Emma Suárez (Madrid, 1964) sigue deslumbrando con sus cualidades interpretativas, ahora en el teatro como protagonista de El cuarto de atrás, adaptación de la novela de Carmen Martín Gaite dirigida por Rakel Camacho que el Teatro de la Abadía programa dentro del centenario de la escritora.
- ¿Qué es 'El cuarto de atrás'?
- Todo sucede en la cabeza de una mujer en una noche de insomnio. En ese estado de vigilia la fantasía, el sueño y la realidad se confunden dentro de esta escritora que está tratando de invocar a las palabras para escribir una novela. Como un collage de esos que hacía Carmen Martín Gaite.
- ¿Qué comparte usted con Martín Gaite?
- Me gusta entrar también en ese refugio, escapar de la realidad y jugar con la imaginación. Ella habla de la libertad, dice que para sobrevivir hay que imaginar. Y también me identifico con ese curioso desorden en la creatividad, en lo de vivir dentro de una misma.
- ¿Por qué regresar al teatro?
- Yo tenía muchas ganas de volver a hacer teatro, porque necesitaba continuar con el proceso de ser voz de un texto que no se acaba, que cada día es nuevo y descubro cosas diferentes. En un rodaje no pasa lo mismo: los actores terminamos y todo está en manos del director.
- ¿Es el teatro el último refugio frente al móvil?
- He estado de jueves a domingo sin móvil. Unas vacaciones, pero ha sido maravilloso, no lo he echado de menos para nada. Me compré un reloj despertador con alarmita para saber en qué hora vivía para no llegar tarde al teatro.
- Usted lleva toda la vida en este oficio de actuar
- Hay algo de mi destino que está vinculado a la interpretación desde niña, antes de ser actriz, cuando jamás pensé en dedicarme a esto. Y se ha convertido también en mi forma de ser. A través de los personajes que interpreto, me descubro también a mí misma un poco más.t