- Patio Global La defensa de Marine Le Pen en el caso que la puede inhabilitar: "No he burlado las reglas"
Marine Le Pen llegó a los tribunales de Clichy poco antes de las diez de la mañana y enfiló directamente hacia la sala 2.01, la misma en la que ha sido juzgado el ex presidente Nicolas Sarkozy, por la supuesta financiación libia de su campaña para elecciones del 2007. Se espera que el tribunal tarde de dos o tres horas en dictar la sentencia que tiene en vilo a la clase política y la sociedad francesa.
Junto a Le Pen comparecen otros 24 correligionarios de su partido. Entre ellos, su ex compañero sentimental y alcalde de Perpignan Louis Aliot, que podría ver también seriamente comprometido su futuro político.
El 31 de marzo estará marcado como el día D en la carrera política de Marine Le Pen. A sus 56 años, la líder de Agrupación Nacional conocerá en las próximas horas el veredicto del Tribunal Penal de París, donde ha sido juzgada por supuesta malversación de fondos del Parlamento Europeo, junto con otros 25 miembros de su partido.
El fiscal ha pedido para ella cinco años de cárcel, otros tantos de inhabilitación política y 300.000 euros de multa. Si es encontrada "culpable", podría ser el fin de sus ambiciones políticas, incluidas sus aspiraciones como candidata a la presidencia en 2027. Si supera la prueba, será oficialmente el pistoletazo de salida para su carrera hacia el Elíseo, como favorita en las encuestas y tras una calculada campaña para suavizar su imagen.
La propia Marine Le Pen, que en su día criticó la petición del fiscal como "una condena a muerte política con ejecución provisional", ha moderado el tono de las acusaciones y ha rebajado las expectativas. "No quiero especular por adelantado y esperaré a saber el veredicto", declaró a Le Figaro la líder de la extrema derecha francesa. "Yo me considero totalmente inocente de los hechos que se me imputan".
Los cargos son de "abuso de confianza" y "malversación de fondos" por el uso de dinero de la UE, inicialmente destinado a parlamentarios europeos, para el pago del personal francés del partido. En el caso de Le Pen, se supone que el dinero sirvió para pagar a su guardaespaldas, a su jefe de gabinete y a un asistente.
La investigación reveló la puesta en marcha "concertada y deliberada" de un sistema fraudulento para desviar fondos entre 2006 y 2018 de una manera "deliberada y concertada" hacia las arcas del Frente Nacional (predecesor de la Agrupación Nacional, o RN por sus siglas en francés), que entonces atravesaba graves problemas de financiación.
El Parlamento Europeo estima que el perjuicio financiero para la institución pudo llegar a los tres millones de euros. El partido de Le Pen ha devuelto un millón de euros, aunque ha recalcado que no se trata de un reconocimiento de culpabilidad.
"Siempre he considerado que este combate judicial forma para de un combate político", declaró Le Pen a Le Figaro. "Pienso que quienes no entendieron eso probablemente fueron engañados", advirtió la líder de RN en una referencia directa al ex primer ministro y fallido candidato de Los Republicanos a las presidenciales, François Fillon (condenado a cinco años de cárcel e inhabilitado políticamente por diez años por desvío de fondos públicos y creación de "empleos ficticios").
Antes, durante y después del proceso se ha especulado también con el papel a la sombra de Emmanuel Macron, preocupado ante la idea de ceder a Le Pen el testigo del Elíseo en dos años. El nombramiento de Richard Ferrand, estrecho aliado de Macron, como presidente del Consejo Constitucional se interpretó en febrero como un intento del presidente de interferir en el proceso.
El Consejo Constitucional se pronunció, de hecho, el viernes sobre el caso de un concejal inhabilitado en aplicación de la "ejecución provisional", en el momento de conocer la sentencia y sin esperar a que resolviera el recurso de apelación. El fiscal ha solicitado también la "ejecución provisional" para Le Pen, lo que supondría su inhabilitación inmediata (podría conservar su escaño en la Asamblea Nacional hasta que acabe su mandato, pero no concurrir a elecciones legislativas o presidenciales).
Le Pen asegura, sin embargo, estar preparada para llevar la batalla legal hasta sus últimas consecuencias y recurrir la sentencia en los próximos meses si es encontrada "culpable". La líder de RN niega la existencia de una trama para desviar fondos del partido y sostiene que las imputaciones se deben a una estrecha interpretación de las funciones de "asistente parlamentario".
"No tengo la mínima inquietud porque Marine Le Pen es totalmente inocente en este caso", ha declarado por su parte su delfín, Jordan Bardella, quien, a sus 29 años, ejerce como presidente de RN y lleva varios meses reclamando el protagonismo. El pasado fin de semana participó en un congreso contra el antisemitismo en Israel y hace dos meses causó grandes titulares por su negativa a participar en un acto electoral en el que Steve Bannon, ex asesor de Donald Trump, cuadró el saludo nazi.
Bardella se codea ya con Le Pen en las encuestas, lo que ha dado pie a especulaciones sobre su disposición a reemplazar a su "madrina" de manera inmediata si los jueces la inhabilitan. En sus declaraciones a Le Figaro, Le Pen asegura que no hay fricciones entre ellos y que su ambición es "ser la presidenta de todos los franceses" en 2027. Y en todo caso allanar el camino a su ambicioso sucesor natural: "En 2032, Jordan tendrá 36 años".