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Oriente Próximo

Israel y Hamas alternan el cruce de amenazas y la negociación ante la frágil tregua

Sus líderes no tienen interés en la ruptura del alto el fuego pero tampoco en pagar el precio puesto en la mesa para evitarlo. De ahí que la mediación busque ganar tiempo.

Yosi y Orit Shaked en una tienda de campaña en Tel Aviv para pedir que continla tregua que devuelva a los secuestrados.
Yosi y Orit Shaked en una tienda de campaña en Tel Aviv para pedir que continla tregua que devuelva a los secuestrados.Sal Emergui
Actualizado

Israel y Hamas alternan la negociación (indirecta) para ampliar la primera fase de la tregua con el cruce de acusaciones y amenazas (directas). Mientras las conversaciones bajo la batuta de Estados Unidos, Qatar y Egipto siguen en estado crítico, el ejército israelí y el brazo armado del grupo islamista se preparan para una ruptura oficial del alto el fuego que atraviesa el momento más frágil desde su inicio el pasado 19 de enero.

Ya con Eyal Zamir como nuevo jefe del Estado Mayor del ejército, Israel ha completado los planes de la nueva ofensiva en la Franja de Gaza que -según avisan sus dirigentes también como arma de presión negociadora- será más contundente que la iniciada tras el ataque terrorista del 7 de octubre del 2023. El ejército israelí ha aumentado el despliegue en las zonas limítrofes del enclave palestino y realiza más ataques en su interior "para abortar amenazas a las tropas y preparaciones de ataques".

Hamas y Yihad Islámica también han aprovechado la calma para reorganizarse, acumular recursos (alimentos, gasolina, etc.) y colocar explosivos en zonas cercanas a las tropas israelíes con el objetivo de dificultar la probable incursión terrestre en caso de la reanudación de la guerra.

El ministerio de Sanidad gazatí, bajo control de Hamas, indicó que nueve palestinos, entre ellos tres periodistas, murieron este sábado en Beit Lahia en el peor ataque israelí desde el inicio de la tregua añadiendo hoy que la cifra de muertos desde el viernes en todo el enclave palestino alcanza los 14. "Se trata de una horrible masacre de civiles desarmados y una flagrante violación del acuerdo de alto el fuego y de todas las leyes y convenciones internacionales", reaccionó el grupo integrista al doble ataque en Beit Lahia, en el norte de Gaza.

Israel replica que atacó "terroristas que estaban operando un dron con la intención de usarlo contra las tropas israelíes y que era usado de manera consistente por Yihad Islámica". Según el comunicado del ejército, entre los muertos se encuentran "Mostafa Mohammed Shaaban Hamad, terrorista de Hamas que se infiltró Israel durante la masacre del 7-O, Suhaib Bassem Khaled Nagar, terrorista de Yihad Islámica que fue liberado en el último acuerdo de rehenes y Mahmoud Imad Hassan Aslim y Bilal Mahmoud Fouad Abu Matar, dos terroristas de Hamas que actuaban bajo la cobertura o apariencia que son periodistas".

Negociación estancada

En estos momentos, los líderes de Israel y Hamas no tienen interés en la ruptura de la tregua pero tampoco en pagar el precio puesto en la mesa para evitarlo. De ahí que la mediación busque ganar tiempo tras finalizar la primera fase del alto el fuego el pasado 2 de marzo.

Israel desea la vuelta de los 59 secuestrados aún en cautiverio mientras Hamas aspira a la tregua definitiva. En el primer caso, el grupo islamista se quedaría sin su principal carta en la mesa de la negociación. En el segundo caso, Israel no lograría el objetivo declarado tras el 7-O de acabar completamente con el brazo armado y de control de Hamas en el enclave vecino para evitar un ataque parecido.

Por este motivo y también para no arriesgar la continuidad de su Gobierno, el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, prefiere ampliar la primera fase de la tregua logrando el máximo número de rehenes. "El primer ministro ha pedido al equipo negociador que se prepare para la continuación de las negociaciones de acuerdo a la respuesta de los mediadores sobre la oferta de Steve Witkoff de la liberación inmediata de 11 secuestrados vivos y de la mitad de los secuestrados muertos", ha comunicado su oficina en alusión a la fórmula planteada por el enviado especial del presidente estadounidense, Donald Trump. En el comunicado del pasado viernes, Witkoff denunció el rechazo de Hamas a "la propuesta-puente" avisándole que sabe que "hay una fecha límite" aunque no la reveló.

Tras las inéditas conversaciones directas con EEUU, Hamas se mostró dispuesto a liberar al soldado israelí-estadounidense Edan Alexander y los cadáveres de otros cuatro rehenes con doble nacionalidad. El dirigente islamista Bassem Naim aclara que, a cambio, Israel deberá liberar más presos palestinos, retirar sus soldados del Eje de Filadelfia y reanudar el suministro de bienes y mercancías.

En un intento de presionar a Hamas para que acepte la ampliación de la primera fase de la tregua y desista ahora a la segunda fase acordada, el gabinete israelí ordenó el cierre del paso de ayuda humanitaria (tras la entrada diaria de 600 camiones en los últimos dos meses) y la suspensión del suministro de electricidad a la planta desalinizadora de Deir El Balah, en el centro de la Franja de Gaza.

Hamas exige a los mediadores garantías para la negociación sobre la segunda y tercera fase y acusa a Netanyahu de no haberlo hecho hace semanas tal y como establecía el acuerdo firmado por las dos partes a mediados de enero.

En los 42 días de la tregua, Hamas entregó 33 secuestrados israelíes (entre ellos ocho cadáveres) a cambio de casi 2.000 presos palestinos. Asimismo, liberó a cinco trabajadores tailandeses también secuestrados el 7 de octubre del 2023.

Tiendas de campaña en Tel Aviv

"Estamos aquí para apoyar a las familias de los secuestrados y pedir un acuerdo que les salve. Es lo mínimo que podemos hacer para personas que perdieron sus hijos, esposas, padres. Damos esperanzas a los que aún están en cautiverio", nos cuenta Yosi Shaked que, junto a su esposa Orit, abandonó su casa de Nofit, en el norte de Israel, para acampar frente al Ministerio de Defensa en Tel Aviv. No están solos. Desde hace más de una semana, decenas de tiendas de campaña ocupan la acera de una vía céntrica para exigir a Netanyahu seguir la tregua que permita la vuelta de todos los rehenes.

"Siempre que podemos, participamos en las manifestaciones. Tengo la sensación de que hacemos algo por el bien de Israel. Los problemas empiezan con el hecho de que tenemos un primer ministro corrupto que no genera confianza, pero yo no me manifiesto aquí contra él sino a favor de la vuelta de los secuestrados", añade este israelí. "Sé que es un tema complejo y que en Gaza nos quieren destruir pero el orden de prioridades debe ser claro: en primer lugar, la vuelta de los secuestrados", añade.

Su esposa continúa: "Soy abuela y madre y si alguno de mis familiares hubiera sido secuestrado, me gustaría que el pueblo estuviese conmigo. La inmensa mayoría de los ciudadanos quieren un acuerdo para que los nuestros vuelvan tras tanto tiempo".