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"Es mi roca". Así ha definido sir Elton John (77) en los últimos tiempos a su esposo, David Furnish (62), que está constantemente pendiente de él debido a sus últimas complicaciones de salud. Concretamente, la pérdida paulatina e irreversible de la visión del intérprete de Candle in Wind, una canción-homenaje a su íntima amiga Diana de Gales con motivo de su fallecimiento.
Elton John y David Furnish acudieron este domingo pasado al estreno del musical El diablo viste de Prada en el teatro Dominion del West End londinense donde recibieron el cariño de infinidad de amigos, entre ellos, Liz Hurley, Anna Winthour y Donatella Versace, a quien es materialmente imposible de reconocer debido a sus incontables operaciones de cirugía estética. La estrella británica escribió el libreto de este musical protagonizado por Vanessa Williams
Tras la función, Elton reveló sus inseguridades: "Ha sido muy difícil para mí intentar ver la función. Pero me ha encantado escucharlo, y qué bien ha sonado esta noche". Desde hace cuatro meses arrastra una grave infección que le impide ver con el ojo derecho "y el izquierdo tampoco está pasando por su mejor momento", comentó resignado. A pesar de los pesares, el divo se siente muy agradecido de poder contar con el inestimable apoyo de su esposo, a quien conoció en 1993.
Antes de emprender el sendero de la fama, David Furnish, originario de Toronto (Canadá), se graduó con honores en la Ivey Business School, la principal escuela de negocios de la Universidad de Western Ontario. Al terminar sus estudios fue contratado como ejecutivo de publicidad en Ogilvy & Mather, nacida de la fusión de ambas empresas en 1964, pero hay que destacar que Ogilvy se fundó en 1850. No tardó en convertirse en uno de los empleados más notables y con el fin de labrarse un futuro mejor pidió el traslado a Londres, donde terminó siendo el Director de Servicios de Cuentas más joven de la empresa.
Al otro lado del charco, sus padres, Jack y Gladys, y sus dos hermanos John, el mayor, y Peter, el menor, no podían estar más orgullosos. Cupido hizo su labor más dulce cuando el cantante llamó a un amigo porque quería montar una cena en su mansión de Windsor con el fin de ampliar su círculo de amistades ya que llevaba poco tiempo residiendo en la zona. Ese amigo vino con David. Hubo química. La noche siguiente tuvieron una velada íntima para la que pidieron comida china al prestigioso Mr. Chow. Como el matrimonio homosexual no era legal en Inglaterra, en 2005 registraron su unión civil en Londres.
Deseosos de formar una familia, en 2010 nació Zachary y tres años más tarde Elijah, ambos gestados a partir de un vientre de alquiler. Los allegados a David le definen como un hombre tímido, resolutivo, cariñoso y elegante. No en vano ha sido distinguido en alguna ocasión como uno de los hombres mejor vestidos de Gran Bretaña.
Ávido cinéfilo, Furnish realizó varios cursos en el British Film Institute y junto a su pareja fundaron su propia productora, Rocket Pictures, cuyo primer proyecto fue el documental Elton John: Tantrums & Tiaras (1997). Posteriormente ha ejercido como productor en varias películas y documentales, entre ellas, Gnomeo y Julieta (2011) y Rocketman (2019).
Los John-Furnish forman una familia itinerante ya que el cantante y compositor posee al menos siete lujosas residencias en varios países. La principal está en el condado de Berkshire (Windsord), data del siglo XVI, perteneció al cirujano de Eduardo VII y tienen por vecinos al matrimonio Clooney. Otras propiedades están ubicadas en Londres, la Costa Azul y Beverly Hills, donde en la última década han adquirido dos mansiones. Una de ellas les costó 32 millones de euros, tiene 10 dormitorios, 22 baños y 9 chimeneas. Se lo pueden permitir ya que según el portal Celebrity Net Woth, Elton John tendría una fortuna de 650 millones de dólares (620 millones de euros).