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Asia

Multitudinaria concentración en Katmandú en apoyo al ex rey Gyanendra y para reclamar la restauración de la Monarquía

Las protestas contra el actual sistema, exigiendo la recuperación del Estado hindú, no dejan de crecer en Nepal

El ex rey Gyanendra, recibido por una multitud este domingo a su llegada a Katmandú.
El ex rey Gyanendra, recibido por una multitud este domingo a su llegada a Katmandú.Afp
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Miles de nepalíes se han concentrado este domingo en las inmediaciones del Aeropuerto Internacional Tribhuvan de Katmandú para recibir al derrocado rey Gyanendra, que ha regresado a la capital tras una ausencia de mes y medio, tiempo en el que ha protagonizado una nueva gira por varias localidades del país, a modo de concentración para exigir la restauración de la Monarquía hindú. La llamada a sumarse a la movilización de los partidarios de Gyanendra Shah -destronado en 2008- había llevado a las autoridades ha organizar un despliegue de seguridad casi sin precedentes, con equipos de la Policía y de la Fuerza de Policía Armada apostados desde primera hora frente a la puerta principal del aeropuerto, en un clima de tensión creciente en la nación del Himalaya.

En las últimas semanas se han incrementado las manifestaciones en distintos lugares de Nepal para exigir la recuperación de la Monarquía. Y los principales dirigentes políticos del nuevo sistema republicano se han prodigado de un modo extraordinario en los últimos días en ataques directos al ex rey Gyanendra y en declaraciones para dejar claro que la vuelta del Trono es algo impensable. Los medios locales y analistas bien conocedores de la situación política nepalí subrayan, eso sí, que la clase política está cada vez más preocupada por el fuerte malestar en el país, sumido en una inestabilidad institucional que no parece tener fin y con el creciente desencanto de la población con el actual sistema por la galopante corrupción que golpea a la élite gobernante.

Partidarios de la Monarquía frente al aeropuerto de Katmandú, este domingo.
Partidarios de la Monarquía frente al aeropuerto de Katmandú, este domingo.Redes

Los partidarios del rey reunidos frente al aeropuerto han gritado consignas contra el primer ministro, Sharma Oli -presidente del Partido Comunista de Nepal (Marxista-Leninista Unificado)-, a la vez que no dejaban de corear que el país exige el regreso del rey para acabar con el caos político.

La concentración ha sido promovida por el monárquico Partido Rashtriya Prajatantra (RPP), inmerso en la campaña "Salvemos la nación, la cultura y el dharma". El RPP canceló varios actos que ya estaban previstos para esta semana, sustituyéndolos por la gran bienvenida al ex rey que se ha brindado este domingo, con motivo de su regreso de Pokhara, donde ha permanecido en las últimas seis semanas. Gyanendra ha disfrutado de varios baños de masas en esta última localidad, incluida la concentración de apoyo que se le ofreció a su llegada, así como durante la inauguración que presidió, el pasado jueves, de una estatua del rey Birendra Bikram Shah Dev.

Imagen de archivo del ex rey Gyanendra.
Imagen de archivo del ex rey Gyanendra.AP

Esta misma semana, partidarios de la monarquía protagonizaron una manifestación que sumó a miles de personas subidas en motocicletas que hicieron el recorrido desde Babar Mahal hasta el antiguo Palacio Real en Durbar Marg, coreando el lema "Desalojen el Palacio Real, traemos de vuelta a nuestro rey". Ya se produjeron algunos choques violentos entre los simpatizantes del viejo Reino hindú y fuerzas policiales, dando buena cuenta de la gran tensión latente.

Llamamiento a la unidad del ex rey

El punto de inflexión sobre el rol que está asumiendo el ex rey Gyanendra tuvo lugar el pasado 19 de febrero, durante una peregrinación a Galeshwar Dham y Baglung Kalika, con motivo del 75º Día de la Democracia en Nepal. Aunque en los últimos años el actual jefe de la dinastía Shah se ha cuidado de hacer declaraciones públicas que pudieran considerarse políticas, mientras, eso sí, se ha dejado querer siempre por sus partidarios, ese día no dudó en pedir apoyo público para que el país avance por el camino de la unidad, el progreso y la prosperidad. Y dijo que renunció al trono en 2008, después de que Nepal fuera declarado República, no por debilidad, sino para ser testigo de la paz en el país. Esas declaraciones se sumaron a otras anteriores en las que el ex rey alertaba de la profunda crisis política que atraviesa Nepal. Y, por todo ello, desde el Gobierno de la República, así como portavoces de varios partidos parlamentarios, han alertado contra los intentos desestabilizadores del derrocado monarca, instándole a presentarse a las elecciones si lo que desea es entrometerse en política.

Fuerte dispositivo policial frente a los partidarios del ex rey.
Fuerte dispositivo policial frente a los partidarios del ex rey.Afp

El apoyo a la restauración de la Monarquía entre los nepaleses no para de crecer desde finales de 2023, cuando comenzaron a producirse marchas con decenas de miles de participantes en distritos a las afueras de la capital, Katmandú, y en otras ciudades del país del Himalaya. Sus partidarios exigen reformas políticas y la caída del actual Gobierno. Pero, sobre todo, la vuelta del Estado hindú, encarnado en la figura del rey. Hasta la abolición de la Monarquía, Gyanendra era el último soberano hindú en el mundo.

El trono y la religión se han convertido en los dos factores que galvanizan la protesta de muchos nepalíes descontentos por la deriva de la nación que recuperó la democracia en 2008 y aprobó una Constitución en 2015 que consagra una República federal y secular, con un sistema político que ha alimentado una fragmentación parlamentaria tan extrema que hace prácticamente imposible la gobernabilidad.

Tras una guerra civil de más de una década que causó 15.000 muertos, el rey Gyanendra fue incapaz en 2008 de mantener el apoyo de su pueblo y el respaldo de las fuerzas políticas tras cometer errores de bulto como anular temporalmente la Constitución y acaparar poderes cuasidictatoriales. Aun así, fue derrocado de un modo pacífico y muy civilizado. Y una parte considerable de los nepalíes siguen viendo en la figura real a la reencarnación de Vishnú, uno de los tres dioses principales del hinduísmo.