INTERNACIONAL
EEUU

Trump dice que los indultos firmados por Biden "son nulos" y amenaza a los congresistas a los que culpa de la "caza de brujas" contra él

Asegura que los perdones fueron firmados con un bolígrafo automático por asesores sin el conocimiento o aprobación del ex presidente y por tanto "no tienen valor ni vigencia"

Donald Trump.
Donald Trump.BRENDAN SMIALOWSKIAFP
Actualizado

La historia no puede ser más surrealista, rebuscada y preocupante. El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, afirmó este domingo de madrugada, nada más aterrizar en Washington después de pasar el fin de semana en su residencia de Florida jugando al golf, que los perdones firmados por Joe Biden en sus últimos días en el cargo son "nulos" y "no tienen valor ni vigencia". Pero por si una declaración de ese calibre y con enormes consecuencias no fuera suficiente, lo más llamativa es la argumentación: Trump sostiene que esos decretos fueron firmados por una máquina automatizada (Autopen) controlada por los asesores de Biden, que según su teoría quizás ni estaba al corriente "ni los aprobó".

La declaración de Trump en su cuenta de Truth Social no se queda ahí, sino que concluye con amenazas nada veladas contra los miembros del Congreso que lo investigaron. En Acción de Gracias, Biden anunció el perdón incondicional para su hijo Hunter, poco antes de que el tribunal que lo había condenado por problemas fiscales y mentir para conseguir un arma dictara sentencia. Pero en enero, a punto de dejar la Casa Blanca, fue más allá. Primero perdonó a altos funcionarios como Anthony Fauci, el rostro de las medidas contra la pandemia, y a los congresistas que investigaron a Trump por el asalto de sus partidarios al Capitolio, temiendo represalias contra ellos después de años recibiendo presiones y amenazas. Y en las últimas horas en el poder, extendió el polémico indulto a sus propios hermanos y cuñadas.

En el mensaje de esta madrugada, Trump sostiene que "los indultos que el soñoliento Joe Biden otorgó al Comité de Delincuentes Políticos", que son los apodos que usa para el ex presidente y para el comité del Congreso encargado de investigar los hechos del 6 de enero de 2021, "y a muchos otros", se "declaran nulos, sin valor y sin vigencia, debido a que fueron otorgados por Autopen. En otras palabras, Joe Biden no los firmó, pero, lo que es más importante, ¡no sabía nada de ellos! Los documentos necesarios para el indulto no le fueron explicados a Biden ni aprobados por él. Él no sabía nada de ellos, y quienes sí los supieron podrían haber cometido un delito", afirma.

Por todo ello, añade, "quienes formaron parte del Comité de Delincuentes, quienes destruyeron y eliminaron TODA la evidencia obtenida durante su cacería de brujas de dos años contra mí y muchas otras personas inocentes, deben comprender plenamente que están sujetos a una investigación al más alto nivel. El hecho es que probablemente fueron responsables de los documentos que se firmaron en su nombre sin el conocimiento ni el consentimiento del peor presidente de la historia de nuestro país, ¡el corrupto Joe Biden!". Las acusaciones, gravísimas, no son nuevas. Trump lleva años cargando contra los políticos y meses diciendo, sin ningún tipo de prueba, que ese comité habría destruido todas las evidencias para borrar rastros de lo que considerar claras actividades ilegales. Y ahora considera que esos políticos y altos cargos pueden ser investigados, declarando sin valor sus perdones.

Ahora mismo no está claro si todo quedará en un arrebato y un troleo ya que colgó en sus redes sociales una foto en la que entre sus dos retratos presidenciales, uno por cada mandato, salía un autopen firmando como Biden en vez de la cara del presidente demócrata. Si simplemente lo incorporará su narrativa habitual, como los insultos o la afirmación de que en 2020 las elecciones estuvieron amañadas y por eso perdió. O si de verdad el Departamento de Justicia o el FBI, al frente de los cuales ha colocado a dos de sus fieles colaboradores, están barajando realmente impugnar de alguna manera los perdones y efectuar una investigación criminal, por poco recorrido que tenga.

Hace una semana, la Heritage Foundation, uno de los principales think tanks conservadores de Washington, y el que está detrás del grueso del programa de esta administración, publicó un informe en el que aseguraba que muchos documentos firmados por el presidente Joe Biden, incluyendo decenas de órdenes ejecutivas, se firmaron con un bolígrafo automático (autopen), cuestionando quién manejaba los hilos durante los cuatro años de mandato del expresidente.

"QUIEN CONTROLARA EL BOLETÍN AUTOMÁTICO CONTROLABA LA PRESIDENCIA", escribió el Oversight Project (Proyecto de Supervisión) en una publicación en X el jueves. "Recopilamos todos los documentos que pudimos encontrar con la firma de Biden a lo largo de su presidencia. Todos usaron la misma firma con bolígrafo automático, excepto el anuncio de que el expresidente se retiraba de la contienda el año pasado", explica el documento.

Desde entonces, Trump y su equipo han estado dándole vueltas. El autopen es un instrumento muy común que presidentes (incluyendo Trump), senadores, congresistas y cargos estatales usan desde hace décadas. El problema no es la herramienta, sino la decisión. Si cuenta con el visto bueno del político, es normal. Si se hace sin su conocimiento y aprobación, es ilegal y supone un delito grave. Y la narrativa que circula estos días por Washington va en esa dirección, con publicaciones conservadoras como The New York Post, de Rupert Murdoch, afirmando que algún asistente cercano de Biden podía haber estado tomando decisiones sin conocimiento de su jefe, siendo el presidente en la sombra.

Algo que en el caso de los perdones no tiene ningún sentido, porque fueron decisiones muy polémicas, muy estudiadas y sobre todo, muy personales. Sin embargo, lo que buscan los asesores de Trump es una manera indirecta de ir a por el fondo. "Para que los investigadores determinen si el entonces presidente Biden realmente ordenó la firma de documentos legales relevantes, o si incluso tenía la capacidad mental para hacerlo, primero deben determinar quién controlaba el bolígrafo automático y qué controles había en marcha", afirmó el Proyecto de Supervisión de la Heritage Foundation, viniendo a decir que el presidente no estaba capacitado y por tanto las decisiones no son legítimas. El ex presidente está cubierto por inmunidad, pero su equipo no. Por eso, por ejemplo, el fiscal general republicano de Missouri, Andrew Bailey, envió una carta al Departamento de Justicia el miércoles de la semana pasada exigiendo que se abriera una investigación sobre si el "deterioro cognitivo" de Biden permitió que personal no electo impulsara políticas radicales sin su consentimiento. Para ser investigados.

Ya el viernes, desde el Despacho Oval y mientras hablaba de gasto militar, Trump cargó contra su predecesor, diciendo que era un "hombre extremadamente incompetente. Basta con echar un vistazo para ver que firma con un bolígrafo automático. ¿Quién firmaba todo esto con un bolígrafo automático? ¿A quién se le ocurriría firmar documentos importantes con un bolígrafo automático?", preguntó Trump a los periodistas, presumiendo de cómo él firma todas sus órdenes ejecutivas en persona, a menudo ante las cámaras. "Son documentos importantes los que firmas, y te enorgulleces de firmarlos. ¿Te imaginas que todo se firmara con un bolígrafo automático? Nunca debería haber sucedido", dijo con desprecio.

"Nuestra práctica en cuanto al uso del autopen es mucho más restrictiva que la de la mayoría de las administraciones anteriores. No lo utilizamos para documentos que ejercen las facultades de la presidencia. Por ejemplo, no lo utilizamos para órdenes ejecutivas, memorandos presidenciales, memorandos de decisión, nominaciones, órdenes o comisiones de nombramiento, ni para proyectos de ley que deban firmarse. Ni siquiera lo utilizamos para fines más rutinarios, como la invitación de líderes extranjeros a la Casa Blanca. El presidente firma personalmente todos estos documentos, en presencia de testigos. Ocasionalmente, lo utilizaremos cuando un solo documento requiera varias firmas presidenciales, o cuando varias copias de un mismo documento requieran firma, pero solo después de que el presidente haya firmado personalmente y únicamente bajo su dirección", asegura un memorando distribuido por el equipo de Trump al que accedió el New York Post.