INTERNACIONAL
Guerra en Europa

Emboscada ucraniana a los rusos que se colaron por el gasoducto Soyuz

Kiev pilla por sorpresa a un centenar de soldados de Putin que avanzaron 15 kilómetros por una tubería para tomar posiciones en Kursk

Un miembro de las fuerzas especiales rusas, dentro del gasoducto para infiltrarse en Kursk.
Un miembro de las fuerzas especiales rusas, dentro del gasoducto para infiltrarse en Kursk.E. M.
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Hace unos días, en su canal de Telegram, las fuerzas especiales rusas desplegadas en Kursk pidieron "bombonas de oxígeno" disponibles en la zona. Nadie sabe si fue ese anuncio, publicado en abierto y legible por cualquiera, lo que previno a las fuerzas ucranianas, pero los planes, que eran audaces, no salieron bien.

El sábado, aprovechando el corte de Inteligencia a Ucrania por parte de Estados Unidos, Rusia lanzó una ofensiva para echar a los soldados de Kiev de la bolsa que aún controlan en la región rusa de Kursk desde hace siete meses. Días antes, tropas norcoreanas se habían infiltrado muy cerca de la carretera que alimenta la logística ucraniana en todo ese territorio, lo que amenazaba con embolsar a toda la guarnición.

Al plan le faltaba un golpe psicológico como el que ya dieron hace año y medio en Abdivka: una infiltración aprovechando las tuberías para emerger más allá de las líneas enemigas y causar caos y confusión en los defensores ucranianos. En este caso, los rusos aprovecharon el oleoducto Soyuz que unía Rusia y Europa del Este atravesando Ucrania, que no funciona desde que Zelenski dejó el contrato sin renovar.

Unos 100 soldados de las fuerzas especiales rusas avanzaron durante varias horas unos 15 kilómetros dentro de la tubería de 1,4 metros de diámetro hasta las afueras de la ciudad de Sudzha, todavía en manos ucranianas. Allí, los paracaidistas de la 82 brigada de Ucrania los estaban esperando con artillería y drones. ¿Fue por la información recabada en los Telegram de la unidad rusa o por un chivatazo interno? Ese dato no ha sido revelado.

El bloguero ruso Yuri Podolyaka habla de decenas de muertos y heridos en ese primer enfrentamiento. El resto de soldados rusos, que consiguió eludir las bombas, intentó volver a la tubería para hacer el viaje de vuelta, murió asfixiado, ya que sólo habían cargado oxígeno para la ida y no contaban con un plan B. En total, se cree que Rusia perdió a 80 de los 100 miembros que formaban parte del comando.

Esa operación fallida no impidió a los rusos avanzar en otros puntos del frente de Kursk y achicar aún más el saliente que controla Ucrania. Según publicaciones como el Instituto de Estudio de la Guerra, estas ofensivas rusas coinciden en el tiempo con el corte de la ayuda de Inteligencia estadounidense para Ucrania", que queda ciega. Según cuenta el Financial Times, el alto mando ruso ha ordenado a las fuerzas rusas que no tomen prisioneros de guerra en Kursk, sino que los ejecuten en el lugar. De hecho, ya existen multitud de vídeos, grabados por los propios soldados rusos, que muestran este tipo de crímenes de guerra.

¿Qué opciones le quedan a Ucrania sobre ese territorio de Kursk? La operación que comenzó en agosto de 2024 ya le ha dado muy buenos réditos a Ucrania: permitió que fuerzas rusas de importancia tuvieran que acudir de otros puntos del frente, donde la presión se relajó, consiguió un ratio de bajas enemigas muy favorable durante meses, de un muerto ucraniano por cada cuatro rusos, también que Moscú tuviera que pedir ayuda a su aliado norcoreano ante la falta de personal y que el prestigio del régimen ruso cayera en picado, al no poder defender ni su propia frontera.

Pero el principal argumento para sostener esas ganancias territoriales para Ucrania en Rusia es poder intercambiarlas en una hipotética negociación de paz y las ventajas ya no son tales. Ahora la logística de Ucrania está comprometida y las ratios de bajas se han igualado. Esa es la razón por la que, en las últimas horas, el ejército de Ucrania ha retrocedido para situarse en zonas más defendibles, al otro lado de ríos o en poblaciones en ruinas. Ucrania puede intentar defender esa última porción o retirarse, perdiendo así una baza negociadora. Putin, por su parte, ya ha enviado lo mejor que tiene (unidades paracaidistas en su mayoría, reforzadas con los norcoreanos), para echar a los soldados ucranianos de allí.

Además, este fin de semana la Brigada 61 de Ucrania, una de las que defiende ese frente, publicó que tuvo que desenchufar todos sus terminales de Starlink, ya que estaban sirviendo al enemigo como geolocalización de sus posiciones. Esta acusación se une a la polémica entre Elon Musk y Marco Rubio, secretario de Estado de EEUU, con el ministro de Exteriores polaco, Radoslaw Sikorski: Musk afirmó que su sistema Starlink es "la columna vertebral" del ejército ucraniano y que, si lo desactivara, "toda la línea del frente colapsaría". En respuesta, el ministro polaco Sikorski señaló que Polonia financia los servicios de Starlink para Ucrania con un costo aproximado de 50 millones de dólares anuales y advirtió que, si SpaceX demostrara ser un proveedor poco fiable, buscarían alternativas.

Marco Rubio defendió a Musk, afirmando que "sin Starlink, Ucrania habría perdido esta guerra hace mucho tiempo, y los rusos estarían en la frontera con Polonia en este momento". Los polacos no entendieron cómo es posible que Rubio, jefe de la diplomacia estadounidense, no sepa que en realidad Polonia ya tiene frontera con Rusia (Kaliningrado).