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Diez años del atentado en Charlie Hebdo: del 'Je suis Charlie' al pánico al islamismo en los medios

Este martes se cumple una década del atentado yihadista contra la revista satírica francesa, que dejó 12 muertos y que mostró las consecuencias de reírse del fanatismo. La solidaridad de entonces ha dado paso al miedo. "El orden moral proviene ahora de la izquierda", lamenta su director

Portada del primer número de 'Charlie Hebdo' tras el ataque, el 14 de enero de 2015.
Portada del primer número de 'Charlie Hebdo' tras el ataque, el 14 de enero de 2015.LUZ
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La ola de indignación que recorrió el mundo tras el atentado yihadista contra la redacción de Charlie Hebdo, aquel 7 de enero de 2015, cristalizó en un lema, impulsado y multiplicado por las redes sociales. «Je suis Charlie», se repitió entonces desde millones de perfiles en gruesas letras blancas sobre fondo negro: «Yo soy Charlie», se proclamó entonces al unísono como canto de resistencia frente al fundamentalismo violento. Sin embargo, ahora que se cumplen 10 años del ataque queda poco de aquel canto de unión y el miedo a ofender a los violentos se ha convertido en una fuerza mucho mayor que la defensa de la libertad de expresión.

El atentado perpetrado por dos hermanos franceses de origen argelino, Chérif y Saïd Kouachi, fue la culminación de un proceso de 10 años que comenzó en noviembre de 2004 con el asesinato del cineasta Theo Van Gogh, sobrino-bisnieto del pintor Vincent Van Gogh y autor del cortometraje Sumisión. En éste, la activista e intelectual Ayaan Hirsi Ali, una de las voces más críticas del mundo contra el islamismo, relataba las vejaciones a las que son sometidas las mujeres en nombre del Corán. Dos meses después de su emisión por la televisión pública holandesa NPO 3, un terrorista holandés-marroquí acuchilló hasta la muerte a Van Gogh.

El miedo a una respuesta violenta como la de aquel crimen devino en autocensura y en silenciamiento de las críticas contra el Islam. Alertado por esa circunstancia, el periódico danés Jyllands-Posten contactó con el sindicato de caricaturistas del país sobre la posibilidad de representar a Mahoma. El resultado fueron 12 dibujos satíricos que el diario publicó el 30 de septiembre de 2005. La publicación provocó manifestaciones y protestas oficiales en países musulmanes, pero también una ola de solidaridad con el Jyllands-Posten. Así, las imágenes fueron republicadas el 1 de febrero de 2006 por el diario francés France-Soir y, siete días más tarde por el semanario satírico Charlie Hebdo. Fundada en 1970 en París y refundada en 1992 tras un parón de 11 años, la revista se ha caracterizado por su mirada crítica hacia la religión y la política.

La publicación de las caricaturas provocó una demanda contra Charlie Hebdo por parte de la Gran Mezquita de París, la Unión de las Organizaciones Islámicas de Francia (UOIF) y la Liga Mundial Islámica, que se resolvió en un juicio celebrado entre febrero y marzo de 2007 y que terminó con la absolución de la revista.

Para saber más

Charlie Hebdo siguió publicando sátiras contra el integrismo islamista y, tras un primer ataque con una bomba incendiaria en noviembre de 2011, los Kouachi entraron con kalashnikovs aquel 7 de enero de 2015 y asesinaron a 12 personas. En el tiroteo perdieron la vida los caricaturistas Stéphane Charbonnier Charb, Jean Cabut Cabu, Bernard Verlhac Tignous, Georges Wolinski y Philippe Honoré. También los columnistas Elsa Cayat y Bernard Maris, el corrector Mustapha Ourrad, el escritor Michel Renaud (que se encontraba de visita a Cabu), el guardaespaldas de Charb, Frank Brinsolaro y un bedel del edificio, Frédéric Boisseau. Ya en la calle, los terroristas remataron a un policía herido en el suelo, Ahmed Merabet. También dejaron numerosos heridos, entre ellos el director del semanario Laurent Sourisseau Riss y los periodistas Philippe Lançon, Fabrice Nicolino y Simon Fieschi, quien fue encontrado muerto en una habitación de hotel el pasado 17 de octubre.

Tras dos días de persecución, las fuerzas especiales galas abatieron a los dos terroristas mientras un amigo de estos asaltaba un supermercado kosher, asesinando a cuatro ciudadanos judíos.

Los terroristas que atacaron 'Charlie Hebdo' rematan al policía Ahmed Merabet.
Los terroristas que atacaron 'Charlie Hebdo' rematan al policía Ahmed Merabet.

El 2 de septiembre de 2020 comenzó el juicio contra los cómplices e inspiradores de ambos atentados, que se saldó con 14 condenas que iban desde los cuatro años de prisión a la cadena perpetua. El representante de Charlie Hebdo en el proceso fue el abogado Richard Malka, quien ya había trabajado en la defensa de la publicación en 2007. Sus alegatos en ambos juicios acaban de ser publicados en España por Libros del Zorzal: Elogio de la irreverencia (a partir de su discurso de 2007 y firmado junto a Georges Kiejman) y Tratado sobre la intolerancia (pronunciado en la Sala Voltaire del Tribunal Penal de París, en apelación por la sentencia de dos años antes).

Una década después de los atentados, «Charlie sigue vivo», proclama Malka a EL MUNDO. «A veces se puede considerar un milagro, después de lo que ha pasado, pero sigue vivo. Es una publicación que sigue haciéndonos pensar, que sigue cumpliendo con su deber volteriano de sacudirnos y de sacudir todos los tabúes, todos los poderes, Dios y la muerte incluidos».

Tan vivo que ha convocado un concurso internacional de caricaturas para burlarse de Dios, que coincide con el décimo aniversario del atentado. «Dibuje su ira contra el dominio que ejercen todas las religiones sobre sus libertades», reza la web de inscripción, abierta hasta el 18 de diciembre.

"Es sorprendente comprobar que el retorno del orden moral proviene de la izquierda. En nombre de la lucha contra la incorrección política, la libertad de expresión se ha vuelto sospechosa"

Laurent Sourisseau 'Riss', director de 'Charlie Hebdo'

En declaraciones a este diario, Riss, todavía director del semanario, explica que «la evolución de la sociedad y los acontecimientos internacionales» producidos desde 2015 «no han hecho más que confirmar lo que Charlie Hebdo viene denunciando desde hace años. A saber, el retorno de la religión a la esfera política y la radicalización de las mentes, tanto en el plano religioso como en el político, como se puede ver con la extrema derecha». El director de la publicación recuerda que en 1995 Charlie Hebdo lanzó una campaña «para pedir la prohibición del Frente Nacional, que en ese momento nos parecía una amenaza a la República. Hoy la República está amenazada por extremistas religiosos y de extrema derecha».

Una amenaza que, según muchos intelectuales, ha enraizado en la psique ciudadana, lo que constituiría una victoria de los terroristas. Ensayista, asesora de prensa internacional de Emmanuel Macron y prologuista de Malka, Anastasia Colosimo, recuerda la frustración posterior al Je suis Charlie: «Daba la impresión entonces que en los albores del siglo XXI la patria de los derechos humanos, fiel a sí misma, había sabido reinventarse a los ojos del resto del planeta; que, a la hora de la globalización, la humanidad consciente se había levantado de forma unánime para denunciar una masacre cometida en nombre de un Dios usurpado; que, en los inicios del tercer milenio, los blasfemadores que antaño eran martirizados en la plaza pública se habían convertido en mártires de la libertad. Que, de golpe, el universo entero se veía obligado a reconocer definitivamente la libertad de expresión como uno de sus valores fundamentales». La realidad fue bien distinta: «El frente común es ilusorio y la tendencia no tarda en darse la vuelta. En otros lugares, la prudencia suele servir para enmascarar la cobardía, de la misma manera que el respeto de las diferencias oculta la resignación ante las imposiciones».

Velas sobre un periódico con imágenes de algunas de las víctimas de 'Charlie Hebdo'
Velas sobre un periódico con imágenes de algunas de las víctimas de 'Charlie Hebdo'ANNE-CHRISTINE POUJOULATAFP

En este sentido, los hechos confirman un retroceso en la libertad de expresión , que incluye la libertad de criticar a Dios, tal y como recuerda Malka. «Es una idea que creíamos haber ganado, que creíamos haber dado por sentada, pero las libertades nunca se dan por sentadas y siempre están amenazadas», lamenta. «El mal siempre renace bajo otra forma, y hoy lo hace bajo la forma de la presión religiosa, que siempre ha estado ahí, pero también de una especie de ideología del respeto de las sensibilidades, que debería llevarnos a abandonar nuestra libertad de expresión en casi todos los ámbitos». La libertad de expresión se creó, subraya el abogado, «precisamente para decir a la gente lo que no quiere oír, de lo contrario no tiene ningún sentido, tal y como la definió George Orwell». Y aún más: «Está pensada, incluso según la definición del Tribunal Europeo de Derechos Humanos, para ofender, escandalizar, herir, hacernos pensar la realidad. Y esto es cada vez menos aceptado. Tradicionalmente por la extrema derecha, pero ahora también por la extrema izquierda, que se va alejando más y más de la libertad de expresión. Y eso es muy preocupante».

"La prudencia suele enmascarar la cobardía, de la misma manera que el respeto de las diferencias oculta la resignación ante las imposiciones"

Anastasia Colosimo

La amenaza, según Riss, viene «por el radicalismo religioso y por el retorno del orden moral a la sociedad en su conjunto». En ese sentido, señala «el surgimiento de nociones como la de respeto, transmitida por el wokismo». Ésta es la otra gran ofensiva contra la libertad de expresión, «que esta vez no proviene de personas religiosas, sino de una parte de la izquierda que se dice progresista». Al director de Charlie Hebdo le resulta «bastante sorprendente» comprobar «que este retorno del orden moral proviene de la izquierda, lo cual «es indicativo del declive intelectual de la izquierda, de Estados Unidos y Europa, que no tiene nada que ofrecer más que un retorno a la moralidad. En nombre de la lucha contra la incorrección política, la libertad de expresión se ha vuelto sospechosa». El debate, denuncia el editor se complica aún más por las redes sociales, que favorece los linchamientos y la aparición de figuras como Elon Musk y Donald Trump, quienes no quieren límites de ningún tipo ante la proliferación de comentarios racistas o llamadas a la sedición, argumenta Riss.

Malka alerta igualmente sobre otra consecuencia de los atentados. «El miedo está tan presente que apenas hay libros, obras de teatro o piezas artísticas que critiquen las religiones en general y el Islam en particular», denuncia. «Hay un miedo que se ha instalado y que hace extremadamente traicionero y peligroso para todo el mundo hacer uso de las libertades que generaciones han luchado por darnos».

El temor no es sólo a perder la vida, sino a ser acusado de islamófobo ante cualquier reprobación de la religión musulmana. Un fenómeno «que está ligado, por una parte, al auge de un Islam político y rigorista y, por otra, a un discurso de extrema izquierda, de una parte de la izquierda muy complaciente con este Islam», plantea Malka. «Lo que llamamos islamo-gauchismo está tan presente en Francia como en España». En cuanto a este concepto de islamofobia, el abogado señala a Salman Rushdie: «Él ya habló de él mejor que yo: es un arma de censura para impedir que la gente piense, para impedir que critique un islam radical del que los musulmanes son las primeras víctimas».

"El miedo está tan presente que apenas hay libros, obras de teatro o piezas artísticas que critiquen las religiones en general y el Islam en particular"

Richard Malka, abogado de la revista

Los políticos, señalan los supervivientes de Charlie Hebdo, tienen gran parte de responsabilidad en lo sucedido en estos 10 años. «Todos los que forman la opinión son responsables», asegura Malka. «Los políticos tanto como los círculos culturales, académicos y periodísticos. Y quizás aún más estos últimos».

«Los políticos se han visto obligados a abrir los ojos ante los problemas del islamismo y el antisemitismo», interviene Riss. Desde 2015, la clase política ha ido integrando estas cuestiones, «pero cada familia política lo hace a la luz de su ideología». Así, la Agrupación Nacional de Marine Le Pen «utiliza los ataques islamistas para alimentar su discurso contra la inmigración y ha cambiado inteligentemente su discurso respecto al antisemitismo, dando la espalda a las provocaciones pasadas de Jean-Marie Le Pen que provocaron rechazo». Pero «el cambio más espectacular» ha sido» el giro de una parte de la izquierda, como La France Insoumise, que se lanzó a la lucha contra la islamofobia, con la esperanza de recoger votos entre el electorado de origen inmigrante y de fe musulmana». Una estrategia «totalmente cínica», según Riss, «que desembocó en declaraciones que se negaban a calificar de terroristas los atentados de Hamás del 7 de octubre de 2023, aunque posteriormente sus autores se vieran obligados a reconocerlos. Esta parte de la izquierda ha dado así la espalda a la tradición republicana y laica que había surgido desde el caso Dreyfus», sentencia el director de Charlie Hebdo.

CRONOLOGÍA DE UN ATAQUE CONTRA LA LIBERTAD DE EXPRESIÓN

La historia del atentado contra Charlie Hebdo se expande, hacia el pasado y hacia el futuro, más allá del 7 de enero de 2015.

  • 2 de noviembre de 2004. El cineasta Theo Van Gogh es asesinado por un terrorista islamista tras la emisión de un cortometraje crítico con el Islam con guion de Ayaan Hirsi Ali .
  • 17 de septiembre de 2005. El escritor danés Kåre Bluitgen denuncia en una entrevista que no encuentra ilustradores para una obra pedagógica sobre Mahoma y denuncia la autocensura desde el asesinato de Van Gogh.
  • 30 de septiembre de 2005. Flemmin Rose, del diario danés Jyllans-Posten, pregunta al sindicato de caricaturistas del país: «Si tuvieran que representar a Mahoma, ¿lo dibujarían?». Tras la respuesta, el diario publica 12 caricaturas recibidas.
  • Octubre-diciembre de 2005. Manifestaciones contra esas publicaciones. Imanes daneses añaden tres caricaturas falsas que nunca fueron publicadas y las difunden en el mundo árabe, provocando nuevas protestas.
  • Febrero de 2006. El diario francés France-Soir publica las caricaturas el día 1. Al día siguiente su director es despedido. Charlie Hebdo publica las imágenes el día 8.
  • Julio-septiembre de 2006. Denuncias de diversas organizaciones islámicas contra la revista satírica.
  • Febrero-marzo de 2007. Juicio contra Charlie Hebdo por la publicación de las caricaturas. Absolución del semanario.