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Pedro Baños es coronel de infantería del Ejército de Tierra en situación de reserva y diplomado de Estado Mayor. Pero también es un escritor superventas. Ha sido jefe de Contrainteligencia y Seguridad del Cuerpo de Ejército Europeo en Estrasburgo y a punto estuvo de dirigir la Seguridad Nacional en el Gobierno de Pedro Sánchez. Aunque ahora Pedro Baños es, fundamentalmente, un youtuber de éxito. Un tiktoker incluso. Él es @geoestratego, el primer militar español que tuvo un programa propio de televisión.
Señalado por sus muy sospechosos análisis prorrusos, incluidos aquellos en los que negaba que Vladimir Putin fuera a atacar a Ucrania cuando la invasión era inminente, su Canal del Coronel suma casi medio millón de suscriptores en internet y sus distintos perfiles en las redes sociales acumulan otro medio millón más de seguidores. Pedro Baños es un influencer. Si uno sigue su pista en la red y se cree todo lo que se dice de él -que no es poco-, Pedro Baños es también un espía de Putin. Es antisemita. Es un fascista, pero también es amigo de la extrema izquierda. Analista, conferenciante y tertuliano. "El cuñado de la geopolítica", dicen sus detractores, que también son unos cuantos. Pedro Baños es un "conspiranoico". Pedro Baños -dice Google cuando uno teclea su nombre- es un "avistaovnis".
Pero, ¿quién es realmente el coronel Pedro Baños Bajo?
El texto que sigue iba a ser un perfil que incluía una entrevista al propio Baños con motivo del lanzamiento de su nuevo libro: Geohispanidad (Ariel), el último título de una bibliografía que suma seis libros en siete años, cerca de 50 ediciones y más de 300.000 ejemplares vendidos. Sin embargo, el militar canceló nuestro encuentro sólo unas horas antes de la cita tras saber que el reportaje no sólo incluiría sus declaraciones y reflexiones de sus amigos, sino también la opinión de sus enemigos. El objetivo era entender el éxito mediático y editorial de un personaje irremediablemente polémico y especialmente controvertido en los últimos tiempos. Uno de sus mejores amigos, Iker Jiménez, el periodista que convirtió a Pedro Baños en un misterioso fenómeno televisivo, rechazó colaborar en este artículo y fue el principal responsable de convencer al coronel para que abortara la misión.
Desde su entorno justificaban la repentina negativa por el miedo del militar a afrontar una vez más las sospechas que le persiguen desde hace años por sus manifestaciones públicas en defensa del Gobierno ruso. De hecho, casi en paralelo a nuestra negociación para recuperar el encuentro o para poder incluir, al menos, alguna declaración de Pedro Baños en este reportaje, se hacía público un informe internacional que señalaba al coronel español como un "toy soldier" de los servicios secretos del Kremlin. Un soldado de juguete de Putin en plena guerra con Ucrania.
El estudio, elaborado por el think tank ucraniano Center for Defense Reforms y auspiciado por la OTAN, detalla la estrategia rusa para desestabilizar la Unión Europea y la propia Alianza Atlántica, radicalizar a determinados grupos sociales y obstruir la ayuda a Ucrania durante la invasión. "Los servicios secretos rusos utilizan agentes de influencia que tienen un peso significativo en sus sociedades, son figuras políticas, públicas, culturales, religiosas, personalidades conocidas de los medios de comunicación, expertos y científicos", dice el texto, que dedica un capítulo especial al papel de estos agentes en España.
El informe habla, por ejemplo, de los vínculos de Podemos y del ex Jemad José Julio Rodríguez, también de las simpatías por el régimen de Putin de Vox o de asociaciones de ultraderecha como Hazte Oir y de la influencia de militares como Pedro Pitarch, teniente general ya retirado, o del propio Baños. "Atesora una historia personal de conexiones con la propia Rusia, así como con personas y organizaciones vinculadas a ella", denuncia el informe. "Tanto antes como después de la invasión a gran escala de Ucrania, ha ejercido influencia en consonancia con los intereses del Gobierno ruso".
Un informe internacional señala al coronel español como un 'soldado de juguete' de Putin: "Atesora una historia personal de conexiones con Rusia"
El pasado verano, El Periódico revelaba también una investigación del Ejército español para radiografiar el funcionamiento de lo que denominan el "ecosistema de desinformación de Rusia en España", un estudio que había localizado hasta 179 focos emisores de "argumentarios, declaraciones y bulos" alineados con las narrativas rusas. El texto volvía a subrayar el papel en esta maquinaria del coronel de infantería del Ejército de Tierra en situación de reserva Pedro Baños.
Se la ha acusado de difundir información falsa fabricada por los laboratorios rusos de propaganda aprovechando la autoridad que le da el uniforme, de negar la injerencia de Moscú en el procés, de apoyar manifestaciones y a grupos de extrema derecha antisistema, de hacer campaña permanente contra la pertenencia de España a la OTAN y de cuestionar la política internacional de nuestro país.
"Existe una preocupación por este tipo de perfiles que llega hasta las altas instancias del Ministerio de Defensa, pero es difícil determinar quién cobra dinero de Rusia por sus servicios y quién adopta opiniones cercanas a la propaganda rusa sólo por rentabilidad e incluso por convicción", explica Alberto Rojas, reportero de EL MUNDO y corresponsal en la Guerra de Ucrania. "El FBI ha estudiado estos dos últimos años a los comunicadores que han recibido dinero del Kremlin. En EEUU muchos de estos nombres ya se conocen y la lista de los de habla hispana ya está en manos de la Policía española desde hace varias semanas. Intuyo que no tardaremos en conocerla y saber quién cobra y quién no".
¿Está Pedro Baños en esa lista? "No existen pruebas de que él forme parte del circuito de influencers que reciben financiación directa del Kremlin, pero es evidente que Pedro Baños es uno de los mayores altavoces de las narrativas que el Kremlin está deseando que se difundan en cualquier país al otro lado de las trincheras", responde Iago Moreno, sociólogo, colaborador de la cadena Ser y experto en redes sociales y desinformación.
¿Es Pedro Baños un agente al servicio de Moscú? ¿Cobra un militar español del Gobierno de Putin? ¿O sólo ha encontrado en ese discurso un nicho de negocio? ¿Se beneficia económicamente un militar español por difundir información falsa que socava la política de nuestra defensa?
Nos habría encantado hacerle estas preguntas en persona, pero tendremos que conformarnos con la hemeroteca. A finales del año 2017, en una entrevista con El Confidencial y preguntado por el papel de los medios de comunicación en el tablero de la geopolítica, Baños decía: "Lo normal es que toda aquella persona que cuente con gran eco mediático esté tocada por algún servicio de inteligencia de algún país. Esto funciona así".
Sólo unos meses después de aquella entrevista, en la que el militar promocionaba su primer libro, Así se domina el mundo, Pedro Baños fue citado en La Moncloa para ser nombrado director de Seguridad Nacional en el primer Gobierno de Pedro Sánchez. El impulsor del nombramiento fue el entonces todopoderoso Iván Redondo, director del Gabinete de la Presidencia hasta 2021 y amigo del coronel desde que compartieran tertulia en televisión. Tampoco él ha atendido las llamadas de este periódico.
La oposición de Josep Borrell, ministro de Exteriores aquel año, y la campaña en contra de PP, Ciudadanos y de varios periodistas a través de las redes sociales, logró tumbar su nombramiento. "Rusia tiene de todo lo que carecemos nosotros", había dicho Baños un año antes de su visita a Moncloa. También había elogiado en varias ocasiones a Putin desde sus redes sociales: "Ya nos gustaría tener en la Unión Europea un líder político con la mitad de su popularidad".
"Baños es uno de los mayores altavoces de las narrativas que el Kremlin está deseando difundir en cualquier país al otro lado de las trincheras"
¿Ha cambiado su opinión sobre Putin desde entonces? Si fuera Director de Seguridad Nacional, ¿qué le recomendaría hoy Pedro Baños a Pedro Sánchez? Tampoco tenemos su respuesta.
"Alguien debió de pensar que yo era un peligro", se justificó Pedro Baños tras su frustrado nombramiento. Luego denunció una conspiración en su contra orquestada por "atlantistas, fanáticos de la OTAN y el ámbito Soros" e impulsada incluso por el servicio de inteligencia británico MI6. Hace sólo unos meses, el coronel reveló en su canal de YouTube que el Gobierno le llegó a ofrecer en 2018 un puesto en Moncloa por encima de la dirección de Seguridad Nacional. ¿Cuál? Tampoco lo sabemos.
"Imaginemos que Rusia hubiera invadido Ucrania y que Baños hubiera estado al frente de la Dirección de Seguridad Nacional y participando en la elaboración de la estrategia aliada", plantea hoy el profesor de Ciencia Política José Ignacio Torreblanca, Investigador Principal y Director de la Oficina en Madrid del Consejo Europeo de Relaciones Exteriores. Él fue una de las voces más críticas con su posible nombramiento y desde entonces Baños le ha señalado como su enemigo particular y como un "traidor a España".
"El principal problema que plantea Pedro Baños es cómo un militar en la reserva puede expresar constantemente y de forma clara opiniones contra la política de defensa seguida por el Gobierno de su país. No la de este Gobierno, sino la de todos los de la democracia", censura Torreblanca. "Baños está fuera de la Constitución y es escandaloso que, desde la reserva, se permita hacer afirmaciones antisistema, impugnar políticas de Estado como la Agenda 2030 o decir que España debería romper con la OTAN y aliarse con Rusia".
Desde el Ministerio de Defensa aseguran a EL MUNDO que el Gobierno no puede valorar el comportamiento de un miembro del Ejército retirado o en la reserva. "Lo que diga o haga Pedro Baños queda en su conciencia", aseguran. Este periódico ha contactado también con varios militares para conocer su opinión sobre el actual papel del coronel. La mayor parte de ellos han rechazado hacer declaraciones por su relación personal con Pedro Baños. Sólo un ex alto mando del Ejército aceptó hablar de forma anónima... para defender a su compañero.
"Decir que Pedro Baños cobra del Kremlin es una bobada de orden estratosférico. Yo no creo que sea alguien muy proclive a Moscú, sino muy proclive a la verdad", zanja este general, también en la reserva. "Pedro es una persona inteligentísima, muy preparada y que habla sin pelos en la lengua y hay gente en este país a la que eso le molesta. Es cierto que su exposición mediática a veces ha sido excesiva, pero él no tiene más atadura que el uniforme que viste y que siempre ha respetado. Tonterías no dice nunca".
"¿Cómo puede un militar en la reserva expresar constantemente opiniones contra la política de defensa seguida por el Gobierno de su país?"
Iker Jiménez, que tampoco quiso hablar con este medio, ha defendido en varias ocasiones la "libertad de expresión" del militar, colaborador habitual en su programa Cuarto milenio. "Yo no tengo por qué estar de acuerdo, o dejar de estar de acuerdo, con lo que dice el coronel Baños, pero respeto su libertad de estar en el programa y de decir lo que quiere", ha repetido.
Koldo Salazar, analista de relaciones internacionales, considera a Pedro Baños "el mayor experto en geopolítica que tenemos en nuestro país". "Le dicen prorruso y le han hostigado vergonzosamente por dar su opinión sobre Ucrania, la guerra y lo que vendrá después, predicciones que se han ido cumpliendo", escribió en 2022. "Lleva años señalado, y sin embargo ahí está, de pie, como no se espera otra cosa de la estirpe de los libres".
El problema, sostiene José Ignacio Torreblanca, es que Baños "no es libre de opinar lo que quiera". "Él está en la reserva y mañana podría ser llamado a dirigir una unidad de la OTAN", explica. "La suya es una agenda clarísimamente anticonstitucional, antieuropea y de extrema derecha".
Y, además, tremendamente rentable. Sus seguidores en las redes sociales no han dejado de crecer, las ventas de sus libros tampoco. Baños es analista en prensa y televisión y, según la agenda de su página web personal, sólo este año ha impartido 27 conferencias en cumbres, congresos, institutos, encuentros empresariales y foros. Tanto de izquierdas como de derechas.
Una de las claves de su éxito ha sido seducir tanto a la izquierda más nostálgica como a la derecha más reaccionaria uniendo lo que inquieta a ambos mundos: el rechazo a la globalización, el poder de EEUU o la influencia de la OTAN.
Desde el Ministerio de Defensa aseguran que el Gobierno no puede valorar el comportamiento de un miembro del Ejército retirado o en la reserva
Iago Moreno aporta otra clave para entender el fenómeno Baños: "Aunque él forma parte del ecosistema de la extrema derecha digital y calca su agenda temática, desde la ideología de género al reto migratorio, pasando por el lenguaje antivacunas o el vector de la hispanidad como resistencia a lo anglo o lo woke, tiene el mérito de saber usar sus propios códigos y el manto de la geopolítica para que nunca tengas la sensación de estar consumiendo cucharadas de la misma propaganda que el resto de youtubers y agitadores de ese mundo".
En sus vídeos, Baños habla de geopolítica, pero también del "crimen desbocado en España", del cambio climático y la "plandemia", de los "excesos del feminismo", la islamización de nuestro país y la Reconquista. Entrevista a Alvise Pérez, pero también a Pablo Iglesias. Analiza la actualidad con Frank de la Jungla. Y lo mismo debate sobre política internacional que sobre ovnis, misterios y extraterrestres.
"La conspiranoia es mucho más atractiva que la realidad y en un mundo marcado por el ruido informativo han surgido influencers (y Pedro Baños lo es) que han sacado partido de estas posturas contrarias travestidas de supuesta libertad de expresión que incluye postulados antivacunas, antioccidentales y de antipolítica", apunta Rojas.
"Calca la agenda temática de la extrema derecha en internet. Su código es distinto al de Alvise, más técnico y calmado, pero desemboca en lo mismo"
"Él se acerca por otras vías a ese campo magmático y tan activo de la propaganda y la agitación de la ultraderecha en internet pero lo hace con un tono más reposado, calmado, aparentemente técnico", insiste Moreno. "El contenido que él publica en sus canales amplifica teorías de la conspiración muy peligrosas porque erosionan la credibilidad en torno a todas las instituciones básicas del Estado. Y además lo hace como una supuesta figura de autoridad. Su código es distinto al de alguien como Alvise, por ejemplo, pero desemboca en lo mismo".
De hecho, el coronel Baños fue uno de los principales amplificadores de la campaña de Se Acabó La Fiesta en la red. "Todo el mundo confía en ti, tiene las esperanzas puestas en ti, eres el rompedor, el que ha venido a transformar el sistema. No nos defraudes", le dijo el militar a Alvise Pérez antes de las últimas elecciones europeas durante una entrevista en su canal de YouTube. "Cuando un rebelde y agitador como él hace su aparición, los que han vivido a expensas del pueblo, manteniéndolo en la ignorancia, se retuercen en sus poltronas y se alían para acabar con el intruso", aseguraba Baños hace sólo unas semanas tras conocerse las acusaciones de financiación ilegal contra el ya eurodiputado.
"Hace 10 años, Pedro era un militar más respetado, un tipo listo que hablaba muy bien, pero encontró un nicho indiscutible de éxito que le ha acercado cada vez más a un mundo friki de conspiracionismo", lamenta un antiguo asesor en Moncloa. "El problema es que se lo ha creído tanto que hoy es una figura completamente desprestigiada que nadie reivindica fuera de España. Pedro Baños se ha acabado convirtiendo en su propio monigote".