Se movían entre los distritos de Arganzuela, Carabanchel y Usera, siempre accediendo de manera ilícita a aparcamientos privados y, en la mayoría de ocasiones, valiéndose de un hacha para acometer sus delitos. Pero agentes de la Policía Nacional ha puesto fin, al menos por un tiempo, a la carrera delictiva de una pareja -sentimental- de malhechores que robaban en los baúles y las maletas de cualquier motocicleta que se encontraran a su paso.
Esperaban a que algún vecino saliese con su vehículo de los párkings residenciales donde querían actuar para adentrarse en ellos, a pie, y una vez en el interior forzar las valijas de las motocicletas y sustraer todo tipo de pertenencias, principalmente cascos, guantes, chaquetas, fajas y bluetooth, entre otros.
Según informó ayer martes la Jefatura Superior de Policía de Madrid, los detenidos se dividían sus roles. Mientras que el hombre era el encargado de forzar los baúles y arramplar con todo lo que tuviera un mínimo de valor, su novia se ocupaba de introducir en el mercado los artículos afanados.
La investigación se inició a mediados del pasado febrero cuando se tuvo conocimiento de los primeros asaltos efectuados en distintos garajes comunitarios del distrito de Carabanchel. Las pesquisas cada vez estrecharon más el cerco sobre esta pareja y permitieron esclarecer 14 atracos con fuerza que tuvieron lugar en un lapso temporal de un mes.
Una vez que se hacían con los objetos, la mujer los colocaba en varios comercios de compra-venta. En el transcurso de esta operación, algunas víctimas llegaron a identificar sus prendas a través de anuncios de segunda mano. En otra ocasión, otro damnificado pilló in fraganti al ladrón gracias a la alarma de su motocicleta. "El sonido avisó al propietario. Al comprobar de qué se trataba encontró al detenido forzando su moto con un hacha", explican desde la Jefatura Superior. Tras ser descubierto, el infractor emprendió rápidamente la huida, no sin antes amenazar con el arma al perjudicado, que tuvo que refugiarse en una de las estancias del aparcamiento para dar aviso de lo ocurrido a los agentes.
Finalmente se arrestó al varón como presunto autor de 14 delitos de robo con fuerza, un delito de robo con violencia e intimidación y cinco más de blanqueo de capitales. Asimismo, a la mujer también se le engrilletó como presunta autora de dos delitos de receptación.