaticano.Alessandra TarantinoAP
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El Papa Francisco continúa hospitalizado en Roma por una neumonía bilateral, con diagnóstico "reservado" pese a la mejoría de las últimas horas. Estos son los escenarios que se plantean, cuando se cumplen 14 días de ingreso en el hospital Gemelli:

Una larga convalecencia

Pese a sus 88 años y sus numeroso problemas de salud pasados, el Papa argentino, conocido por su fortaleza de carácter, parece ir mejor. "El Papa durmió bien durante la noche y ahora está descansando", indicó el Vaticano en un breve comunicado la mañana del jueves, horas después de que su último parte médico anunciara una "leve mejoría", con pronóstico "reservado".

La neumonía que padece en los dos pulmones requiere como mínimo tres semanas de convalecencia, aunque el equipo médico no se ha pronunciado sobre la duración de su hospitalización.

Pase lo que pase, la gravedad de esta situación, que ha requerido la hospitalización más larga desde su elección como jefe de la Iglesia católica en 2013, lo obligará previsiblemente a rebajar su ritmo de trabajo, al menos al principio.

Una novedad para el jesuita argentino, conocido por su fuerte ritmo de trabajo y su alergia a las vacaciones. "Cuesta imaginar que Francisco reanude sus actividades con el mismo ritmo después de tamaña alerta", apunta una fuente vaticana que prefiere el anonimato. "Necesariamente habrá un período de transición", observa.

En junio de 2023, tras 10 días de hospitalización por una operación abdominal, el santo padre tuvo que guardar un período de convalecencia. Pero sucedió en verano, un período habitualmente más tranquilo.

La principal duda ahora será ver si puede cumplir con sus compromisos a corto plazo, empezando por la Semana Santa, en abril. En marzo del año pasado tuvo que anular a última hora su participación en el Vía Crucis del Viernes Santo, en el Coliseo, por motivos de salud. Otra duda es si podrá presidir los eventos previstos a lo largo del año en el marco del Jubileo.

Por último, queda en el aire su capacidad de volver a viajar. El siguiente desplazamiento al extranjero, que aún no fue oficializado, sería en mayo a Turquía, con motivo de los 1.700 años del Concilio de Nicea.

Fallecimiento y protocolo milimetrado

En caso de fallecimiento, la Santa Sede prevé un protocolo sumamente estricto. Tras la muerte del papa, el cardenal camarlengo, monseñor Kevin Farrell, quedaría a cargo de gestionar los asuntos corrientes de la Iglesia hasta la elección de un nuevo pontífice. Sus poderes en este lapso serían reducidos y eminentemente administrativos.

A él le corresponde convocar las reuniones de cardenales, llamadas "congregaciones", y decidir en sintonía con ellas el día y la hora designados para exponer los restos del difunto papa, así como la fecha de inhumación, que debe producirse entre el cuarto y el sexto día después del fallecimiento.

El funeral, que Francisco quiere más sencillo, tendría lugar en la basílica de San Pedro del Vaticano, y el entierro en la basílica de Santa María la Mayor, en el centro de Roma, por deseo suyo.

El cónclave, encargado de elegir al nuevo papa, debe arrancar entre 15 y 20 días después del óbito. Los cardenales electores, aquellos que tienen menos de 80 años, y que en este momento son 138, estarían llamados a votar en secreto y a puerta cerrada en la Capilla Sixtina.

Renuncia y especulaciones

La especulación en torno a una posible renuncia del Papa ha crecido desde su ingreso en el hospital Gemelli el pasado 14 de febrero. "Si el Papa sobrevive, muchos imaginan luego que querrá terminar el año del Jubileo, pero que a continuación, ya con 89 años [en diciembre], tendrá sobre la mesa la cuestión de saber si debe renunciar o no", explica a AFP el vaticanista italiano Marco Politi.

Francisco ha convocado un consistorio, es decir una reunión de cardenales, para la proclamación de nuevos santos. Precisamente ese fue el marco que eligió su predecesor, Benedicto XVI, para comunicar sorpresivamente su renuncia en 2013. De momento no hay fecha para dicho consistorio.

En los últimos años, el jesuita argentino hizo planear la duda sobre la hipótesis de una eventual renuncia. Pero más recientemente matizó que tampoco puede convertirse este extremo "en una moda".

Y en cualquier caso, el hecho de que haya retomado el trabajo desde su habitación de hospital para, entre otras cosas, aprobar la canonización del venezolano José Gregorio Hernández, apunta a que Francisco sigue al mando.

La Iglesia no está en momento "precónclave"

Por su parte, el secretario general de la Conferencia Episcopal Española (CEE), Francisco César García Magán, ha asegurado que la Iglesia no está en "momento precónclave" y se ha mostrado esperanzado en la mejoría del Papa, aunque ha pedido "intensificar la oración" por él.

"No estamos en momento precónclave ni mucho menos. Lo que tenemos que hacer todos es intensificar la oración por la curación del papa", ha declarado García Magán en una rueda de prensa este jueves.

Sobre una hipotética renuncia del pontífice, García Magán ha resaltado que está prevista en la legislación de la Iglesia y que "no sería ninguna novedad", puesto que ya ocurrió con Benedicto XVI en 2013. En esta línea ha apuntado que, según declaró el propio Papa en 2022, tras su nombramiento firmó una carta de renuncia que fue entregada al por aquel entonces secretario de Estado, Tarcisio Bertone, quien debía usarla en caso de "impedimento por cuestiones médicas".

Sin embargo, García Magán no cree que la situación actual sea la propicia para usar dicha renuncia. "Lo que tiene el papa son enfermedades propias de la edad y de las circunstancias. No se están dando las circunstancias para que renuncie", ha subrayado.

Pese a ello, el secretario general ha hecho un repaso de los españoles que, llegado el caso, participarían en el cónclave, órgano encargado de elegir al futuro papa formado por los cardenales menores de 80 años. Así, entre ellos estarían los cardenales Juan José Omella, Carlos Osoro, Antonio Cañizares, José Cobo, Fernando Vérgez (que el 1 de marzo cumple 80 años), Ángel Fernández Artime, Celestino Aós, Cristóbal López Romero y François-Xavier Bustillo.