Hoy, los miembros de la Academia de los Premios Goya ya habrán tomado su decisión y, entre ellos, habrá quien intuya si Arturo Cardelús (Madrid, 1981) se alzará con su primera estatuilla. Aunque él no descubrirá hasta días después, en la gala del 8 de febrero, si la música que ha compuesto para Dragonkeeper (también nominada como Mejor Película de Animación) le otorgará el mayor de los reconocimientos en el mundo del cine que hay en su país. No es algo que le preocupe ni a lo que dé más importancia de la que tiene. «Los premios te hacen más débil si te los tomas muy en serio. El halago desconcentra del trabajo», asegura el pianista y compositor a GRAN MADRID, con quien ha charlado recién llegado de Los Ángeles, la ciudad que le ha acogido y encumbrado.
Quizá esa tranquilidad tiene mucho que ver con lo que ha vivido los últimos años. En la meca del cine, y en Europa, acumula más de una docena de premios y nominaciones. Y ésta es la segunda vez que está nominado a los premios del cine español. La banda sonora de Buñuel en el laberinto de las tortugas ya iluminó su nombre en 2018. Una película de animación que, aunque no le dio el goya (sí fue premiada en Málaga y Annecy), le abrió las puertas de España, donde ahora está inmerso en la serie Terra Alta, un thriller policiaco que protagoniza Miguel Bernardeau.
Detrás de estos reconocimientos, hay años de esfuerzo y dedicación. «Con 11 años cogí una gripe de cinco días y, aburrido, escuché un CD de mi padre de la 5ª y la 6ª sinfonía de Beethoven. A partir de ahí me obsesioné. Ser músico nunca fue una decisión. Es lo que tenía que hacer», detalla sobre cómo se inició en el oficio, primero de la mano del piano clásico, que estudió en Guadalajara, Salamanca y Londres. «Allí (en esta última ciudad) me di cuenta de que necesitaba otra forma de expresarme y me fui a Berklee (Boston) a estudiar composición y composición de cine, que también me apasiona». Eso cambió su vida.
Haciendo cortos para estudiantes y trabajando para otros compositores como Mario Grigorov (Precious), que se convirtió en su mentor, se abrió paso «en un mundo muy difícil», dice. En 2015 llegó su primer gran proyecto, la película Chiamatemi Francesco (Llámame Francisco), sobre el Papa, que en Italia fue un bombazo. Después vino Buñuel y el laberinto de las tortugas, el filme viral (también de animación) In a heartbeat, Black Beach o la música para la exposición inmersiva de Frida Kahlo, trabajos que le han valido el aplauso del sector.
Ahora, Dragonkeeper ha vuelto a poner su nombre en lo más alto. Y es de agradecer, porque componer la música de la película, la primera coproducción oficial entre España y China, ha sido «todo un reto». «Es la primera vez que he tenido que mandar una banda sonora a la censura. En China tenían que aprobarlo todo. Fue una experiencia. Y vivimos un momento de crisis porque había una parte que para ellos sonaba a Japón. Y eso es mal», cuenta el compositor antes de desgranar que por primera vez ha mezclado con la música clásica instrumentos chinos como el jangqin, el qudi o el guzheng: «Necesité varios meses de investigación para aprender . Una compositora china que es una leyenda en Hollywood, Hannah Zhang, me asesoró». Un desafío que se unió al de coordinar la grabación de la banda sonora en varias partes del mundo (Los Ángeles, Viena, Budapest y Madrid). «Cuando grabo soy exigente e intento conseguir a los mejores en lo suyo», asegura.
Mientras llega el día 8, seguirá a lo suyo. Tiene entre manos dos proyectos en Hollywood de los que no puede hablar y no quiere desconcentrarse. «El proceso de composición es duro y hay que acercarse a él con humildad», dice. Así que continuará reuniéndose con su equipo todos los días, componiendo a la misma hora... y sin pensar demasiado en el nombre que esconde el sobre de la Mejor Música Original. Sea como sea, él tiene clara una cosa: «Tú eres tu propio juez. Cuando creas una idea y es mala, hay que tirarla». La de Dragonkeeper, a espera de los Goya, ha pasado todos los filtros.
ADN
- Vive en Los Ángeles desde hace 12 años.
- También escribe música de cámara.
- En Berklee se graduó Summa Cum Laude.
- Las melodías caracterizan su música.