Estados Unidos asegura que no va a dejar de formar parte de la Organización del Tratado del Atlántico Norte. "El presidente Trump ha dejado claro que apoya a la OTAN, vamos a permanecer en la OTAN", ha asegurado este jueves en Bruselas el secretario de Estado de Estados Unidos, Marcos Rubio. Pero esa permanencia tiene una exigencia muy elevada: que los socios se comprometan a llegar al 5% del PIB en gasto militar. Todos, incluido, por lo tanto, España.
"Entiendo que haya factores de política interna, después de décadas construyendo una amplia red de seguridad social, que quizás no quieran restarle recursos a eso para invertir más en seguridad nacional", ha señalado Rubio en su primera cita en la OTAN junto al resto de ministros de Asuntos Exteriores, y en un discurso que en gran medida podría aplicarse a la situación del Gobierno español.
"Pero los acontecimientos de los últimos años, con una guerra terrestre a gran escala en el corazón de Europa, es un recordatorio de que el poder militar sigue siendo necesario como elemento disuasorio. Y por eso queremos salir de aquí con la certeza de que estamos en el camino, un camino realista para que todos y cada uno de los miembros se comprometan y cumplan la promesa de llegar al 5% del gasto", ha añadido.
Esto afecta también a EEUU, como ha reconocido el propio Rubio, ya que el país está por debajo del 3,5% de inversión. "Eso incluye a Estados Unidos, que tendrá que aumentar su porcentaje porque si las amenazas son realmente tan graves como yo creo que son y los miembros de esta alianza creen que son, entonces esa amenaza tiene que afrontarse con un compromiso pleno y real de tener la capacidad de hacer frente a estas cosas, de hacerles frente", ha señalado.
Y todavía más. "Ese ha sido el mensaje del presidente Trump en su primera administración, y es el que trae a esta. No está en contra de la OTAN. Está en contra de una OTAN que no tiene las capacidades que necesita para cumplir las obligaciones que el tratado impone a todos y cada uno de los Estados miembros", ha añadido Rubio, dejando muy claras cuáles son las exigencias de Estados Unidos.
De esta manera, Rubio ha preparado el terreno para la trascendental cumbre que la OTAN celebrará a finales junio de La Haya. En esta reunión interministerial es muy improbable que se ofrezca un nuevo objetivo de gasto a pesar de lo apuntado por el secretario de Estado, pero sí deberá salir de la cita en Países Bajos.
Reino Unido también presiona
Las palabras del representante de la Administración Trump están en línea, además, con las del Reino Unido. Aunque en unos términos más moderados, no tan extremos, el secretario de Asuntos Exteriores, David Lammy, ha animado a los países a que "aumenten el gasto en defensa para apoyar la seguridad euroatlántica". Para el Gobierno de Keir Starmer, "hacer que la OTAN sea más fuerte, más justa y más letal es clave para proteger las condiciones de crecimiento en casa", ha añadido.
El propio secretario general de la OTAN, Mark Rutte, ya lleva semanas avanzando que el nuevo objetivo de inversión será muy superior al 2% actual. No apunta a ese mismo 5% que exige Rubio pero en Bruselas sí se habla claramente de un 3% o un 3,5%. Y hoy ha vuelto a referirse a eso, también está seguro de que Estados Unidos permanecerá en la OTAN pero que es "lógico" que el país tenga que estar pendiente de otros teatros como es el Indo-Pacífico, y a una cosa muy importante: que no cree que haya que redefinir lo que se entiende como Defensa.
"No, no lo creo. Tenemos una definición clara de lo que es el gasto en Defensa, y lo que no queremos es diluirlo", ha asegurado. Esto es justo lo contrario de lo que ambiciona el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, que pretende incluir dentro del gasto militar partidas que ahora mismo no se computan para, de este modo, elevar automáticamente su cifra de desembolso.