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Roger Moore: el santo que fagocitó al Bond, James Bond, más seductor

El documental From Roger Moore With Love recrea la vida del actor a través de películas caseras, cartas, fotos y declaraciones de sus hijos y amigos. La faceta más desconocida es que aportó a su James Bond sus principales atributos como el carisma, la ironía y el sentido del humor.

Roger Moore como James Bond
Roger Moore como James BondGETTY
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Un periodista le preguntó: "¿Por qué cree que fue escogido para interpretar a El Santo?" y Roger Moore, con su inmaculado traje a medida y mientras exhalaba el humo de un cigarrillo contestó: "Porque Sean Connery no estaba disponible". Esta respuesta tan sarcásticamente british como el té de las cinco fue uno de sus rasgos más característicos que, junto a su atractivo, hicieron que se convirtiera en el James Bond más deseado, con permiso de Connery.

Una faceta desconocida de este gentleman hijo único de un policía y una ama de casa. Se acaba de estrenar en algunos cines británicos el documental From Roger Moore With Love (De Roger Moore con amor) y que, probablemente, también se verá en algunas de las plataformas existentes. Para ofrecer un retrato pormenorizado del intérprete se ha tenido acceso a material inédito como vídeos caseros, fotografías, cartas personales y otros documentos.

Para saber más

Una narrativa que se complementa con las entrevistas exclusivas a sus tres hijos, Deborah (61), Geoffrey (58) y Christian (51) y las de algunos de sus más íntimos amigos, Joan Collins, Jane Seymour, Pierce Brosnan y Christopher Walken, entre otros. Sustituir a Sean Connery no fue tarea fácil. El carisma, los buenos modales, su humor autocrítico y su pasión por una sastrería que le sentaba como un guante fueron atributos más que suficientes para interpretar al espía de Ian Fleming entre 1972 y 1985.

En total fueron siete películas: Vive y deja morir (1973), El hombre de la pistola de oro (1974), La espía que me amó (1977), Moonraker (1979), Solo para tus ojos (1981), Octopussy (1983) y Panorama para matar (1985). Roger Moore construyó un nuevo tipo de modelo masculino para la época con el que consiguió la inmortalidad.

Roger Moore rodeado de mujeres
Roger Moore rodeado de mujeresGETTY

En el documental se resuelve ese juego dual entre actor y personaje en el que a veces el intérprete sale perdiendo. Pero en el caso del británico no fue así. Roger Moore fagocitó a James Bond. Hubo una transferencia de atributos. La idea de que la mayor creación de Roger Moore fue Roger Moore es una idea que se refleja en el trabajo del director Jack Cocker cuando hace referencia a una entrevista que el actor concedió a la BBC donde habló de su segunda esposa, Dorothy Squires: "Antes de conocer a Dorothy era muy nervioso, muy tímido. Lo que ella me dio fue la confianza para entrar en una habitación. Desde que conocí a Dorothy, empecé a desarrollar una personalidad. Me convertí en alguien llamado Roger Moore". Gracias a ella debutó en Estados Unidos e incluso le llegó a presentar a Elvis Presley.

En ese proceso de reconstrucción consiguió reinventarse a sí mismo como la imagen misma de la quintaesencia del caballero inglés de clase alta, una transmutación tan notable y asombrosa como la forma en que Archibald Leach superó una infancia pobre en Bristol para ser Cary Grant. Este padecía de alguna manera el síndrome del impostor cuando un amigo le dijo que siempre quiso ser Cary Grant, a lo que la estrella respondió: "Pues ya somos dos". Roger Moore era Roger Moore. Persona y personaje en el mismo plano.

En Suiza

El Roger creado por el propio Roger le llevó a la cima de la fama y a un estilo de vida de la jet set internacional que contaba con David Niven, Gregory Peck, Frank Sinatra y Grace Kelly entre sus mejores amigos. De hecho, durante bastantes años su residencia oficial estuvo en Mónaco, donde solía acudir a los grandes eventos sociales del principado como el tradicional Baile de la Cruz Roja. Primero lo hizo junto a Luisa Mattioli, su tercera esposa y madre de sus tres hijos con quien estuvo casado entre 1969 y 1996 y después con el último gran amor de su vida, Kristina Kiki Tholstrup.

Como miembro de la elitista jet set también poseía una residencia en Suiza. Durante varios años estuvo afincados en Gstaad, donde también tenían su chalé Julie Andrews y Elizabeth Taylor y, posteriormente, se asentó definitivamente en Crans-Montana. De acorde a su estatus, los trajes solo podían estar hechos a medida en la exclusiva Savile Road. Cuando Cyril Castle se jubiló, sir Roger Moore contrató los servicios de Doug Hayward tanto dentro como fuera de la pantalla y tras su fallecimiento Anthony Sinclair fueron los encargados de vestirle hasta su fallecimiento a los 89 años en 2017. Tal era la pasión de Moore por la sastrería que incluso llegó a diseñar algunos de sus outfits.

Tras varias décadas destilando glamour con el único propósito de acrecentar su leyenda, el protagonista de Maverick y El Santo enfocó su marca para ayudar a los niños más desfavorecidos. Gracias a su amiga Audrey Hepburn, que era embajadora de buena voluntad de Unicef (1988-1993), el británico empezó a colaborar con la agencia de la Organización de las Naciones Unidas que le otorgó en 1991 el mismo título que a la protagonista de Desayuno con diamantes.