CULTURA
Entrevista no vista

Fernando Arrabal: "Le leí la mano al Rey Juan Carlos y luego también querían los ministros"

El dramaturgo patrio más representado en todo el mundo recibió el martes "con orgullo español" el Premio Zenda de Honor que le concedió la revista literaria. A sus 92 años, el último testigo del surrealismo, el dadaísmo, la patafísica y el movimiento pánico no quiere ni oír hablar de finales.

Fernando Arrabal (Melilla, 1932).
Fernando Arrabal (Melilla, 1932).JAVIER BARBANCHO
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[Mientras examina un enorme saltamontes metálico] ¿Le gusta la entomología?
Sí. En realidad me gusta todo. Por eso el rey de España, cuando le leí las manos, me dijo que él era anarquista como yo. Y le respondí: ¿Y cómo es que usted es anarquista como yo? Y él: "Es que mi prima me llama siempre anarquista". ¿Y por qué le llama siempre anarquista su prima? Dijo: "Porque yo le he dicho que pague sus impuestos". Y yo le pregunté: ¿Pero quién es su prima? Yo no conozco a su prima. Y él: "Mi prima es Lili". No sé quién es. Por favor, ¿quién es Lili? "Lili es la reina de Inglaterra". Entonces le dije: "Si ahora la reina de Inglaterra le ha dicho que va a cambiar de opinión y va a pagar sus impuestos, es porque usted tiene la premeditación. Seguramente tiene la línea de la intuición". Y él: "¿Pero cómo? Es usted como los gitanos, sabe leer las líneas de la mano". Le dije: "No, yo me intereso por todo, incluidas las líneas de la mano". Y en efecto, yo leí las líneas de la mano de Juan Carlos y tiene la línea de la intuición, que es muy rara. Había varios ministros y todos venían y me decían: "Por favor, señor Arrabal, ¿tengo yo intuición?". Todos querían saber.
¿Cómo recibe usted el Premio Zenda de Honor?
Con sorpresa, como todos los premios que recibo. Pero éste con una sorpresa especial y con un júbilo extraordinario y grandioso. Sobre todo, porque España se preocupe por mí. Yo comprendo que me den la legión de honor, que como Borromeo digo que la he comprado en el rastro.
Dice el dictamen del jurado que es usted un creador "extraño y heterodoxo". ¿Qué le parece cuando dicen esto de usted?
Estas dos palabras las dijo de mí Cioran. Y Cioran era un hombre muy preciso. No toleraba la mínima cosa que fuera violenta o fuera de su orden. Era un hombre extraordinario. Que además nace y muere casi al mismo tiempo que Ionesco. Los dos rumanos... pero no jugaban muy bien al ajedrez.
Es usted el dramaturgo español más representado. ¿Cómo es saber que las palabras que uno escribe se dicen en tantos sitios del mundo?
Creo que tengo mucha suerte. Tengo la suerte de tener amigos como Gallardo, al que yo le llamo Gallardo, no José Antonio [señala a su amigo abogado]. Y he tenido la suerte de que a los 14 años, cuando yo era pintor y un poco músico, escribí una obra de teatro, 'Picnic', que hoy se representa en el mundo entero. Incluso en Birmania. Que yo digo Birmania porque no me atrevo a decir el nombre de la capital, Naypyidaw. Según me ha dicho un actor que está haciendo ahora 'Picnic allí, es actualmente la peor guerra civil del mundo. Que por cierto, no sé por qué nadie habla de Birmania. Yo creo que porque tiene ahora un nombre dificilísimo que tiene una "y" al principio [Myanmar].
¿Cómo es lo de llevar vivo casi un siglo?
En realidad ya no pienso en ello. Como le he dicho, he tenido mucha suerte en muchas cosas. Y entre esas muchas cosas está que soy un enfermo crónico. Y tengo la impresión de que puedo vivir enfermo, crónico, operado... continuamente. No sé cuántos años voy a vivir. Es una sorpresa enorme. Siempre que se me ofrece algo para mañana digo: "Si Pan nos presta vida". O podría decir "si la Virgen", puesto que tuve la alegría, el gozo inmenso, de verla durante la primera riada en Valencia. Usted [a Gallardo] me envió un magnífico trozo de carne de cerdo, que todo el mundo está gozando. Pero es que me acaba de enviar no sé quién desde Valencia una caja llena de naranjas y de limones. Y nos hemos comido hasta las peladuras. Todo estaba cojonudísimo.
¿Qué es lo más bello de la muerte?
No quisiera enfadarme con ella; ni adularla. Knut Hansun, quien nació en Lorn y se ocultoó en Grimstand casi cien años después, no sólo me encantó a los 15 años con su prodigiosa 'Hambre' sino que dijo nonagenario este arrabalesco tan riguroso: "La edad no da ninguna madurez y menos los años, que tan sólo dan vejez".
¿De qué modo se imagina un reencuentro con su padre, condenado a muerte por Franco y luego desaparecido?
Con qué delirio le diría... papá.
¿Estamos los humanos preparados para quienes ven el mundo de forma poética?
Estamos deseándolo siempre. Es una suerte que siempre he estado rodeado de poetas desde el principio. Desde la madre Mercedes, la monja que me hizo conocer la poesía, pasando por Andy Warhol o Umberto Eco. Creo que no puede citar a nadie que yo no haya conocido, que no haya venido a mi casa, que no me haya regalado un cuadro o algo. No merezco ni remotamente todo lo que se me ha regalado de todos ellos.
Es usted el superviviente del dadaísmo, del surrealismo, de la patafísica y del movimiento pánico.
Usted ha dicho la palabra superviviente y no creo que yo lo sea. Yo soy un testimonio de ellos. No tuve edad para el dadá, pero sí que conocí y jugué al ajedrez con Tristan Tzara y con su hijo, Christophe. Nosotros, Christophe y yo, conspiramos para atentar contra Franco y matarlo, hasta que el Partido [Comunista] dijo que no era el momento. Era un gran doctor en física atómica y en aquel momento estaba casado con la periodista Claude Sarraute, que no podía imaginar que su marido y yo estábamos montando un complot para intentar matar a Franco.
¿Qué le parecen los fastos de conmemoración de la muerte de Franco que ha montado el gobierno de Pedro Sánchez?
Normales; me dijo en el Taller de novela en 2022 Milan Kundera: "... ocultan su profunda 'gilipollez' con el ropaje del compromiso político".
¿Por qué la gente asocia a Arrabal con la transgresión?
Es todo lo contrario. Después de ver a la Virgen María, esa cosa extraordinaria que me ha ocurrido y que no sé cómo definir, los jesuitas me consideraron 'agapito', es decir, que yo y los otros cinco seminaristas que la vimos amábamos a Dios con amor de ágape, mientras que Dios nos amaba con amor de héroes. Los jesuitas fueron tan extraordinarios y tan importantes en mi vida, que la primera vez que tuve un éxito público fue a los 17 años, cuando ellos me enviaron a las chabolas de Valencia a comentar una película muda que yo no sabía lo que era -ahora estoy convencido que eran cortometrajes de Charlot- y me inventaba lo que decían.
¿Qué tiene que tener un 'arrabalesco'?
Un 'arrabalesco', como toda mi obra, como todo lo que hago, no tiene ningún mérito: es una visión corta y precisa de lo que pasa en el mundo. Es decir, la confusión. Todo el mundo que me rodea, los mejores, están diciendo continuamente 'arrabalescos'.
¿Por qué España está mareando la perdiz a la hora de aceptar el legado de Fernando Arrabal?
Yo no sé qué se puede llamar "el legado de Arrabal". Yo sé que yo nunca he vendido nada y casi nunca he regalado nada, porque he tenido mucho respeto. Todo eso está guardado. Y las pocas personas que han visitado mis bodegas han visto que están llenas de juguetes surrealistas, de cadáveres exquisitos, de poemas plásticos que han sido exhibidos en los mejores museos del mundo.
¿Pero se va a quedar en Francia o vendrá a España?
Vivo en París; el genial don José López (Tirso de Molina) podía haber dicho en Almazán en 1647: "...todos los antiguos burladores van de caspa caída".
¿Qué aprende uno de cagarse en Dios, en la patria y en todo lo demás?
Supongo que a quien me dictó la frase le complacería su pregunta. El brillante decano de la catedral Saint-Patrick de Dublín, Jonathan Swift, declaró: "No hay que tratar de comprender, sino intentar no comprender".
Usted fue declarado superdotado a los 10 años.
El hecho intervino muy poco. ¿Es cierto que las heridas en la cabeza de Joseph Heinrich Beuys fueron curadas por hechiceros tártaros cerca de Sebastopol? Antes de ocultarse el 23 de enero de 1986 me dijo en Dusseldorf: "...premedito mis impulsiones conceptualmente, como cualquiera".
¿Qué conecta la mecánica cuántica con el sexo?
La frustración que revelan las matemáticas no tiene parangón. Desde que por última vez vi al sátrapa Mandelbrot en Cambridge "...sólo bailo de coronilla".
¿Qué aportación ha tenido la televisión (más concretamente, aquel programa del milenarismo) dentro del 'opus' arrabalesco?
El pasmo ayer ; y sobre todo hoy. En 1999 Pierre Bourdieu me recordó 'La Distinción' y me aseguró: " ...las televisiones están repletas de recovecos, rincones, recodos, sinuosidades..."
¿Cómo describiría la relación que ha tenido Fernando Arrabal con las palabras?
Y que tengo como poeta, dramaturgo... incierta.
¿Y con las imágenes?
Y que tengo... aún más incierta; el dramaturgo Tenesse Williams me habló en 1982 del desgaste de sus ilusiones: "...sólo me baño en agua de sosas".

LA PREGUNTA IMPERTINENTE

¿Cuándo fue la última vez que lloró?

R. Yo he llorado muchas veces, pero en mi infancia yo no tenía ocasión de llorar porque se me ocultó la tragedia de mi padre. Lo que sí me hizo llorar fue que a los 15 años leí un libro de Goethe, 'El joven Werther, y ese libro me hizo verdaderamente llorar. También, más tarde, un premio Nobel completamente olvidado por todo el mundo que se llama Knut Hamsun, que había escrito un libro que desgraciadamente ya nadie habla de él y se llama 'Hambre'. Me hizo también llorar y me hizo tener hambre. Yo no tuve hambre siendo niño. En mi casa en Ciudad Rodrigo no se vivía con confort, pero por lo menos nadie tuvo hambre.