Julio Iglesias rentabiliza más que Isabel Preysler su calculado retiro

A algunos se les ha olvidado, pero hubo un tiempo, no muy lejano, en el que Julio Iglesias (81 años) e Isabel Preysler (75), primero juntos y luego por separado, protagonizaban las portadas de las revistas españolas de manera cíclica. Todo en su vida era noticia -o exclusiva-. Los reyes de corazones -démosle a él también el merecido tratamiento de monarca de la prensa rosa- salían en un reportaje de ¡Hola! mínimo una vez al mes. Siempre interesaba cualquier cosa que tuvieran que contar. Un nuevo divorcio, una nueva paternidad, un posado en Puerta de Hierro con los niños bajo el árbol, otro de toda la prole descalza con guayaberas en la casa de Ojén...

Igual que nos acostumbramos a la hiperpresencia mediática de Julio e Isabel, mitos ya de la cultura pop española, tampoco nos hemos terminado de dar cuenta de su paulatina desaparición de la primera línea de fuego. Los 10 hijos + una demanda de paternidad que suman entre ambos han tomado el testigo de sus legendarios padres -sobre todo Tamara y Chábeli- han cubierto su hueco en el cuché, aunque sin la misma gracia y poderío, está claro.

Marcas y productoras

Preysler e Iglesias se están retirando estos últimos años de manera calculada y silenciosa una vez han comprobado que sus herederos tienen futuro en los mass media. Lo que no significa que se hayan jubilado del todo. Antes de ese adiós -uno de los escenarios, la otra de los photocalls-, van a exprimir al máximo su leyenda cada uno. Y si mientras tanto les sale algún proyecto fácil y rentable, sobre todo a Isabel -que sigue interesando a las marcas y productoras-, pues mejor. Empezamos con ella.

Es verdad que estamos en invierno todavía y que el frío y la lluvia dan para pocos saraos, pero el caso es que no vemos a Preysler delante de una cámara desde hace más de cuatro meses, quién lo iba a decir. Fue el pasado 29 de octubre, en la gala de Premios de la revista Mujer Hoy, por cierto la noche más trágica de la Dana de Valencia, cuando la filipina habló sin ambages de una "retirada" en su horizonte. "Debo de estar haciéndome muy mayor porque últimamente me están dando mucho premio [se lo dieron por su relevancia en la sociedad española]. Creo que está llegando el momento en que empiece a retirarme y os deje a mis niñas, que son mucho más graciosas y divertidas que yo. Y ya no os quiero ni contar cómo son mis nietos", comentó encantada la socialite a los reporteros.

Larga visita a Miami

Desde entonces, no la hemos visto en ningún acto social. Al poco, viajó a Miami para pasar las Navidades con sus hijos Enrique y Chábeli y tras su regreso a España no constan fotos suyas. Cuentan los paparazzi que suelen hacer guardias en casa de Preysler que no la ven salir de casa, sin embargo, su entorno más íntimo desmiente esta realidad. "Sale y entra mucho [en su coche con cristales tintados], queda con amigas, viaja... Lo que no hace es posar para nadie, no le hace falta ni le apetece tanto como antes. Ahora queda con quien le da la gana, por ejemplo, hace poco con el diseñador Jorge Redondo, de Redondo Brand, que la ha vestido para Elle y Harper's Bazaar". Estas mismas fuentes desmienten las últimas informaciones publicadas sobre ella. "No es verdad que esté arruinada, pidiéndole dinero a Enrique para mantener la casa y el servicio. No olvidemos que es viuda de un ministro de Economía, tiene patrimonio y bien invertido. ¡Le sobra!¡Si vieras las comidas que da en su casa con al menos tres mayordomos! Tampoco es cierto que su larga visita a Miami la haya aprovechado para operarse otra vez. ¡Si no puede hacerse nada más!, ¿Has visto su cara? ¡Está tan retocada que sería imposible!".

Isabel, debido a su edad, no mantiene un perfil activo en redes sociales, de hecho apenas tiene 138.000 seguidores en Instagram. Eso sí, mantiene fuentes de ingresos nada desdeñables. "En cada tienda de Porcelanosa hay fotos suyas enormes junto a las de George Clooney, que también es imagen de la firma. Ya sólo por eso algo le tienen que pagar, claro está que nunca lo mismo que lo que cobraba durante su contratazo de antaño", afirma otra fuente que ha trabajado con ella.

"Más selectiva"

La última campaña relevante que hizo Preysler fue para Multiópticas, en verano del año pasado. Una campaña se que gestionó su representante en cuestiones audiovisuales, Susana Uribarri, que habla con LOC y a quien preguntamos sobre el documental que estaba en marcha sobre la filipina y, sabemos, se paró, por razones que no han trascendido . "Después de varias reuniones, ella fue quien dijo stop al proyecto, que posiblemente se retomará en algún momento, cuando ella lo decida. Tengo muchas ofertas para Isabel siempre encima de la mesa, es de mis representados quien tiene el caché más alto. Lo que ocurre es que ahora es más selectiva, sólo acepta lo que le gusta y divierte".

Preysler también ha parado la biografía autorizada que había empezado a escribir el año pasado con una persona de su confianza. Hasta la fecha, sólo hay publicada una de la periodista Paloma Barrientos que no le hizo mucha gracia a la diva.

El biopic de Julio

Realmente, quien tiene el proyecto más suculento encima de la mesa es Julio Iglesias, mito de la canción hispana del que últimamente sabemos nada en comparación con los 80 y 90, sólo en su cuenta de Instagram, donde tiene 580.000 seguidores. El ídolo, de hecho, se ha envuelto de tanto misterio que su personaje cotiza a máximos históricos. Dan fe de ello los dos últimos libros que se han publicado sobre él y le han puesto de nuevo de moda. Hey, de Hans Laguna, y El español que enamoró al mundo, de Ignacio Peyró.

Julio no da un concierto desde 2019, lo que ha dado pie a todo tipo de especulaciones sobre su estado de salud, que él mismo ha procedido a desmentir en IG afirmando que está "DPM [de puta madre]". Bulo que confirma otra fuente a la que hemos accedido: "Está feliz, en forma, nadando todo el día. Vive entre Miami, Punta Cana y Bahamas, donde tiene sus mansiones. "Escribiendo sus memorias, tranquilo". Su paz no la perturba ni su aparición en los papeles de Pandora, que le vincularon a 20 sociedades offshore. Tampoco parece haberle quitado el sueño nunca el eterno fantasma de la demanda de paternidad de Javier Santos, caso que fallaron el Supremo, el Constitucional y Estrasburgo a favor de que no se reabriera pero que hoy está en un tribunal de Derechos Humanos de la ONU.

Julio no dio al final ese concierto de inauguración del nuevo Bernabéu del que tanto se habló y le hacía ilusión a tantos aficionados, ya que jugó en los juveniles. Tampoco asistió al funeral del padre Lezama el pasado enero, sacerdote que le casó con Miranda y a quien le unía una profunda amistad.

Julio prepara con mimo un documental que ha firmado con el equipo de no ficción de Netflix por "una cifra astronómica", dicen estas fuentes. En realidad lo que él quería era una docuserie parecida a la que se hizo Luis Miguel, con gran éxito pero con ciertas lagunas debido a la amenaza de demandas por parte de la madre de sus hijos, Aracely Arámbula.

Mujeres e hijos

Hace justo un año, Julio anunció la noticia: "Después de tantas especulaciones, libros y documentales en los que no he participado, por primera vez he decidido contar la verdad de mi vida a una compañía universal como Netflix". Una vida que, desde luego, tiene ingredientes para un a gran docuserie. 80 álbumes con más de 300 millones de copias vendidas, conciertos que han reclutado a más de 60 millones de espectadores en los cinco continentes, dos bodas, ocho hijos que sepamos y la leyenda de 3.000 amantes... Con razón pretendía que esa docuserie que soñaba la dirigiera Steven Spielberg, que de momento se ha negado.

Todo se andará.