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El viaje de Almeida a Bruselas: cocido con la presidenta del Parlamento, discusión sobre vivienda y Madrid como "la segunda capital de la UE"

El alcalde madrileño visita la capital comunitaria con la excusa de participar en una jornada sobre alquileres y pisos accesibles, aunque lo realmente importante fue inundar el Parlamento Europeo con olor a sopa, carne, garbanzos y verduras

Almeida, durante la cata de cocido en el Parlamento europeo.
Almeida, durante la cata de cocido en el Parlamento europeo.AYTO. MADRID
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El olor a cocido madrileño inundaba los pasillos del Parlamento en Bruselas y casi se colaba en el Voxbox, la zona de prensa desde la que las televisiones europeas hacen buena parte de sus conexiones y que cuenta con una cafetería en la que se arremolinan los periodistas. Tras atender a los medios de comunicación, el alcalde de Madrid se encaminó hacia el lugar del que provenía el reconfortante aroma a garbanzos, sopa, carne y verduras mientras en el exterior la temperatura apenas superaba los 0ºC. Y cuando llegó a una de las zonas de restauración del edificio Léopold, José Luis Martínez-Almeida y la líder de la delegación española del PP, Dolors Montserrat, se encontraron con decenas de pequeños pucheros preparados por la Asociación de Cocineros y Reposteros de Madrid (ACYRE) que apenas duraron unos minutos.

Después hubo más, muchos más, porque un centenar de personas se encontraban en esa sala celebrando el Día Internacional del Cocido Madrileño que en Bruselas se adelantó a este martes. Muchos integrantes y trabajadores españoles del Partido Popular, claro, pero también había franceses, anglosajones e, incluso, catalanes quién sabe si independentistas.

Y después llegaría la presidenta del Parlamento Europeo, Roberta Metsola, a quien Almeida presentó el cocido como una "buena metáfora de lo que es Madrid". "Ingredientes diferentes pero lo que lo hace grande es la suma de todos ellos. No sólo del que ha nacido allí, sino del que vive en esa ciudad", añadió. "Madrid es una de las grandes capitales mundiales de la gastronomía: es difícil encontrar una ciudad en la que se coma con tanta variedad, con tanta calidad y con una relación calidad-precio como la que hay en Madrid", insistía Almeida.

Y todavía más. El alcalde no dudó en asegurar que Madrid debe "jugar su papel" que le corresponde como "la segunda capital de la Unión Europea en población". Por delante sólo está París y justo detrás Berlín, aunque para ello habría que contar con el área metropolitana completa. Pero en cualquier caso, sin duda uno de los centros económicos, culturales y de ocio más importantes de Europa y, probablemente, el más divertido.

El problema de la vivienda

Pero la ciudad también adolece de problemas, por supuesto. Y uno de los más importantes es el del acceso a la vivienda, que fue precisamente la excusa política por la que Martínez Almeida estuvo ayer en la capital comunitaria. Participó en una jornada organizada por la comisión de Mercado Interior del Parlamento Europeo sobre la vivienda de alquiler y la protección de los consumidores, y aquí expuso algunos de sus argumentos habituales: que Madrid aspira a ser "la primera ciudad de Europa en construcción de vivienda sostenible, lo que significa que el coste de la vivienda no supera el 30% de los ingresos familiares"; y que "ninguna ciudad tiene un parque público de viviendas tan grande como el de Madrid".

También presentó su modelo de asociaciones público-privadas, "un esfuerzo conjunto para abordar el problema poniendo suelo edificable a disposición de promotores privados con un contrato de arrendamiento de 75 años", y apostó por "crear oportunidades de cambio de uso en los edificios". "No estamos a la altura de la demanda y de lo que los ciudadanos nos exigen", añadió.

En esa misma jornada también participó el alcalde de Barcelona, Jaume Collboni, que expuso su decisión de extinguir los alquileres turísticos de la ciudad y defendió que la capital catalana "ha decidido cambiar las reglas del juego para hacer más vivienda, para hacerla más asequible y para proteger a las familias trabajadoras".

"La crisis de la vivienda no puede esperar", añadió el socialista en un tono mucho más dramático que el de su homólogo madrileño y, sobre todo, sin la compañía de un plato de escudella. Martínez-Almeida 1- 0 Collboni.