La política madrileña discurre entre comisiones. En la Asamblea, pero puede que a partir de ahora también en el Congreso. Tras la que investigó a Begoña Gómez y su relación con la Complutense -y de la que en breve se publicará su dictamen de conclusiones- y después de anunciar que el parlamento regional estudiará el impacto de la quita de deuda y la nueva financiación catalana sobre la Comunidad, la izquierda pretende citar a Isabel Díaz Ayuso en la Cámara Baja como parte de la investigación a su pareja, Alberto González Amador, y sus vínculos con el grupo Quirón.
Una solicitud promovida por Más Madrid y cuyo guante ha recogido Ayuso sin titubeo alguno: "No se preocupe, que hablaremos en el parlamento que haga falta y hablaremos de lo más grande", respondió ayer la presidenta regional a la líder de la oposición regional, Manuela Bergerot, que anunció que su intención es convocar a Ayuso a esta comisión si finalmente echa a andar en el Congreso. Para ello necesitará más apoyos, ya que por ahora sólo se han mostrado dispuestos a respaldarla Sumar -grupo del que forma parte Más Madrid- y ERC.
De hecho, es indispensable que el PSOE respalde la creación de esta comisión para su creación, y en estos momentos la posición socialista dista mucho del ímpetu de Más Madrid por citar a Ayuso en la Carrera de San Jerónimo. Principalmente porque, como si de un bumerán se tratara, el peso del Partido Popular y Vox en el Congreso puede convertir la comisión sobre Quirón en una fiscalización de la contratación sanitaria durante pandemia, a imagen y semejanza de las comisiones que han investigado la trama Koldo tanto en el Congreso como en el Senado.
De ahí la predisposición de Ayuso a comparecer, como ya manifestó hace 329 días, prácticamente un año, cuando nuevamente su nombre sonó como posible compareciente en la comisión de investigación sobre la compra de mascarillas. Ya entonces Ayuso se mostró dispuesta a acudir, aunque su nombre finalmente cayó de la lista de posibles citaciones.
Ahora la política madrileña vive este déjà vu al mirar de nuevo a una posible comparecencia en el Congreso de la presidenta regional para que aclare si tiene algún tipo de relación con los "negocios turbios" de su pareja con el "principal contratista" de la Comunidad de Madrid, que es Quirón. De hecho, Más Madrid cree que si Ayuso acaba acudiendo a la Cámara Baja no será sincera ni aclarará si ha existido "tratos de favor" a González Amador. "Es imposible no pensar mal", repetía ayer la portavoz de Más Madrid.
Sensaciones que comparten en el PSOE, donde no obstante por el contrario insisten en que la presidenta regional debe comparecer en la Asamblea, no sólo para responder a las preguntas de la oposición sobre este asunto, sino también para dar cuenta de la Conferencia de Presidentes del pasado diciembre en Santander. "Es donde debe dar explicaciones", valoraba la portavoz socialista en la Cámara regional, Mar Espinar, sin despejar cuál es la posición definitiva de su formación sobre una posible citación en el Congreso. Pero en el PP, en este sentido, cunde la "tranquilidad" porque creen que este episodio terminará como el del año pasado, cuando decayó la propuesta. Sí que es cierto que desde entonces la relación entre ambos partidos ha empeorado a raíz de la citación a Begoña Gómez para que compareciese en la Asamblea.
"Durante la época del señor [Salvador] Illa como ministro de Sanidad se prohibió a las comunidades autónomas contratar material sanitario. También se impidió contratar con el conjunto de Europa, y se creó una trama falsa que todavía está arrastrando a distintos ministerios y a sus jefes de gabinete por los juzgados, y que se va a llevar por delante algunos de ellos", razonaba ayer la presidenta regional para justificar su predisposición a comparecer "cuando y donde quiera" la izquierda.
Al margen de estas tres posiciones se encuentra Vox, que manifiesta que la investigación a González Amador debe seguir su recorrido en los tribunales y que por tanto la política debe dejar ahora trabajar a la Justicia.