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Una crónica que escribió Jorge Bustos antes de la final de la Champions de San Siro en 2016 —[ganó el Madrid, claro]— decía: "Relajado se veía también a Florentino. A él el sosiego se le advierte mejor cuando se quita las gafas, que le funcionan como una prótesis del carácter; sin ellas parece que recupera la ingenuidad".
Alberto Núñez Feijóo (63) nos tenía acostumbrados a llevar gafas desde los inicios de su carrera. La primera foto que aparece del líder del PP gallego en los archivos de este periódico data de 1996. Entonces, como secretario general de Asistencia Sanitaria de Romay Beccaría, ya las llevaba.
Este verano Feijóo decidió cambiar su imagen de cara al otoño, aunque en alguna comparecencia estival ya había sorprendido portando gafas de sol en un interior. El motivo fue un desprendimiento de retina que le obligó a ser intervenido de urgencia en el prestigioso Instituto Oftalmológico Fernández-Vega de Oviedo. En la mesa de operaciones, cuentan, se percataron de que el líder del PP tenía cataratas y le propusieron operarse en octubre. En aquella intervención le implantaron unas lentes multifocales que le permiten leer sin gafas. En su siguiente aparición pública ya no las usaba, lo que suscitó multitud de comentarios. ¿Los electores preferían sus aires de empollón? ¿O les convencía más esa mirada a lo Alf, con un aire común a personajes tan dispares como Richard Gere y Casimiro García-Abadillo?
pedro, elegante
El debate, desde entonces, no ha cesado entre los votantes del PP y también entre los de otras opciones políticas. Una encuesta de Sigma Dos despeja las dudas de LOC. El 36% de los consultados respondió que prefiere al político gallego con gafas, frente al 30,3% que lo prefiere sin ellas y al 33,6% a quienes les da igual. La sorpresa: la opción "con gafas" es la preferida entre los votantes del PSOE (39,3%), mientras que entre los simpatizantes de PP (38,5%) y Vox (43,3%) lo prefiere sin ellas.
Dicen que la persona que convenció a Feijóo de dejar las gafas fue su pareja, Eva Cárdenas, ex presidenta de Zara Home y recién fichada por Mango para su división. A ella le gusta más así. Y la primera batalla se gana en casa. Eso sí: la decisión de llevar gafas o no podría indicar si Feijóo persigue los votos de Vox o los de esa izquierda desencantada que dice querer conquistar.
Quizá solo sea cuestión de tiempo que los ciudadanos se acostumbren. En 2010, José Blanco -entonces ministro de Fomento de ZP- contó que también había corregido sus problemas de visión en la misma clínica ovetense donde se habría operado Feijóo. Él confesó a Ana Rosa: "Tenía miopía, astigmatismo, cataratas y presbicia". Sin embargo, al entonces ministro le costaba verse sin gafas y, como le aconsejaron algunos periodistas, durante un tiempo las siguió utilizando para entrevistas y ruedas de prensa institucionales.
Ocasiones para las que Pedro Sánchez suele ponerse corbata. Así le prefieren el 47,6% de los consultados. El presidente del Gobierno es también considerado el político más elegante (49,2%), seguido de Feijóo (19,3%) y Santiago Abascal (16%). No hay transfuguismo en estas elecciones: los votantes ven con mejores ojos a su candidato.
En el caso de las políticas, Yolanda Díaz es considerada como la más elegante (34,8%), seguida a mucha distancia por la portavoz en el Congreso Cuca Gamarra (21,8%), que solo supera por una décima a la portavoz de Vox, Pepa Millán. La política a la que se le reconoce menos estilo es María Jesús Montero: solo el 6,5% considera que se viste bien. Las respuestas a esta encuesta también dejan claro que Díaz logra mejores valoraciones cuando se desentiende de Sumar y ejerce más su papel de ministra.
Sánchez también es el más elegante del Consejo de Ministros para el 36,9%. El peor vestido: Óscar López (1,2%), cuya percepción estética también podría verse lastrada por la atrabiliaria oposición que ejerce contra Isabel Díaz Ayuso en su otro papel como líder del PSOE de Madrid. Yolanda Díaz también destaca entre las ministras (25,7%). Mónica García, por su parte, solo va bien vestida para el 2,9%. Incluso María Jesús Montero tiene más partidarios (4,5%).
En cuanto a las simpatías, Yolanda Díaz es la favorita para irse a tomar un café (22,7%) y también a la que un mayor porcentaje confiaría las llaves para cuidar las plantas o el perro (24,4%). Pedro Sánchez, sin embargo, se impone como yerno ideal (18,1%). Eso sí, en esta tanda de preguntas, la mayoría no confiaría en ninguno para cuidar la casa (35,3%) ni como yerno (40,5%). Una evidencia estadística de la desafección y desconfianza de los españoles respecto a los políticos.
Un solo chascarrillo para acabar esta pieza como mandan los cánones, enlazando el final con el principio: en el palco del Madrid se cuenta que Florentino se ha operado la vista y que ya no necesitaría gafas. ¿Por qué las usa entonces? Sobre las de Feijóo hay menos consenso.