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Jordania prepara una nueva boda real, algo que tampoco puede sorprender demasiado ya que nos encontramos, como ocurre en casi todas las Monarquías árabes, con una dinastía reinante que reconoce rango principesco a decenas de miembros. Las campanas suenan esta vez por la princesa Sara bint Faisal (27 años), sobrina del rey Abdalá II. A principios de semana se hacía oficial su noviazgo con Ali Al-Sawaf , del que se sabe que es un joven nacido en Yeda (Arabia Saudí), informático de profesión -trabaja para la compañía IBM- y, al parecer, miembro de una familia más que pudiente. El enlace se oficializó en una ceremonia en la residencia de la madre de la novia en Amán a la que acudieron numerosos integrantes de la dinastía hachemita, aunque no pudo estar presente la reina Rania, ya que el pasado fin de semana protagonizó un importante viaje a Estados Unidos que le sirvió, entre otras cosas, para reunirse con la ya primera dama Melania Trump.
Sara es hija del príncipe Faisal y de su primera mujer, Alia. Faisal es uno de los hermanos del rey, pero no uno cualquiera. Porque es el único de los hermanos varones con los que el monarca comparte padre y madre: el difunto rey Husein y la princesa Muna. Es una de las razones por las que Faisal ha ocupado cargos de la mayor responsabilidad en la Corte desde que Abdalá II subió al trono en 1999.
Se desconoce aún la fecha en la que se producirá el feliz acontecimiento. De hecho, a la familia se les agolpan las bodas. Porque se da la circunstancia de que el pasado junio se anunció también el enlace de la hermana gemela de Sara, la princesa Aisha bint Faisal, célebre por haber estudiado Criminología, una carrera poco vinculada a jóvenes de sangre azul. El tiempo dirá si las hermanas no se acaban casando juntas.
Lo que parece altamente probable es que estas bodas jordanas cuenten con presencia real española. Y es que la madre de las casaderas, la mencionada Alia, es íntima de la Reina Sofía y de la Infanta Cristina. Sin contar a la reina viuda Noor -desde hace años alejada de Jordania, resignada a la caída en desgracia de su primogénito, Hamzah, quien renunció a su estatus principesco tras una extraña maniobra palaciega con la que se intentó incluso el derrocamiento de Abdalá-, la princesa Alia fue durante muchos años el miembro de la Corte hachemita más vinculado con nuestra Familia Real.
Alia -hija del fundador de la compañía Royal Jordanian Airlines- contrajo matrimonio con el príncipe Faisal en 1987. Tuvieron cuatro hijos -los príncipes Ayah, Omar y las mencionadas gemelas Sara y Aisha-. Y se divorciaron en 2008 por petición de la separación del hermano del rey, que se ha casado dos veces más.
La extraordinaria sintonía de Alia con Doña Sofía y Doña Cristina comenzó a forjarse durante el tiempo en que estuvo casada, pero continuó después, ya divorciada. La princesa acudía con regularidad a España junto a su familia. Y, en concreto, ha pasado larguísimas temporadas estivales en Mallorca -también en Marbella-, donde podía frecuentar la compañía de la madre y hermana de Don Felipe. Los hijos de Alia, incluidas las actuales novias a punto de pasar por el altar, han disfrutado de lo lindo en la capital balear y han compartido muchos momentos de juegos con la prole de la Infanta Cristina.
íntima de nuestra casa real
A la princesa Alia se la ha visto acompañando a la Reina Sofía en nuestro país en muchos eventos, incluidas algunas galas de los Premios Príncipe de Asturias, en los que la siempre discreta jordana ocupaba un palco de honor en el Teatro Campoamor de Oviedo junto a la aplaudida soberana. También ha estado presente en momentos tan amargos como el funeral en la Catedral de La Almudena, en Madrid, por las víctimas de los atentados del 11-M, en 2004.
En una entrevista a la revista ¡Hola!, la princesa Alia hablaba en septiembre de 2017 en estos términos sobre la madre de Felipe VI: «Para mis hijos ha sido como una abuela y para mí, una amiga y una hermana querida. Es una dama maravillosa que se preocupa por todos y por todo».
En Mallorca, la ex mujer de Faisal también ha tenido siempre otros buenos amigos de la realeza europea, como algunos príncipes de la Casa búlgara. En concreto, Alia es íntima de Rosario Nadal, ex mujer de Kyril de Bulgaria. Por ello la jordana no faltó a la boda de la hija de éstos, Mafalda, en junio de 2022, celebrada justamente en Mallorca, que contó también con la presencia de las Infantas Elena y Cristina y de la princesa Mette-Marit de Noruega.
Presumiblemente, todos ellos volverán a encontrarse en Jordania, esta vez para ver cómo dicen sí quiero las dos sobrinas casaderas del monarca.
La princesa Sara no es el primer miembro en la Corte hachemita que contrae matrimonio en los últimos tiempos con alguien de procedencia saudí. Todavía están muy frescos los grandes fastos que se vivieron en Amán en junio de 2023 con motivo del enlace del príncipe heredero Husein, el primogénito de Abdalá II y Rania, quien se desposó con la bella Rajwa Al Saif. La futura reina de los jordanos pertenece a una familia muy destacada de Arabia Saudí, muy vinculada con su dinastía gobernante desde hace décadas. Puede que todo sean casualidades y pura magia de las flechas de Cupido, a saber, pero los expertos en geopolítica de Oriente Próximo no pasan por alto los beneficios para la Monarquía hachemita de establecer nexos cada vez más directos con los poderosos clanes saudíes, en un contexto regional tan convulso como el que se está viviendo estos últimos años.