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Renting: la mejor forma de estrenar coche cada pocos años

Más allá de comprarlo o usar una financiación convencional, puede alquilar un coche a largo plazo: desde dos a cuatro años, aunque también hay fórmulas por meses. Otra ventaja del renting es que nos permite obviar la incertidumbre tecnológica.

Renting: la mejor forma de estrenar coche cada pocos años
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No por manida, la frase deja de ser cierta: después del hogar, el automóvil es la segunda gran compra que hace una familia. Y si el precio de las viviendas se ha disparado durante los últimos años, otro tanto ha pasado con los automóviles: hoy son entre un 30% y un 40% más caros que antes de la pandemia.

Sume a esto la incertidumbre, porque muchos clientes no saben al detalle qué ofrece cada una de las tecnologías disponibles, y por tanto, cuál encaja en sus necesidades. Luego, añádale la espada de Damocles que supondrá la llegada, a lo largo de 2025, de una avalancha de Zonas de Bajas Emisiones (ZBE) en el centro de las grandes ciudades, cada una con sus propias restricciones, y habrá convertido la decisión sobre cambiar de coche y cuál seleccionar en algo parecido a una ecuación matemática de segundo grado.

José-Martín Castro Acebes, presidente de la AER
José-Martín Castro Acebes, presidente de la AER

Nueva movilidad

La solución, para muchos, puede ser hacerlo a través de una operación de renting. «Nuestras empresas no sólo ofrecen vehículos y movilidad, sino que se han convertido en auténticas consultoras que acompañan a sus clientes en el cambio cultural que se está produciendo hacia una movilidad más sostenible», afirma José-Martín Castro, presidente de la Asociación Española del Renting (AER).

Pero, ¿qué es el renting? Se trata del alquiler de un vehículo durante un largo periodo que, como norma, viene a ser de cuatro años. Durante ese tiempo, sólo tendremos que pagar una cuota mensual cuyo importe vendrá determinado por el modelo escogido, el kilometraje anual, los tipos de interés del mercado (no deja de ser una financiación) y los servicios añadidos, que pueden incluirlo todo, excepto la gasolina... y las multas.

Una de las grandes ventajas es que esto nos permite no estar casados con nuestro coche años y años -la antigüedad media del parque español camina hacia los 15- y, sobre todo, corregir el disparo si hemos errado la tecnología, que puede ser de lo más variopinta: hoy, en el mercado nacional puede acceder a vehículos puros de gasolina y diésel, de gas (GLP o GNC), híbridos ligeros, autorrecargables o enchufables, 100% eléctricos o de autonomía extendida... Hasta de pila de combustible. Además, cada uno con su correspondiente etiqueta de la DGT.

DEVOLUCIÓN ANTICIPADA

El renting minimiza esa incertidumbre, porque también nos permite devolver el coche antes del final del contrato, aunque nos penalizarán. E incluso, cada vez más empresas ofrecen lo que se llama el renting flexible. Este tipo de contrato lo introdujo la compañía Northgate y permite hacer alquileres mes a mes sin ningún tipo de permanencia. Por eso, la mayoría de sus 65.000 vehículos son utilizados por empresas, por ejemplo dedicadas a la construcción, que pueden ajustar el número de vehículos y el tiempo de alquiler a los proyectos puntuales en los que trabajan.

Es un tipo de alquiler que también ofrece a los clientes particulares -con cuotas desde 280 euros al mes- y al que se han ido sumando las propias marcas de automóviles. Son los casos de Kia, Hyundai o Renault, en lo que se conoce como coches por suscripción.

Flota e inversión

De hecho, el usuario de a pie y los autónomos se han situado como uno de los vectores de crecimiento del negocio. Si en 1996 las empresas de renting apenas contaban con una flota de 50.000 coches, a finales del tercer trimestre de 2024 rondaban ya las 930.000 unidades. Porque sepa que casi tres de cada diez matriculaciones de vehículos nuevos en España (249.181 operaciones) las han llevado a cabo las compañías de renting, que han invertido en este capítulo 5.446 millones de euros, un 14,5% más que durante el mismo periodo de 2023.

No queda ahí la cosa. «No podemos ponerle freno a nuestro crecimiento. Antes, ganábamos un punto anual de cuota, pero durante los últimos años todo ha sido más rápido, porque en 2020 estábamos en un peso de algo más del 20%. Hoy, casi uno de cada tres vehículos se hace por renting, y uno de cada dos en el caso de furgonetas y vehículos comerciales ligeros. Sin embargo, si nos comparamos con otros países de nuestro entorno, vemos que aún queda camino para seguir creciendo», expone el presidente de la AER.

Clientes particulares

En este sentido, Castro reconoce que el canal de los particulares se había quedado en stand by por el fuerte incremento de las cuotas mensuales propiciado por las propias tensiones de los precios en los vehículos y por el aumento de los tipos de interés. Pero la mejora de estos últimos ha propiciado que, según los últimos datos publicados, «se está viendo una recuperación del número de estos usuarios, también de los autónomos, así como del parque que manejan».

En concreto, representan casi el 50% del total de la cartera de clientes (130.433), aunque, como la media de vehículos que tienen alquilados apenas supera la unidad, suman 135.593 coches, sólo el 15% del total. El resto se encuentra en manos de personas jurídicas, es decir, de empresas o Administraciones, como pueden ser la Guardia Civil o las distintas policías (Nacional, autonómicas o locales).

Dentro de este canal, las grandes corporaciones tienen un protagonismo muy destacado. Son sólo 3.297 en toda España, pero mueven más de cuatro de cada diez vehículos de renting (410.451 en concreto). Y tienen una flota media de 124 automóviles.

Trato especializado

Estos volúmenes tan grandes les permiten externalizar su gestión en manos de especialistas que, por su experiencia y recursos, ayudan a optimizar el uso y mantenimiento de los automóviles. Pueden decirles, por ejemplo, cuándo es mejor recargar una furgoneta eléctrica y enseñarles a tener conductores más seguros y eficientes, como hace Northgate. Además, las empresas (y autónomos) pueden desgravarse hasta el 100% de la cuota mensual y del IVA, siempre que el vehículo esté dedicado plenamente a una actividad profesional.

Los particulares no tienen esas ventajas. Pero siempre se beneficiarán de acceder a coches muy modernos, más eficientes y con las últimas tecnologías en confort y seguridad. Por ejemplo, desde el 6 de julio de este mismo año, todos los turismos y 4x4 nuevos matriculados tienen que traer de forma obligatoria hasta ocho asistentes a la conducción ADAS. Entre ellos, un detector de cansancio del conductor, el limitador inteligente de velocidad o una especie de caja negra que registra la conducción, aunque sólo de cara a investigar (de forma anónima) los accidentes. También desde esa misma fecha, todos los vehículos deben cumplir con una normativa europea que aumenta su protección frente a los ciberataques.

Estrellas de EuroNCAP

Los datos del sector corroboran lo anterior. Por ejemplo, casi ocho de cada 10 vehículos que el renting matriculó durante el primer semestre de este año lograron cinco estrellas (la máxima valoración) en los ensayos de choque que realiza el organismo paneuropeo independiente EuroNCAP. Mientras, del lado de la ecología y el medio ambiente, la radiografía que hace la AER señala que la antigüedad media de sus automóviles es de sólo dos años y que el 99,1% del parque que gestionan tiene una etiqueta C o superior. En comparación, tres de cada diez automóviles que circulan por España no tienen ningún tipo de catalogación y, por ejemplo, no pueden acceder al centro de Madrid. Y si nos ceñimos a las etiquetas CERO y ECO, las más favorables y beneficiosas, hablamos de casi el 30% del total, frente a un 4,9% a nivel nacional.

Otro argumento importante a considerar es el llamado coste total de propiedad (TCO, por sus siglas en inglés). Es lo que nos cuesta un vehículo contando todos los gastos asociados durante el periodo de tiempo que lo mantengamos. Nos permite ver si el renting sale más rentable que la compra directa o una financiación. Por último, es importante saber que nunca seremos dueños del vehículo, ya que la propiedad de este recae en manos de la empresa de renting, que puede ser también una entidad bancaria. Por ejemplo, el Banco Santander, presente en esta actividad desde 1996 y que este año prevé cerrar unas 17.000 operaciones.

El diésel manda todavía

«El 70% de nuestros clientes son empresas, pero a todos les ponemos en el centro para darle un mayor valor añadido. No podemos arriesgar nuestra relación por un coche», indican desde Banco Santander. La entidad ofrece un Kia Sportage de gasolina de 160 CV por 346 euros al mes (sin IVA), en un alquiler a 24 meses con 10.000 kilómetros al año incluidos.

En cuanto al reparto de las matriculaciones del renting, el 80% de las efectuadas hasta septiembre fueron turismos y 4x4. No obstante, dado el gran peso de las compañías, el diésel -que sigue ofreciendo una mayor economía de uso- se mantiene como la opción preferida, con 83.368 unidades. A continuación aparecen los modelos puros de gasolina (casi 75.000 vehículos), mientras que el cajón de sastre que engloba a los coches con propulsiones alternativas engloba al 36% restante.

La furgoneta Renault Express se sitúa en el número uno del ránking, seguida del Nissan Qashqai y la Citroën Berlingo. Esto hace que la marca francesa se sitúe también como la marca preferida, por delante de Volkswagen y Toyota.